Premio Nacional de Literatura: una sola poeta en 80 años

Gabriela Mistral
Gabriela Mistral, Brasil, 1945. Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

Creado en 1942, el galardón ha reconocido solo a una mujer en poesía: Gabriela Mistral, en 1951. Este año postulan tres destacadas poetas: Carmen Berenguer, Elvira Hernández y Rosabetty Muñoz. Y para las autoras reunidas en AUCH! es el momento de hacer historia.


Cuando obtuvo el Premio Nobel de Literatura, en 1945, Gabriela Mistral recibió innumerables saludos. Ella cumplía tareas consulares en Petrópolis y desde Chile, a través de la prensa, la felicitaron Vicente Huidobro, Joaquín Edwards Bello y Pablo Neruda, entonces senador, quien habló en el Congreso. Entre ese concierto de elogios, el escritor Nicomedes Guzmán dejó una pregunta en el aire: “Lo que me parece muy extraño es que Gabriela Mistral no haya recibido ningún premio en los concursos chilenos. Salvo el obtenido en los Juegos Florales”.

Meses antes la autora de Tala -la escritora chilena de mayor prestigio internacional- había sido candidata al Premio Nacional de Literatura de 1945, pero el jurado de la época prefirió reconocer a Pablo Neruda. “Dejémonos de mezquindades: ningún escritor vivo ha dado tanta gloria a Chile como Gabriela Mistral”, escribió entonces el crítico literario Alone. Pero aún tendrían que pasar seis años -y una campaña liderada por su infatigable amiga Matilde Ladrón de Guevara- para que la poeta fuera reconocida en el país.

Desde entonces, en 1951, el Premio Nacional de Literatura no ha vuelto a distinguir a una poeta mujer. Casi 70 años de ausencia en el galardón literario más importante del país, y que las escritoras agrupadas en el colectivo feminista AUCH! esperan romper.

Esta semana el colectivo lanzó la campaña “Premio Nacional 2020: la poesía tiene el sello Mujer”, que busca visibilizar “la deuda histórica que el país mantiene con la literatura de mujeres en general, y con las poetas en particular”, dice la narradora y dramaturga Nona Fernández. “Queremos reparar una brecha histórica; el caso de Gabriela Mistral es muy decidor al respecto”, afirma.

Creado en 1942, el Premio Nacional de Literatura distingue el conjunto de una obra. Se ha entregado en 54 ocasiones y ha premiado a 49 escritores y cinco escritoras: Gabriela Mistral (1951), Marta Brunet (1961), Marcela Paz (1982), Isabel Allende (2010) y Diamela Eltit (2018). La autora de Sumar es ahora parte del jurado, junto con la ministra de Cultura Consuelo Valdés; el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, un representante de la Academia Chilena de la Lengua y otro del Consejo de Rectores, y dos personas designadas por el Ministerio de Cultura, Adriana Valdés y María Isabel Lara. Las postulaciones se reciben hasta el 10 de agosto.

Entre los numerosos candidatos de este año, como Claudio Bertoni, Thomas Harris, Elicura Chihuailaf, Hernán Miranda y Omar Lara, destacan tres autoras: Carmen Berenguer (1946), escritora de Bobby Sands desfallece en el muro y Naciste pintada; Elvira Hernández (1951), autora de La bandera de Chile y Los trabajos y los días, y Rosabetty Muñoz (1960), poeta de Polvo de huesos y Misión circular.

La poeta Carmen Berenguer.
La poeta Carmen Berenguer.

“Normalmente el premio tiene la forma de una competencia, y nosotras quisimos romper con esa lógica para visibilizarlas a todas”, observa Nona Fernández. La autora de Space invaders explica que más allá del premio, se trata de un espacio de legitimación, y “es importante destacar que una de ellas lo gane”.

Visto en perspectiva, Nona Fernández destaca “lo importante que es para las generaciones presentes y futuras que las mujeres sean referentes. Si hay un Premio Nacional, que es el que visibiliza a los mejores autores y ahí no existen mujeres, quiere decir que estas no son importantes”.

“Lo que ocurre con los premios”, complementa la escritora Andrea Jeftanovic, “es que ayudan a que los nombres queden, que las obras queden, se reediten. No es solo que gane un nombre, sino que esos nombres se instalen en el canon, que se incorporen en las lecturas escolares. No es un tema de mujeres contra hombres, sino de incorporar la experiencia de la mujer creadoras, poetas, dramaturgas”.

Oportunidad histórica

Autora de la novela Escenario de guerra, Andrea Jeftanovic es contraria a dar premios “por cuotas”, pero subraya la omisión de las poetas. “El premio partió el ’42, casi 80 años y ¿una sola poeta? Los candidatos tienen obras potentísimas, pero dadas las circunstancias históricas tenemos que corregir esto”.

El poeta y Premio Nacional Manuel Silva Acevedo, piensa que esta “es una buena oportunidad para empezar a saldar una deuda de muy larga data. En el pasado no fueron distinguidas poetas y narradoras como María Luisa Bombal, Cecilia Casanova, Eliana Navarro, y otras, sin dejar de mencionar a Stella Díaz. No obstante, no es una obligación para el jurado premiar a una poeta, aunque hay algunas de ellas que sí tienen una obra suficientemente merecedora. Y ese criterio debe pesar en el jurado”.

La poeta Elvira Hernández.

La ensayista y poeta Margarita Bustos no da el triunfo por descontado: “Yo no me atrevería a pensar de manera tan inocente. Hay que tener un compromiso de estudio y valoración desde perspectiva feminista; ¿conocen la obra quienes votan?”, pregunta. Por ello, ella considera indispensable empujar esta cruzada. “La campaña de AUCH! está instalando la pregunta ¿ el premio está bien diseñado?, ¿los criterios históricos de selección brindan las misma oportunidades a escritores y escritoras?”.

Con todo, el escritor y editor Matías Rivas confía en la victoria de una poeta. “Hay candidatas muy potentes como Rosabetty Muñoz, Elvira Hernández y Carmen Berenguer. Cualquiera de ellas que gane será simbólico, no solo importante literariamente”.

La poeta Rosabetty Muñoz.
La poeta Rosabetty Muñoz.

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