Quo Vadis, Aida?: viaje al dolor de la Guerra de Bosnia y el genocidio de Srebrenica
Dirigida por Jasmila Žbanić, la cinta retrata la tragedia ocurrida en julio de 1995, cuando los soldados serbios de Bosnia invadieron la localidad de Srebrenica, lugar donde se desató la masacre. Se trata de una de las producciones más elogiadas en el circuito internacional de la actualidad y nominada al Oscar en Mejor película extranjera.
El drama bélico tuvo un debut cargado de simbolismos: se exhibió por primera vez frente al monumento dedicado a las personas asesinadas en la llamada Masacre de Srebrenica, en 1995, cita a la que asistieron familiares y organizaciones de las víctimas de la guerra Bosnia-Herzegovina, en medio de un espacio de encuentro, homenaje y recuerdo.
Conmoción y orgullo fue lo que sintió la comunidad bosnia cuando les llegó la noticia de que la cinta de Jasmila Žbanić (One day in Sarajevo, Long island) había sido nominada a los Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera. A esto se sumaron las candidaturas a los premios Bafta al Mejor Director y Mejor Película en Lengua Extranjera. Además, durante el Festival de Cine de Miami -que finalizó el pasado 15 de marzo- se galardonó a la cinta con el mayor trofeo, es decir, el Premio Knight MARIMBAS.
Más allá de la buena crítica y la recepción, Quo Vadis, Aida? es algo así como un llamado a no olvidar. A pesar de los años transcurridos, la población bosnia y los familiares de las víctimas continúan reclamando justicia por los perpetradores que escaparon con impunidad.
Los trágicos hechos ocurrieron 50 años después del término de la Segunda Guerra Mundial, momento en que el debate en torno al genociodio nazi y la protección de los derechos humanos por parte de tribunales internacionales parecía haberse instalado con fuerza. Sin embargo, la historia se repitió.
En julio de 1995, el ejército serbio liderado por el general Ratko Mladic invadieron Srebrenica, lugar que había sido decretado como “zona segura” por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Sin embargo, esto poco importó, ya que fueron ejecutados al ser entregados por los holandeses -tropas que supuestamente servían como fuerzas internacionales de la paz-. Así, fueron asesinados alrededor de 8.000 hombres y niños musulmanes bosnios. Los cadáveres terminaron en fosas comunes y muchas familias se quedaron sin poder identificar a sus seres queridos.
Bajo ese contexto, Jasmila Zbanic, sintió la necesidad de hacer eco respecto a lo ocurrido en la ex Yugoslavia. La trama gira en torno a Aida Selmanagic, interpretada por la actriz Jasna Duricic, quien trabaja en la ONU como traductora.
En medio de sus labores, ve cómo el ejército de Serbia invade la ciudad donde se encuentran su esposo, hijos, vecinos y amigos, junto a otros cientos de civiles que buscan llegar al refugio de la ONU. Desde su posición intenta salvar a su familia, pero al mismo tiempo, se entera de las mentiras de sus superiores, mismas promesas falsas que le hacen repetir a las masas aterrorizadas.
La guerra le tocó de cerca a la directora de la película, ya que también es bosnia y a sus 17 años vivió este suceso: “Fuimos ingenuos. No podíamos imaginarlo. Dijimos que esto pasaría. Un mes o dos. Hay gente estúpida con armas, pero pronto se irán. Cuando eso no sucedió, fue un shock, y lo que nos enseñó es que todo puede volverse patas arriba de un día para otro. La vida es frágil. Todo el sistema es frágil. Este es un sentimiento que llevo a lo largo de la vida. No doy nada por sentado, especialmente las instituciones”, comentó en una entrevista con The Guardian.
“Me obsesioné. Quería saberlo todo al respecto. Fue un trauma para todos los bosnios. Cuando supimos cuántas personas habían muerto y cómo habían muerto y cómo fueron enterradas. Cuando supimos que las tumbas habían sido movidas en un esfuerzo por encubrir la masacre “, agregó.
“Quo Vadis, Aida”, abre la reflexión y plantea grandes interrogantes que siguen sin tener respuesta, según ha reseñado la crítica internacional en torno a la alabada y emotiva película. Los años y el transcurso del tiempo no pudieron esconder la terrible tragedia que se vivió en el territorio de Srebrenica, lugar que se suponía, debía ser resguardado.
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