Tres escritores de Aysén y cómo leerlos
En medio de las extremas características geográficas de la Patagonia, Gustavo Cáceres, Rosa Gómez y José Mansilla son autores de la zona menos poblada del país que proyectan una producción literaria que, lejos de ser incipiente, invita a acercarse.
Hace algunos años era impensable imaginar el nivel de modernidad que hoy se aprecia en la Región de Aysén. Un hito que encaminó su desarrollo y crecimiento fue la construcción de la Carretera Austral (1989), que también activó el turismo.
Desde esta mirada se puede ver cierto aumento en cuanto a la producción cultural local y hoy el panorama ofrece una diversidad literaria.
Nada ha cambiado en la memoria
Gustavo Adolfo Cáceres es un buen referente de estos escritores, jubilado hace más de dos décadas y ahora a sus 93 años es un artista completo: talla en madera, escribe poesía y pinta.
Oriundo de San Javier de Loncomilla, se trasladó a Puerto Aysén en 1970. En cuanto a sus inicios en la escritura, el autor comenta a Culto: “Yo diría que desde que aprendí a leer y escribir me gustó la literatura y especialmente la poesía”.
Luego dice: “Uno escribe inspirado en el entorno en que vive, la naturaleza, la sociedad, todo ese ambiente lo envuelve la escritura. Lo que la sociedad siente es un tema recurrente en mi poesía”.
Su obra más reciente es una antología titulada Nada ha cambiado en la memoria (2013), que recopila varios de sus poemas. En cuanto al proceso de publicación y difusión de su oficio advierte: “Lo más importante es el aspecto económico, porque nada se puede hacer si no se tiene los medios suficientes”, sumado a esto destaca la importancia de participar de encuentros culturales y también en radios.
“Me sentí con el deseo de escribir cuando leí la obra del escritor ruso Fiódor Dostoyevski y que me pareció tan interesante al punto de subyugarme a la forma que él escribía”, comentó a El Patagón, “yo era muy pequeño pero me inspiró a tomar un cuaderno y comenzar a escribir”.
Algunos de los autores locales que Gustavo recomienda son Claudio-Max Rosso, José Mansilla Contreras, Virginia Rojas, Ricardo Altamirano, Pablo Barattini y Sandra Bórquez.
La Tía Tita
Rosa Gómez Miranda —mejor conocida como Tía Tita— es otra autora de la región austral que, a pesar de que no se considera escritora, sino más bien “una contadora de historias, recopiladora de hechos y tradiciones de la zona”, ya cuenta con varias obras publicadas como Poblando el Baker (Municipalidad de Cochrane, 2017), Por las sendas de la Patagonia (Municipalidad de Cochrane, 2010) y De pueblo nuevo a Cochrane: historias y tradiciones (LOM, 2004), que fue coescrito por Joaquín Cheuquman, otro autor de la región, junto con De marzo a diciembre (CNCA, 2007) y El año tiene nueve meses y una semana (CNCA, 2008), estos últimos libros infantiles creados a través del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes.
La escritora y artesana, es jubilada de profesora de educación básica. Sin haber nacido en la región ya lleva 56 años en la localidad de Cochrane y según cuenta a Culto: “La patagonia atrapa y me quedé de forma definitiva”.
“Mis libros tratan sobre la formación y las costumbres del pueblo de Cochrane, generalmente me baso en las formas de vida de las personas que habitan la Patagonia”, dice Rosa, quien también recalca: “Es importante que la historia no se pierda, que se transmita, que se vuelva a recuperar, porque hay muchas que nos conviene traer a la memoria”.
Aire nada más
José Mansilla Contreras, profesor de Castellano y miembro de la Academia Chilena de la Lengua por Coyhaique, escribe sobre la memoria, ya sea para rescatar parte del mundo indígena de la Patagonia o en recuerdo de un Coyhaique aurático en la década del 70.
Al respecto, dice a Culto: “Es una manera de restituir un poco la historia de los pueblos que fueron azotados por las enfermedades de los que venían llegando o enviados como esclavos a otros lugares (...) Mi preocupación es la memoria que conserva hechos de una nostalgia más bien dura, dolorosa, de ciertos abusos de poder y también de la manera en que esas imágenes han ido quedando en nuestra memoria”.
Algunas de sus publicaciones son: Sueños Chonos (Ediciones ULA, 1996), Chilpén (2002) y Aire nada más (2017). El escritor valora la existencia de fondos concursables, pero agrega algunas de las dificultades para darse a conocer: “Falta un aporte de crítica literaria que seleccione los textos y acompañe a los escritores en ir mejorando sus publicaciones, también falta un proceso de circulación de las obras y mayor interés en el trabajo de los escritores locales, porque las editoriales nacionales se centran en publicaciones de Santiago, pero no se preocupan de saber lo que pasa en regiones”.
La Biblioteca Popular Trinchera Utopía de Coyhaique es una de las iniciativas creadas para la difusión de escritores locales, además la Biblioteca Regional de Aysén que colabora en este tipo de instancias. Por otro lado, es importante destacar el trabajo de la editorial independiente Ñire Negro que ya cuenta con diez años de experiencia en la producción, edición y publicación de contenidos regionales.
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