Para la cuarentena: diez cuentos de Roberto Bolaño que puedes leer en línea

Roberto Bolaño
Roberto Bolaño

Extraídos de sus volúmenes de cuentos Llamadas telefónicas (1997), Putas asesinas (2001), y los póstumos El gaucho insufrible (2003) y El secreto del mal (2007), en Culto te dejamos una selección ideal para acompañar el encierro.


Sin duda, Roberto Bolaño Ávalos (1953-2003) es quizás el narrador más trascendente de la literatura chilena de fines del siglo XX y los albores del XXI. Su temprana muerte, a los 50 años, cortó de cuajo una trayectoria brillante que dejó novelas, ensayos y cuentos.

Sobre estos últimos, vale la pena detenerse, pues dado el escenario de cuarentena en que se encuentra gran parte del país y la totalidad de la región Metropolitana, en Culto recomendamos algunos de ellos que están disponibles para leer online. Están extraídos de sus volúmenes de cuentos Llamadas telefónicas (1997), Putas asesinas (2001), y los póstumos El gaucho insufrible (2003) y El secreto del mal (2007). Algunos, verdaderos clásicos.

Llamadas telefónicas

El relato da el título al volumen de cuentos que Bolaño publicó en 1997. B está enamorado de X, y mantienen una relación algo problemática, donde hablar por teléfono se vuelve una costumbre. Pero un buen día, y muy en los giros que Bolaño solía darle a sus historias, uno de los dos muere, aparentemente asesinado. Los teléfonos algo tendrán que ver con la resolución del crimen.

El cuento se puede leer acá.

Buba

No, no se refiere al amigo de Forrest Gump, sino a un futbolista, un mediapunta africano, que un club de Barcelona -donde juega un chileno, el narrador de la historia- contrata. El nuevo refuerzo practica un particular rito antes de los partidos que incluye una navaja de afeitar y un vaso. Funciona, pues Buba se aburre de marcar goles, y llevar a club a ganar la Champions. Incluso termina transferido a la Juventus, pero las cosas toman un rumbo algo trágico.

El cuento, incluido en el volumen Putas asesinas, se puede leer acá.

Sensini

Para muchos lectores de Bolaño, este es lejos el mejor cuento que hizo. Tiene la particularidad de que se trata de un joven escritor que, necesitado de dinero, envía un cuento a un concurso municipal de literatura y así hacerse de unos necesarios morlacos. Para eso recibe la generosa ayuda de un escritor argentino, Sensini (inspirado en Antonio Di Benedetto), quien lleva años viviendo de premios literarios municipales y le revela las claves del asunto. Lo curioso es que el cuento efectivamente obtuvo un galardón, el Premio de Narración Ciudad de San Sebastián, en 1997. Años después, en su estilo particular, Bolaño dijo: “Si el cuento no ganaba, era impublicable”.

El cuento, incluido en el volumen Llamadas telefónicas, se puede leer acá.

Roberto Bolaño
Roberto Bolaño

Jim

Originalmente, “Jim” fue una columna que Roberto Bolaño publicó durante su paso como columnista en Las Últimas Noticias, y que luego llegó a dar como un breve cuento en el volumen póstumo El gaucho insufrible. Trata sobre una anécdota que el narrador comparte en Ciudad de México con Jim, un amigo estadounidense. Como en gran parte de la obra de Bolaño, lo oscuro siempre termina rodeando la narración.

El cuento, incluido en el volumen El gaucho insufrible, se puede leer acá.

El Ojo Silva

En este cuento, Bolaño une dos de sus obsesiones: chilenos exiliados y viajes. En ese caso, con la historia de Mauricio Silva, apodado el Ojo, quien durante un periplo a la India realiza una particular y perturbadora visita. Con maestría, Bolaño da a entender que hubo violencia en lo que narra, pero siempre rodeándola.

El cuento, incluido en el volumen Putas asesinas, se puede leer acá.

Últimos atardeceres en la tierra

Otro de los que siempre es mencionado como uno de los mejores de su carrera. Son las vivencias de un padre y un hijo que salen en auto de vacaciones a la paradisiaca Acapulco. Ambos no pueden ser más diferentes, mientas el padre es un vividor, el único interés de su hijo es la lectura, aunque no impide que vivan una serie de situaciones bizarras.

El cuento, incluido en el volumen Putas asesinas, se puede leer acá.

Encuentro con Enrique Lihn

Este cuento tiene la particularidad de ser más realidad que ficción. O en rigor, es una ficción muy bolañesca de la realidad. Trata del carteo que un entonces joven y desconocido Bolaño tuvo con el consagrado Enrique Lihn. Ambos, mantuvieron una correspondencia que sostiene el cuento, pero el autor de Amberes, con su creatividad al tope lo mezcla con imágenes, sueños, deseos que a veces se confunden y el lector no distingue el uno del otro.

El cuento, incluido en el volumen Putas asesinas, se puede leer acá.

Roberto Bolaño en Blanes.

Carnet de baile

Más que un cuento entendido tradicionalmente como tal, lo que Bolaño propone en “Carnet de baile” es un experimento, a veces delirante, y con ese punzante sentido del humor que lo caracterizaba. Mezcla razones para no bailar con Neruda, y su propia biografía, en una narración donde simplemente va enumerando hechos. Como una especie de listado en prosa. No deja de ser interesante.

El cuento, incluido en el volumen Putas asesinas, se puede leer acá.

El policía de las ratas

Una historia policial, con policías, crímenes...pero ambientado en una alcantarilla y con ratones como protagonista. Es una antifábula, donde Bolaño muestra su admiración por Parra transformando los formatos y llevando la narración a un delirio insospechado.

El cuento, incluido en el volumen El gaucho insufrible, se puede leer acá.

Muerte de Ulises

Acaso un spin-off de Los detectives salvajes (de los varios que hizo), este relato nos reencuentra con Arturo Belano, el personaje alter-ego del mismo Bolaño, quien años después de los hechos narrados en su monumental novela que le valió el premio Herralde, vuelve a México para enterarse que su gran amigo Ulises Lima (el alter-ego del poeta Mario Santiago), ha fallecido. Quizás es una forma de cerrar el círculo y la búsqueda de Cesárea Tinajero que ambos emprendieron en el desierto de Sonora.

El cuento, incluido en el volumen El secreto del mal se puede leer acá.

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