Cine en pandemia: en busca de la pantalla perdida

Cine Hoyts
Los multicines chilenos, que en el 2019 registraron una asistencia récord de 29,7 millones de espectadores, acumulan ya cerca de dos meses de inactividad. FOTO: MARIO DAVILA/AGENCIA UNO

A dos meses del cierre de las salas de cine en Chile, los exhibidores abren un frente de resistencia: los independientes tienen un portal propio, una multisala apuesta a un festival de cortometrajes y la cadena más grande del país lanza una plataforma de 130 películas.


Hay hechos que apuran la historia. En busca de maneras más baratas de producir explosivos durante la Primera Guerra Mundial, el químico alemán Fritz Haber sintetizó el nitrato de sodio artificial y el valioso salitre que producía Chile se transformó en un mineral de tercera categoría.

Un siglo más tarde, el streaming está viviendo sus días de gloria y las salas de cine pasan un momento complejo. El confinamiento derivado de la pandemia ha hecho brillar aun más la buena estrella de compañías como Netflix o Amazon Prime Video.

En tiempos de entretenimiento doméstico, cabe preguntarse qué pasará con las cadenas de cine y sus blockbusters, pero también con las salas alternativas y el cine independiente, alternativo o como se lo quiera definir. A nivel de grandes producciones, en Estados Unidos hubo una prueba de fuego hace un mes: los estudios Universal lanzaron su película Trolls: World Tour por streaming y ya llevan alrededor de 100 millones de dólares en recaudación, cifra inaudita para el formato online.

La estrategia le dolió a las cadenas de cines en ese país, en particular a AMC, la más importante, que amenazó con no exhibir más filmes de Universal. A pesar de los gritos en el cielo, esta semana Disney anunció que estrenará su filme Hamilton, basado en la premiada obra de Broadway, en su plataforma online.

¿Qué pasa en Chile con los cines grandes, chicos y medianos? ¿Cómo hacer frente a esta insólita emergencia considerando que la asistencia a salas en el país iba al alza y el año pasado, de acuerdo a la Cámara de Exhibidores, se había registrado un nuevo récord de 29,7 millones de espectadores?

Hasta el momento este es el panorama: Cinépolis (ex Hoyts), el multicine más grande del país, acaba de lanzar su plataforma de arriendo Klic; Cinemark hará un festival online de cortometrajes que luego se dará en salas; la Red de Salas, que agrupa a pequeños cines en todo el país, comenzará a ofrecer películas en su portal web.

Esta última hará dos tipos de actividades: desde el jueves 21 de mayo incorporará un cine club dirigido por el crítico Christian Ramírez y a partir de junio tendrá películas chilenas y extranjeras, incluyendo obras que originalmente iban a ser lanzadas en gran pantalla. Una de ellas es Haydée y el pez volador, documental de Pachi Bustos que llega el 25 de junio a esta plataforma, entre otras más del país

Pero este portal también tendrá estrenos internacionales. Por ejemplo, el próximo mes incorporarán La infancia de Juana de Arco, la cinta del francés Bruno Dumont que fue elegida una de las diez mejores del 2017 por la revista Cahiers du Cinéma. Entre los filmes ya exhibidos estarán la elogiada Lucky, con la última actuación de Harry Dean Stanton, y Verano 1993, ganador de tres premios Goya.

“Lo importante de esta iniciativa es que no perder nuestra audiencia, mantenernos cerca de ella. No debemos desaparecer”, afirma Teresita Ugarte, directora de la Red de Salas. “La plataforma sirve para que sigamos siendo una instancia de encuentro, no sólo con películas, sino que con cineclubes y conversatorios”, fundamenta acerca del portal que tendrá opciones de pago y también gratis.

Tampoco quieren perder contacto con el público en Cinemark, multicine que en junio desarrollará la Primera Muestra Online de Cortometrajes. “La comunidad en redes de Cinemark es de las más grandes del país, con cerca de dos millones de personas”, dice Macarena Concha, quien coordina la muestra con las salas desde su compañía Sense Contents.

“El cortometraje es el primer paso de todos los cineastas y en Chile no hay ningún festival dedicado exclusivamente al segmento”, agrega sobre la muestra que dará las películas seleccionadas a través de la página web de Cinemark en el mes de junio.

Aun así en el multicine tienen claro que el streaming es sólo un complemento. Por eso, el plan es exhibir todos los trabajos en sus salas cuando eventualmente hayan disminuido las medidas de distancia social por la pandemia. El competidor directo en Chile de Cinemark es Hoyts, la cadena más grande del país, manejada ahora por la mexicana Cinépolis. Precisamente desde México acaban de importar a Chile el portal web Klic.

“Esta plataforma ha funcionado muy bien en México y ha ido reinventando su modelo de negocios a través de los años”, sostiene Marco García de la Cruz, director de Cinépolis Klic. El portal tiene actualmente 130 películas en su catálogo e incorpora incluso algunos estrenos, entre ellos El camino de regreso, filme con Ben Affleck de este año, con muy buenas críticas y que no entró a salas en Chile.

¿Pero incluir estrenos en plataformas no es acaso la manzana de la discordia entre las cadenas y los estudios? ¿Pueden convivir ambos sistemas de exhibición? “Tenemos claro que el cine siempre se verá mejor en el cine. En ese sentido, nuestro portal es un servicio complementario y los mejores usuarios son los propios espectadores de nuestras salas. Gran parte de nuestro público desea ver nuevamente un filme que acaba de salir de la sala o busca descargarlo a su computador o celular para llevarlo de viaje”, explica el ejecutivo mexicano sobre un portal que privilegia en Chile varios filmes recién salidos de cartelera.

La convivencia relativamente pacífica de ambos formatos es lo que también pronostica Carlos Hansen, presidente de la distribuidora cinematográfica BF Distribution. Tras el cierre de salas, su propia compañía lleva más de un mes con un catálogo de ventas a través de ITunes y Google Play, pero además ha estrenado películas como Blanca como la nieve, con Isabelle Huppert. “No creo que ningún formato se coma al otro. De hecho, me parece que las reglas del juego están cada vez más claras”, dice Hansen. “Lo que pasa es que el interés o necesidad de ver una película en casa es cada vez mayor, cada vez más fuerte”, puntualiza.

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