Director de la Biblioteca Nacional fue incorporado como miembro de la Academia Chilena de la Lengua
Pedro Pablo Zegers Blachet, director de la Biblioteca Nacional de Chile y uno de los mayores especialistas de Gabriela Mistral en el país, fue escogido para ser parte de la entidad.
Pedro Pablo Zegers Blachet, director de la Biblioteca Nacional de Chile, institución parte del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, fue incorporado recientemente en una ceremonia pública y solemne en el Instituto de Chile, como miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua.
Así, el director de la Biblioteca Nacional pasa a ocupar el sillón número 17, que hasta el 2020 usó el poeta Armando Uribe Arce, Premio Nacional de Literatura 2004. Anteriormente lo ocuparon ilustres personajes como Ramón Sotomayor, Augusto Orrego Luco, Arturo Alessandri Palma, Luis Oyarzún y Carlos Ruiz Tagle.
“Mi incorporación a esta selecta Corporación me enorgullece y responde a una larga relación con ese maravilloso mundo de las palabras que he construido durante la vida. Me siento honrado por este nombramiento y siento que no solo me prestigia a mí, sino que también a la Biblioteca Nacional de Chile, institución que me ha cobijado por más de 40 años”, señaló Zegers en la cita, declaración que también se replica a través de un comunicado.
La ceremonia fue dirigida por el director de la Corporación, Guillermo Soto; la vicedirectora Patricia Stambuk; la tesorera María Eugenia Góngora y el censor Juan Antonio Massone, quien leyó el discurso de bienvenida a Zegers en el que se recalcó su trayectoria como investigador, conferencista, escritor, director de la Biblioteca Nacional y su inmenso aporte al conocimiento y difusión de la vida y obra de Gabriela Mistral, ya que es uno de los mayores especialistas en el país.
Pedro Pablo Zegers Blachet, es licenciado en Filosofía con mención en Literatura general por la Universidad de Chile. Fue director del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, y Conservador del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile. Su trayectoria profesional se ha extendido principalmente en el ámbito de la investigación, edición y publicación de innumerables obras de gran relevancia.
Asimismo, ha sido jurado por varios años para el premio Municipal de Literatura en las áreas de Poesía, Dramaturgia y novela. Ha sido jurado también de concursos organizados por Ministerios y otros organismos del Estado. Ha dedicado gran parte de su carrera como investigador al estudio de Gabriela Mistral convirtiéndose en una de los mayores especialistas sobre la vida y obra de la premio Nobel. En el 2018 recibe por parte del estado de Chile, la Condecoración de la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.
Entre sus principales recopilaciones y estudios mistralianos se encuentran: La tierra tiene la actitud de una mujer. Pensamiento feminista, mujeres y oficios (1998), Recopilación de la obra mistraliana: 1902-1922 (2001), Gabriela Mistral: única y diversa (2006), Gabriela y México (2006), Lucila Gabriela: la voz de la maestra (2008), Niña errante, Cartas a Doris (2008), Hijita querida. Cartas de Palma Guillén a Gabriela Mistral (2011), La Francia de Gabriela Mistral (2013), Pasión de enseñar (2017), Poesía religiosa (2018), entre otros.
Por su parte, la Academia Chilena de la Lengua fue fundada el 5 de junio de 1885 en Santiago, por iniciativa de dieciocho académicos de la Real Academia Española. Figuraban entre ellos su primer director, el escritor y político José Victorino Lastarria; el escritor, filólogo, economista, periodista, político y primer secretario de la institución, Zorobabel Rodríguez —autor del Diccionario de chilenismos publicado en 1875—; el historiador Miguel Luis Amunátegui y el pedagogo, diplomático e historiador Diego Barros Arana.
Actualmente forman la corporación treinta y seis miembros, cuyas plazas se designan en orden numérico. La escritora Gabriela Mistral (1889-1957) es miembro de número permanente y el papa Juan Pablo II (1920-2005) es miembro de honor.
Sus principales objetivos, según se recoge en su Reglamento, son velar por la pureza y esplendor de la lengua española, contribuir a los trabajos de la Asociación de Academias de la Lengua Española y colaborar con otras instituciones relacionadas con el idioma y la literatura chilena.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.