Ziggy Stardust, un disco a máximo volumen
A meses de cumplir cincuenta años, "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars" sigue viajando por el tiempo y el espacio, y lo hace a máximo volumen. En palabras de Ken Scott, el productor de la saga de las arañas de marte, y el baterista Woody Woodmansey, reconstruimos el incidente espacial.
“David es un cantante increíble, y el 95% de sus voces en Ziggy y todos los demás álbumes que grabé con él se hicieron en una sola toma”, recuerda el productor Ken Scott en su autobiografía Abbey Road to Ziggy Stardust.
El alumni de los estudios EMI, posteriormente rebautizados Abbey Road tras el paso de los Beatles por el mismo, comenzó su carrera, de hecho, grabando a los Fab 4. Luego de trabajar con ellos en Magical Mystery Tour (Ken mezcló I am the Walrus, por nombrar un botón), y el White Album, su nuevo empleo fue en los legendarios estudios Trident, donde trabajó en All Things Must Pass de Harrison, grabó a Supertramp, America, Elton John y, por supuesto, a David Bowie.
Ken fue ingeniero y mezclador en Space Oddity (excepto en el single del mismo nombre), The Man Who Sold The World; y produjo los pivotales Hunky Dory, Ziggy Stardust, Aladdin Sane y Pin Ups, el canon glam de Dave.
Sueño lunar
“Lo que se convertiría en Ziggy se grabó en Trident en unas dos semanas, con otras dos semanas para mezclar. Las sesiones en sí no fueron muy diferentes a las otras sesiones de Bowie. Lo básico tomó alrededor de 4 o 5 días y fue prácticamente lo mismo para cada pista. Solo los matices de cada canción variaron. Además, no se grabó nada 100% en vivo. Había overdubs en cada pista y, como suele ser el caso, algunas más que otras”.
De acuerdo a Scott, Bowie había recién terminado de grabar Hunky Dory junto a él cuando a los pocos días se le acercó diciendo que tenía intenciones de grabar otro disco, pero que esta vez tendría un sonido distinto. El productor no recuerda bien si le mencionó específicamente a la Velvet Underground o a los Stooges como referentes en sonido, ya que para entonces no conocía a ambas bandas. Lo de Velvet Underground sería evidente, por cierto, en la dinámica de llamada y respuesta en las estrofas de Suffragette City, tomada de White Light/White Heat.
A pesar de un sonido más hard rock que el folkie Hunky Dory, la particularidad del álbum es que en cada canción -por rockera que fuese- había una guitarra acústica presente. “Y las guitarras acústicas siempre fueron comprimidas, a veces fuertemente, probablemente usando un UREI 1176 o LA-2A, y microfoneadas con un U 67 o C 12A”, explica en su libro, tirando datos duros.
Siguiendo sus instintos, tal como fue el caso en Hunky Dory, Bowie tenía una predilección por utilizar primeras tomas. No solo sus vocales eran perfectos a la primera -casi nunca se hacía una segunda grabación de su voz para una canción. Lo que se escucha en el disco es Bowie al primer intento- sino que Dave terminaba siempre escogiendo de entre las tomas de la banda la inicial.
En su libro My Life with Bowie: Spider from Mars, el baterista Woody Woodmansey recuerda: “Mick (Ronson) bajaba y obtenía el sonido correcto (en su guitarra) mientras Bowie leía Melody Maker. Grababa algunas tomas y Bowie decía, ‘Ken, usa la primera’ sin ni siquiera levantar la vista. Mick haría otras seis tomas, tratando de superar a la primera, y técnicamente serían mejores pero no serían tan buenas, porque no tendrían la sensación adecuada. Ni siquiera recordaría haber grabado el primero para entonces, pero Bowie sabía que el primero era el mejor. Eso sucedió muchas veces. Tenía instintos increíbles en ese sentido, lo que nos impresionó a todos”.
La contribución de Ronson en el clásico álbum no fueron solamente los solos incendiarios en Moonage Daydream o en Hang On to Yourself, sino que además se hizo cargo de los arreglos de cuerdas, labor que realizaba a última hora y encerrado en el baño.
“Tengo este recuerdo de él corriendo unos 10 minutos antes de que comenzara la sesión, corriendo hacia el baño en el primer piso y encerrándose para poder encontrar la privacidad para terminar de escribir”, narra Ken.
La orquesta utilizada consistía en ocho violines, cuatro violas y dos violonchelos, con los violines divididos en cuatro primeros violines y cuatro segundos violines. Hubo ocasiones en las que Ronno usó una sección de cuerdas más pequeña, pero también en ocasiones, como en Rock ‘n’ Roll Suicide, agregó contrabajos.
En el tema que cerraba la placa, Ronno aumentó los arreglos agregando una sección de metales que comprendió a dos trompetas, dos trombones, dos saxofones tenores, y un saxo barítono. Ken recalca que los saxofones en Rock’ n’ Roll Suicide fue una de las pocas ocasiones en que los saxofones eran músicos de sesión en lugar de ser tocados por David. Su voz en ella, por supuesto, fue registrada a la primera, aunque en dos partes:
“En la primera parte de la canción Rock ‘n’ Roll Suicide, David canta muy bajo, así que para optimizar la calidad del sonido, tuve que subir el nivel del preamplificador del micrófono. Eventualmente se convierte en una potencia y su rango vocal era bastante diferente para la última parte de la canción, así que tuve que reajustar los niveles para compensar eso, por lo que la voz de esa canción se grabó en dos partes. Cada parte era una primera toma, por supuesto. Aprendí a no esperar nada diferente”.
Spiders from Mars cerca del abismo
En cierta forma, los arreglos orquestales en varias de las pistas del álbum llenaron el espacio dejado por Rick Wakeman, cuyo piano omnipresente en Hunky Dory le aportó un carisma muy diferente al de Ziggy. Los pianos en cortes como Five Years y Lady Stardust, tocados por Ronno, evidenciaban su talento también en las teclas, el cual tendría su momento estrella al año siguiente al trabajar junto a Bowie produciendo Transformer de Lou Reed y siendo el instrumento clave en la clásica Perfect Day. Los sintetizadores en Suffragette City -un ARP 2500 que Trident había comprado recientemente- también fueron obra del guitarrista.
Rick Wakeman recuerda, en conversación con Nicholas Pegg, cómo Bowie le había invitado a ser parte permanente de su banda justo un día después de que Yes le había hecho la misma oferta.
“Me encantaba la música de David, y realmente me sentí orgulloso de haber sido una pequeña parte de su creación. Sin embargo, de repente me enfrenté a una especie de dilema que, mirando hacia atrás, fue una decisión aún más monumental de lo que me di cuenta en ese momento. El día anterior, Yes me había pedido que me uniera como su tecladista, por lo que en el espacio de 24 horas me habían ofrecido la oportunidad de unirme a los The Spiders From Mars”.
La decisión cambiaría su vida, pues la llegada de Wakeman a Yes terminaría definiendo el sonido de Fragile, el álbum con el que se consolidaría la fase imperial de los progresivos, además de contar con mayor libertad compositiva e interpretativa. En el podcast Magical Mystery Rock, Wakeman añadió: “y el tiempo demostró que tenía razón, pues Bowie siempre cambiaba a sus músicos”.
Sin embargo, Wakeman tuvo de todas formas su momento en el legendario Ziggy Stardust, en los pianos de la canción It Ain’t Easy, que era un sobrante de Hunky Dory. Se trata del único cover en toda la placa, aunque en un comienzo se planeaba incluir también una versión de Round and Round de Chuck Berry, la cual fue reemplazada a última hora debido a la insistencia de RCA de contar con un single de batalla. ¿Su reemplazo? Nada más y nada menos que Starman.
Esperando en el cielo
La llegada de esta canción fue la que terminó por consolidar un hilo conductor entre los temas, a pesar de que nunca se trató de un disco conceptual. “Todo eso llegaría después”, apunta Scott. “Era solo un mosaico de canciones que encajaban muy bien. Todo eso de que Ziggy es Starman es una mierda. Starman es una canción que se puso como single en el último minuto por insistencia del sello discográfico. Entonces, si bien es cierto que había algunas canciones que encajaban con el ‘concepto’, el resto eran solo canciones que funcionaban bien juntas como lo harían en cualquier buen álbum”.
En un comienzo de las grabaciones, la lista de canciones era bastante diferente, incluyendo entre ellas Velvet Goldmine, Bombers, Port of Amsterdam, Holy Holy y la anteriormente mencionada Round and Round. Bowie tenía demos de algunas canciones, y también rescató dos de las piezas que había compuesto y grabado anteriormente para el proyecto Arnold Corns, Moonage Daydream y Hang on to yourself, y las rehizo en plan hard rock.
Woody Woodmansey recuerda su aporte en Moonage Daydream: “La nueva versión de ‘Moonage Daydream’, que habíamos grabado antes con Arnold Corns, nos voló la cabeza cuando la terminamos. Era una pista de rock ‘n’ roll sucia, sexy, del futuro, y tenía que comunicar eso, así que tenía que encontrar un ritmo que no solo se balanceara sino que fuera un pulso rítmico estable que funcionara incluso a través de la lejanía”.
En el caso de la canción Ziggy Stardust, Woody acusa influencia de King Crimson. Nada de extrañar, puesto que ya en el álbum The Man Who Sold The World, Visconti ha señalado que bandas como Pink Floyd o Cream estaban en su radar.
“El ritmo de la batería en ‘Ziggy Stardust’ está influenciado por King Crimson, lo crea o no. Me encanta ‘21st Century Schizoid Man’ por la forma en que Michael Giles comienza y termina los fills en lugares inusuales. Pensé que toda la sensación de esta canción se adaptaría a ese enfoque”.
El legendario hombre de las estrellas
Starman, la canción que llegó a última hora -como caída del espacio exterior, por decirlo de alguna manera- fue también grabada con rapidez, como el resto del material. Scott apunta que la base y los overdubs se grabaron en solo un día, incluidas las cuerdas. Solo fue necesario un segundo día para la mezcla. “David no se tomó el concepto de Ziggy demasiado en serio al principio”, recalca.
Woody Woodmansey apoya esta afirmación del productor: “Nunca hablamos de que tuviera un concepto. Bowie nunca mencionó uno, y tal vez no sabía si necesitaba uno o no, porque cuando terminamos de grabar el álbum aún no había escrito ni grabado ‘Starman’. Esa canción fue el catalizador de todo el concepto del álbum, que se convirtió en la historia de Ziggy, el extraterrestre que vino a salvar la tierra solo para ser destruido por el exceso de rock ‘n’ roll”.
Nicholas Pegg en su imprescindible The Complete David Bowie concuerda y rescata la primera entrevista que dio Bowie sobre el álbum para un medio estadounidense, en enero de 1972:
“No comenzó realmente como un álbum conceptual… Son solo algunas pequeñas escenas de la vida de una banda llamada Ziggy Stardust y The Spiders From Mars, que posiblemente podría ser la última banda en la tierra, porque estamos viviendo los últimos cinco años de la tierra…Una vez que he escrito un álbum, mis interpretaciones de las canciones son totalmente diferentes”.
Incluso el look de Ziggy no existía durante las grabaciones. “David todavía tenía los mechones largos y sueltos y todo eso”, dijo Ken Scott en una entrevista en 2003. “Su paso a la personalidad de Ziggy se produjo después de que grabamos el álbum”.
Una influencia conceptual, más bien semántica, para el apellido Stardust del mesías espacial, está en un artista outsider norteamericano conocido como The Ledge, y cuyo nombre artístico completo era The Legendary Stardust Cowboy. Bowie escuchó algunas de sus grabaciones, las que le fueron obsequiadas por un ejecutivo de Mercury Records de nombre Ron Oberman, quien se las entregó diciéndole “a ti gustan las mierdas raras,¿no?”.
Si bien la aproximación de baja fidelidad, delirante, destemplada y anarquista del Legendary Stardust Cowboy no guardan musicalmente paralelo alguno con la propuesta sonora de Ziggy, la música parecía venir directamente de otro planeta. Para su disco Heathen, en el año 2002, Bowie haría una versión bastante futurista de I took a trip on a Gemini Spaceship, un original del cowboy que le regaló el apellido que le cambiaría la vida.
En una entrevista de aquel año, Bowie aclara que aunque la música no fue clave, sí lo fueron los juegos de palabras y la jerga sci-fi empleada por el vaquero. “Algunas de las tonterías que escuchas en Ziggy provienen de él. Lo de ‘Freak out in a moonage daydream’ es como cuando él dice ‘I shot my space gun, boy did I feel blue / I pulled down my sun visor and thought of you’ ¡Qué letras tan maravillosas!”.
Vine a llamarte a ti
El arte de portada, cuya fotografía fue llevada a cabo en Heddon St., un pequeño pasaje que nace de Regent Street por su vereda oeste, terminó siendo icónico. Sin embargo, el guiño sci-fi estaba en su contraportada, donde Bowie hace una suerte de referencia encubierta a Doctor Who, apareciendo en el interior de una cabina telefónica, como recién llegado de un viaje a través del espacio-tiempo.
“Hunky Dory fue editado el 17 de diciembre de 1971 en el Reino Unido, casi inmediatamente después de que terminamos de grabar Ziggy, y no causó gran revuelo. Le dio a David más notoriedad y le permitió comenzar a construir seguidores a través de las giras, pero todo cambió con el lanzamiento de Ziggy Stardust el 6 de junio de 1972. El disco estalló en el Reino Unido de inmediato, alcanzando finalmente el número 5 en las listas del Reino Unido…El single, Starman, alcanzó el número 10 en el Reino Unido…Uno de los subproductos de un disco de éxito es que eleva las ventas de todo el catálogo, y Bowie no fue la excepción, ya que Hunky Dory entró en las listas de éxitos en septiembre, dos meses después del lanzamiento de Ziggy”, recuerda Ken Scott. Como caída del cielo, se gestaba también la Ziggymanía. Incluso después de su muerte abrupta en el escenario, un año después, Ziggy siguió capturando la imaginación de los oyentes, Sex Pistols incluidos. Woodmansey lo supo de primera fuente:
“El bajo de Hang On To Yourself fue en parte copiado por los Sex Pistols. Glen Matlock asistió a una charla que yo di y me dijo: ‘¿Sabes que arranqué la parte del bajo, nota por nota, para God Save the Queen?’ Eso nunca se me había ocurrido antes…Mientras grabábamos Ziggy, nos dimos cuenta gradualmente de que estábamos capturando algo que era moderno, fresco y con el espíritu creativo adecuado. Hay una inmediatez, un ahora, que llega al vinilo, que las bandas que hacen treinta tomas hoy en día y empalman seis de ellas en Pro-Tools nunca logran”, consigna orgulloso.
Aunque ya no exista aquella roja cabina telefónica de una lluviosa noche londinense en Heddon St. -pero sí una placa azul que recuerda el sitio del suceso alienígena- a tan solo meses de cumplir cincuenta años, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars sigue viajando por el tiempo y el espacio, y lo hace a máximo volumen. Ya sea en formato vinilo, cassette, disco compacto, o en streaming, el Starman llega hasta nosotros y está aquí hoy. Tenía que llamar a alguien, y vino a llamarte a ti.
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