Foex: las joyas de un nombre clave del hip hop chileno
Su nombre es Nicolás Carrasco, responsable de los discos debut de artistas como Ana Tijoux, Cómo Asesinar a Felipes y Solo Di Medina. Además, ha producido cerca de 35 álbumes de estudio a través del sello Potoco, firma que creó mientras era miembro de la mítica banda FDA. En conversación con Culto, el productor detalla cómo se convirtió en uno de los cerebros del rap nacional y habla de “Asesinos”, su último lanzamiento.
Cuando Nicolás Carrasco era un niño, su madre prendía la radio mientras estaban en casa. Nombres como Raphael, Sandro, Leo Dan y Roberto Carlos sonaban todos los días, mientras que también escuchaban a mexicanos como Pedro Vargas y Vicente Fernández, debido a que ella tenía familiares que le enviaban CD’s desde ese país.
—Yo me movía entre la balada romántica y la música mexicana, esas fueron mis primeras influencias —dice el músico en entrevista con Culto.
Con el tiempo, empezó a buscar otros estilos; por lo que compró su primer cassette de El General cuando tenía 10 años, en el que según recuerda, venía la canción “Muévelo”. Junto con ello empezó a escuchar a Víctor Jara, Violeta Parra, Inti Illimani y Quilapayún, por recomendación de su hermana.
En la segunda mitad de la década del 90, mientras cursaba la media, se reunía con sus compañeros de colegio a los que también les interesaba la música. Al poco tiempo, tanto los jóvenes del establecimiento como de su vecindario, se adentraron en un género que ganaba cada vez más popularidad: el hip hop.
—Poníamos Bone Thugs-n-Harmony, que eran apadrinados por Eazy-E de N.W.A.; ahora los escucho y recuerdo lo mucho que me gustaba —comenta, para después añadir que disfrutaba de aquella fusión entre el jazz, el soul y el rap.
Esa pasión lo llevó a asistir a las juntas culturales en la Estación Mapocho, donde se reunían a compartir bases rítmicas, improvisar líricas, bailar break dance y vender o intercambiar cassettes. Fue allí donde conoció a Koala Contreras (Enzo Miranda) —quien después pasó a ser vocalista de Como Asesinar a Felipes (CAF)— y a Gen (Freddy Olguín), con quienes formaron el grupo FDA (Fe por un Destino Anunciado) antes del cambio de milenio.
—Les llamó la atención lo que yo venía haciendo con Da Nos (su primera agrupación entre amigos), en donde también mezclábamos canciones de jazz. Era una especie de alternativa para la gente que buscaba un hip hop no hardcore, antes todo era muy vieja escuela.
Así, adoptaron esa mezcla con un carácter más profundo. En un principio, él solo grababa las pistas desde su casa y las copiaba a CD para que las rapearan sus compañeros, pero con el tiempo consiguió equipos para involucrarse en las actuaciones.
Llevaba su computador, un par de monitores, un Korg Kaoss Pad de primera generación y un mezclador, con los que intervenía los sonidos en vivo.
—Todos entendimos que estábamos haciendo algo nuevo.
Respecto a su seudónimo artístico, comenta que viene de una canción que escribió Gen, en la que se refiere a él como “Fo experimental revolucionario”. Cuando Carrasco lo escuchó, supo que esas dos primeras sílabas lo acompañarían a lo largo de su carrera.
El resto, lo supo después.
Descubrimiento personal
A inicios de siglo, FDA publicó su primer registro, titulado Subdemo (2001). Foex venía desarrollando su estilo con influencias del drum & bass, la electrónica y artistas como J Dilla; además de la música que había marcado su niñez. Esto lo llevó a debutar como solista con Cuarto Precario (2003), álbum en el que plasmó los primeras directrices de lo que sería su sonido propio.
—Nunca me resultó copiar, he forjado un camino autónomo en ese sentido. Si escucho ese disco y lo comparo con las inspiraciones que me llevaron a hacerlo, digo “sí, se parece, pero este tipo está en otra”.
Según comenta a Culto, parte de su identidad se relaciona con la aplicación de técnicas clásicas del hip hop (como el uso de samples) en otros géneros musicales.
—Un ejemplo explícito es Acúfenos (2020). Tiene un sonido mucho más electrónico, casi de club, pero igual uso recursos que aplico desde el 2001 con FDA. Las armonías también son importantes, aunque haga un house, también le voy a meter progresiones de jazz o influencias latinas.
Con las manos en los controles
Potoco Discos nació en 2001 como una alternativa de autogestión comercial que hicieron los integrantes de FDA. Recibe su nombre en alusión al apodo del padre de Carrasco, quien se acercaba a saludar mientras planificaban el proyecto.
Si bien, Foex siguió realizando diversos trabajos como productor —entre ellos, el soundtrack de la serie animada Pulentos (2005), premiado con un disco de oro—, fue recién en 2006 cuando retomó la firma con el objetivo de fundar un sello discográfico, luego que Hordatoj (Eduardo Herrera) se contactara con él para la producción de Entre lo Habitual y lo desconocido (2007).
—Desde ahí no paré. Ya me juntaba con Felipe (Metraca) de CAF, estaba empezando a producir a Solo Di Medina, y ya había hecho hartas producciones con Ana Tijoux. La gente cachó que yo estaba sacando cosas.
Entre ese año y el siguiente se encargó de los debuts discográficos de esos nombres, por lo que se sentó frente a los controles del homónimo Cómo Asesinar a Felipes (2008), Hembras de Marte (2008) y Kaos (2007), respectivamente.
—Me dí cuenta de que en el sello había artistas que estaban haciendo música buena y nueva, por lo que fue un punto de partida más formal.
Así, Potoco se convirtió en una disquera de culto en la industria del hip hop chileno, mientras que Foex también siguió colaborando con álbumes de otras firmas, tales como 1977 (2010) de Ana Tijoux. Este último, lanzado a través de Nacional Records, fue nominado a un Grammy en la categoría “Mejor Álbum Rock/Alternativo Latino”, mientras que la canción del mismo nombre aparece en la popular serie norteamericana Breaking Bad.
Un tema personal
Desde que fue miembro de FDA, Foex ha permanecido en la escena de la música nacional; no solo en los controles técnicos de discos de otros artistas, sino que también como protagonista de sus propias creaciones.
Ya suma un total de siete álbumes bajo su nombre, entre los que se encuentran el disco cuádruple No soy Foex (2009), Acúfenos (2020) y dos lanzamientos en colaboración con Paulopulus. Asimismo, hoy se encuentra en la composición de Héctor Gallardo (2021), disco que espera publicar en los primeros meses del próximo año.
Mientras, acaba de estrenar un sencillo promocional, titulado “Asesinos”, el cual cuenta con la participación de Felipe Metraca —"hice el arreglo de cuerdas", comenta a Culto el músico de CAF—, con quien ha mantenido contacto desde que se fundó Potoco.
—Creo que este año es el que más he trabajado con él, debido a que antes (de la pandemia) siempre estaba tocando con CAF, La Brígida Orquesta y Jaco Sánchez, mientras que yo estaba en el estudio. Ahora las cosas han sido distintas. Este feat. es un símbolo para mí.
Al igual que todas las producciones en las que Foex ha participado, el tema mantiene su esencia experimental, pero al mismo tiempo presenta diferencias circunstanciales: no tiene beat electrónico e incorpora el uso notorio de autotune.
—Dejé de hacer todo lo que me ha caracterizado a lo largo de mi carrera. Tiene que ver con perder el miedo y ocupar las herramientas disponibles. Es algo que siempre me digo a mí mismo.
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