Autor de nuevo libro sobre Ramones: “Eran una colección de personas desadaptadas”
Emilio Ramón acaba de publicar Ramones en 32 canciones, un texto en que recorre la historia de la fundamental banda neoyorquina a partir de las historias que rodean a canciones clásicas como Blitzkrieg Bop, a material más oscuro. En charla con Culto, el autor defiende la originalidad de la banda y detalla el aporte de su texto. “En las biografías clásicas, siempre aparecen las mismas citas, pero acá hay mucho más”.
Es probablemente una historia repetida en muchas personas, pero igual de emocionante. Acaso parafraseando una de sus canciones, fue una radio de rock ‘n’ roll la que le permitió al joven Emilio Vilches Pino, conocer la música de los Ramones, una de las leyendas del punk. De inmediato, su rock simple, crudo y compacto como ladrillazos de distorsión, le remeció.
“Fue el año 97, poco después de que los Ramones se retiraran -recuerda-. Había un programa de radio que se llamaba After Midnight, que conducía Alfredo Lewin, y donde ponían discos completos, y yo me quedaba despierto todas las noches hasta saber qué disco iban a dar, porque en ese tiempo no era tan simple conseguir música. Y un día pusieron, a propósito del fin de la banda, el disco Greatest Hits Live, un disco que recopilaba tomas en vivo de sus últimas giras. Escuché un par de canciones y quedé impactado, alucinando”.
Para Vilches, quien se define como profesor, músico y editor, esa noche le resultó reveladora. “Fue como una epifanía -recuerda-. No podía creer que existiera algo así en el mundo y yo no me hubiera enterado. Mezclaba lo mejor del sonido pesado de bandas como Nirvana y la melodía de los Beatles, mis dos bandas favoritas por aquellos años. Me acuerdo de que le saqué un casete a mi papá y grabé el disco encima. Lo escuché hasta que se me enredó la cinta. Me hice fan a los treinta segundos de empezar a escucharlos”.
Hasta ahora, Vilches no solo ha publicado libros de música, sino que también de ficción. Con la editorial Santiago-Ander, y bajo el psuedónimo de Emilio Ramón, lanzó los libros Noches en la ciudad (2017) y la novela Labios ardientes (2014), con el sello La Polla Literaria, Santiago. Pero su interés en el punk rock, lo llevó a juntarse con Ricardo Vargas, con quien publicó el buen libro Disco Punk (2020), donde recorre la historia de los 20 discos imprescindibles del género creados en Chile. Durante 2022, también publicó la novela Los muertos no escriben.
Pero había un interés latente. El fanatismo por los Ramones y su innegable impacto en la cultura pop (como su inolvidable aparición en Los Simpsons, como banda invitada al cumpleaños del Sr.Burns) gatilló en Vilches la idea de escribir un libro sobre la legendaria banda neoyorquina. Hoy, el libro Ramones en 32 canciones, editado vía Santiago-Ander, está disponible en las librerías, y tendrá su lanzamiento oficial este sábado 15 de octubre, en el marco de la 2da feria de Artes Literarias y Musicales.
El volumen recorre la historia de la banda a partir de una revisión de 32 de sus canciones. Además, incluye un breve prólogo a modo de contexto del período en que emergió el grupo, en pleno auge del rock sinfónico y el glam, así como una suerte de trazabilidad de su sonido (deudor de los sesentas y el rock & roll de primera época) y un repaso por sus días en el afamado club CBGB, en la Gran Manzana.
“La idea surgió porque me había leído un montón de libros sobre ellos, muchos libros que ni siquiera llegan acá o que nadie se ha interesado en traducir -explica . Entonces pensé en que podía darle una narrativa a toda esa información y hacer algo distinto a los libros biográficos típicos. Anduve dándole vueltas a la idea, hasta que se me ocurrió esto, hacer una historia, pero a través de sus canciones. Pensé que era una buena forma de que el publico en general pudiera conocerlos a ellos más allá del cliché, y al mismo tiempo una buena fuente de información y diversión para los fans más extremos”.
¿Cómo se eligieron las 32 canciones?
Hay algunas que no podían faltar, como Blitzkrieg Bop, I Wanna Be Sedated o Sheena Is a Punk Rocker, los clásicos. Hay otras que fueron seleccionadas no por ser de las más conocidas, sino porque encajaban mejor en la narración, en la historia que va contando el libro. Por ejemplo, para el álbum Subterranean Jungle, está Time Bomb, que no es la más conocida ni tampoco mi favorita del disco, pero es la que mejor servía para contar lo que estaba pasando en ese momento en la banda, que era la salida de Marky.
En el libro defiendes la originalidad de la propuesta de los Ramones, pese a que autores como Simon Reynolds destacan que el punk en general no era un movimiento rupturista, sino que se alimentó de ciertos códigos del viejo rock & roll ¿fueron una banda rupturista o más bien conservadores?
Ningún estilo musical surge de la nada. Siempre hay antecedentes. La originalidad, en cualquier ámbito del arte y de la vida, no está en sacar una idea de la nada, sino que juntar ideas anteriores que nunca se habían juntado, y en ese sentido los Ramones fueron una banda muy original, rupturista. En el libro, de hecho, se habla bastante de sus influencias en el rock and roll, el pop sesentero, el bubblegum y la música surf, los Stooges, MC5, New York Dolls, además de un destilado de influencia del cine de terror de serie B, de la televisión, el humor, los cómics. Esa mezcla de influencias, además del sonido de la guitarra y las letras, que mezclaban el humor negro con lo iconoclasta puro, sí que dieron origen a un estilo muy original.
El libro recorre algunas de las tensiones de la carrera de los Ramones como su búsqueda del éxito comercial y las tensiones entre Joey y Johnny ¿fue esa la mayor cruz de su carrera?
Para algunos de ellos, lidiar consigo mismos ya era una cruz. Los Ramones eran una colección de personas desadaptadas y disfuncionales, y la relación entre ellos es de lo más extraña, considerando que estuvieron tantos años juntos casi sin parar de girar. Y lo del éxito comercial sí que era un tema, sobre todo para Joey. Hubo un punto en su carrera en que Johnny asumió que nunca serían masivos ni tendrían un número 1 y decidió no preocuparse más por aquello, pero Joey nunca abandonó ese anhelo. En ese sentido, conocer (a fines de los 80, principios de los 90) el delirio que provocaban en países como Argentina y Brasil, para ellos fue la gloria. Y era muy raro, porque en Argentina llenaban un estadio de fútbol, con locura en las calles y multitudes cantándoles día y noche afuera del hotel. Pero volvían a Estados Unidos y tocaban en clubes pequeños, y se paseaban por las calles sin que nadie se les tirara encima. Debe haber sido casi surrealista vivir esa experiencia.
¿Cuál es el mayor aporte del libro respecto a lo que se conoce sobre los Ramones?¿pensaste en algún momento contactar alguien que les hubiera conocido o trabajado con ellos?
Sí, pensé en hablar con Mickey Leigh, que supuse que tendría algo más de información acerca de las canciones, al menos las de Joey, pero después me di cuenta de que no era necesario. En el libro ya tiene la información suficiente, y creo que ese es el aporte, que hay muchas fuentes que no son las habituales. Leí cientos de entrevistas que dieron a revistas estadounidenses e inglesas, desde mediados de los 70 hasta que se acabaron, además de las voces de sus roadies, sus esposas, sus productores. En las biografías clásicas, siempre aparecen las mismas citas, los mismos hitos, pero acá hay mucho más.
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