Abdulrazak Gurnah: “No es novedad que los países europeos muestren simpatías por los ucranianos. Es triste que esa hospitalidad no se extienda a los afganos, sirios, iraquíes”
En una rueda de prensa a la que asistió Culto, el Premio Nobel de Literatura 2021 presentó la reedición en castellano de su sexta novela, A orillas del mar, donde aborda el tema central de su obra: el desarraigo. Además, se refirió al tema de la migración en Europa, las esquirlas que ha dejado la guerra en Ucrania, y por supuesto la distinción de la Academia Sueca.
Abdulrazak Gurnah (73), escritor tanzano residente en Inglaterra, aún recuerda el momento en que el personaje central de su novela A orillas del mar comenzó a construirse en su cabeza. Mientras veía TV en 1998, el noticiario llevó la noticia del secuestro de un avión que iba de Kabul a Herat, en Afganistán. Los secuestradores lo desviaron muy lejos, a Londres. Una vez en suelo inglés, rendidos los secuestradores, los pasajeros -afganos- bajaron al aeropuerto británico.
“Entre las personas, habían personas mayores, y apareció este hombre con una barba gris poblada casi hasta el ombligo, como esas barbas que tienen los afganos. Los secuestradores pidieron asilo, y al día siguiente, todos los pasajeros también pidieron asilo. Yo pensé: ¿y ese viejecito de la barba?, ¿qué hace a su edad?, ¿qué tiene en mente?, ¿abandona su país, su vida?, ¿este señor entiende lo que está haciendo?”, señaló Abdulrazak Gurnah en una rueda de prensa en la que estuvo presente Culto.
Y como la escritura es fundamentalmente la búsqueda de una respuesta, fueron esas preguntas que se le dispararon a Gurnah las que lo motivaron a responderlas con la historia de Saleh Omar. Se trata de un comerciante de 65 años, quien aterriza en el aeropuerto de Gatwick con un pasaporte falso, un cofrecito de caoba con incienso y nada más, huyendo de la vorágine de violencia que sacude su país.
A orillas del mar, publicada originalmente en inglés en el 2001, llega en castellano a través de la española editorial Salamandra, casa que ha reeditado las novelas de Gurnah, Premio Nobel de Literatura 2021, que se encontraban descontinuadas en la lengua de Cervantes.
21 años después, Gurnah vuelve a explayarse sobre esta, la sexta novela de su trayectoria. “No la he leído entera, pero a medida que la gente me pregunta sobre determinados episodios sobre la novela sí que vuelvo y me refresco un poco la memoria, sin embargo, la leí varias veces cuando se acababa de publicar y desde entonces, he estado leyendo otras cosas, es algo que ocurre”. Eso sí, Gurnah agrega: “Yo no creo que olvide gran cosa de los libros que he escrito”.
Tal como en Paraíso, reeditada en diciembre del 2021 en castellano también por Salamandra, y en general en toda su literatura, Gurnah aborda un tema central: el desarraigo.
“Es algo que puede ocurrir a las personas cuando están a 10 o 15 kilómetros de casa, pero yo estoy interesado en movimientos de personas más amplios, personas que tienen que están obligados a abandonar sus países, por la guerra, por la violencia, o por otras razones -señala Gurnah-. Ha sido también mi propia experiencia personal, por lo tanto es algo que a lo largo de toda mi vida he tenido en mente. El tener que lidiar con este desarriago de estar en otro país. Pero hay millones de personas en la misma situación”.
Sobre el tema de los refugiados, Gurnah asegura que hay una mayor concientización en nuestros días debido a la guerra en Ucrania, pero también se da otro fenómeno menos amable. “En algunas partes de Europa, hay una cierta reticencia a los migrantes, hacia los extraños, y no es ninguna novedad, y en este caso tiene que ver con la distancia con las personas que vienen del sur del mundo, y creo que esta reticencia responde a un cierto racismo, desde luego, no todos los países han respondido así”.
Por lo mismo, Gurnah hace hincapié en una de las noticias que ha dejado la guerra en Ucrania. La discriminación que han sufrido los refugiados de países de Asia y África a quienes no se les ha permitido huir de la invadida nación. “No es novedad que los países europeos muestren simpatías por los ucranianos, son sus vecinos, incluso algunos son gente de su misma familia. Es triste -aunque no sorprendente- que este tipo de hospitalidad, este tipo de preocupación no siempre se extienda a los afganos, a los sirios, a los iraquíes que aparecieron en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, que fueron devueltos después de haber estado expuestos a la intemperie en pleno invierno. Este comportamiento se ha visto y ahora las autoridades polacas están demostrando una preocupación igual para con personas que vienen de otras zonas, no solo de Ucrania. Esta publicidad ha servido para exponer esta actitud parcial o sesgada hacia las personas que vienen de distintos países”.
“Es una expresión del provincianismo de la Academia Sueca”
Hasta el 2021, Abdulrazak Gurnah era un perfecto desconocido para la gran mayoría de los lectores del mundo. Muy pocos habían leído una novela suya y su nombre no figuraba en ningún radar previo a la entrega del Premio Nobel de Literatura, el cual se terminó por adjudicar. Por eso, es un tema de consulta obligada.
¿Le ha cambiado la vida haber ganado el Premio Nobel de Literatura?
Sí, me ha cambiado la vida. Para empezar, es un gran honor, me ha hecho muy feliz ganar este premio y sumarme a una lista de autores que tanto admiro y me parece que vienen de otros lugares y otras atmósferas del mundo. Ahora me dicen: ‘Vale, puedes entrar a este club’, es fantástico. Es maravilloso que haya tantas personas que quieran leer la obra de este autor y hacerlo en sus propios idiomas, eso significa que muchas personas, de muchos lugares distintos del mundo desean leer estos libros. Es el sueño de cualquier autor, diría yo.
“Pero el cambio viene por otras vías -añade Gurnah-. Hay muchas personas que te invitan a distintos proyectos, que quieren hablar contigo, etc, etc. Supongo que en estos momentos estoy muy alegre y contento de responder a todo aquello que puedo responder, pero supongo que en algún momento también estará muy bien volver a tener tiempo para escribir”.
Considerando que Gurnah es el primer oriundo del África negra en 36 años en ganar el Nobel, desde el nigeriano Wole Soyinka, en 1986 (aunque el último africano fue el sudafricano blanco J. M. Coetzee, en 2003) se le consultó qué significaba eso para él.
“No lo sé, supongo que si vemos la historia del Nobel, lo que muestra es que las ediciones en general son europeas. Más que persona negra o de color, sería el primer africano en 30 años, pero ¿cuántos indios han ganado el Nobel?, ¿cuántos autores chinos, japoneses o de otros lugares? La pregunta en realidad es, ¿por qué han sido siempre los europeos? Y la respuesta es obvia, porque eso expresa, en cierta media, la estrechez de los valores que se otorga a las producciones literarias no europeas, se les da un valor muy pequeñito. Eso es así, no se puede hacer otra cosa, no podemos volver atrás en la historia y que la Academia Sueca haya tenido que leer más autores”.
Gurnah añadió al respecto: “En cualquier caso, es una expresión del provincianismo de la Academia Sueca, ¡sobre la cual no quiero decir nada que sea crítico, por supuesto!”.
A orillas del mar, llegará a Chile en abril vía Salamandra.
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