Jarvis Cocker, un libro y las lecciones de una estrella
Pop bueno, pop malo se llama el volumen que llega al país en una coedición entre Editorial USACH y la mexicana Sexto Piso. En sus páginas, el líder de Pulp va recordando diferentes momentos de su vida, por supuesto haciendo hincapié en su afamada banda. ¿Cómo es el libro? En Culto lo desmenuzamos junto a su traductor.
Pensó que la promesa no se iba a cumplir, y que sería una más de las decepciones que ya había experimentado en su corta vida. Por el zaguán de la casa en Sheffield, el adolescente Jarvis Cocker vio aparecer al alemán Horst Hohenstein, el nuevo novio de su madre, a quien la mujer había conocido en unas vacaciones en Ibiza unos meses antes. Ocurre que en la soleada costa mediterránea, Cocker le había comentado al germano de su amor por la música. Este, conmovido, le había prometido al muchacho -futuro líder de Pulp- que le regalaría una guitarra eléctrica cuando volviera a verlo. Pero al llegar, solo lo vio con una gran maleta metálica, sin rastros del instrumento.
“Aunque la maleta era grande, no lo suficiente para que cupiera una guitarra ahí. Probablemente se le había olvidado. Es lo que hacían los adultos”, escribió el mismo Cocker en el libro Pop bueno, pop malo, donde él mismo va narrando la historia de su vida. El volumen acaba de ser publicado en Chile en coedición entre la Editorial USACH y la casa mexicana Sexto Piso. En sus páginas, el cantante de Pulp comenta lo que encontró en el desván de una casa en que vivió en Londres, después de muchos años de ir postergando el momento de limpiar. Ahí, decide qué se queda y qué se va a la basura. En ese ejercicio, va recordando diferentes momentos de su vida.
La gestación del libro fue tan acontecida como lo que cuenta. Así lo relata a Culto su traductor, el mexicano Eduardo Rabasa. “La verdad fue un proceso que duró bastantes años, sin que obviamente se supiera que iba a ser así. Resultó que hace unos 6-7 años, en una feria del libro de Londres, la agente Mónica Carmona, de la agencia literaria del mismo nombre y que es la agente de Jarvis, en su catálogo de la feria llevaba ya un próximo libro de Jarvis, que si no recuerdo mal, terminó siendo totalmente distinto ahora de lo que era la descripción inicial. Siendo como soy súper fan de Pulp y de Jarvis, le pedí que por favor nos considerara fuertemente llegado el momento, la verdad un poco temeroso de que en su momento se lo fueran a dar a Reservoir Books, que había publicado el libro con sus letras anteriormente”.
“Literalmente, cada feria de Londres o Frankfurt le volvía yo a preguntar por el libro, y me decía que estaba en proceso y así, hasta que hará un par de años finalmente estuvo listo el libro como tal, y yo creo que entre por tanta insistencia, como también obviamente el hecho de que a lo largo de los años habíamos robustecido nuestra colección de música, estuvimos entre las editoriales a las que se les envió de inicio el libro. Lo leí lo más rápido que pude y expresé mi interés, aún temeroso de que incluso por un tema de dinero pudiéramos llegar a quedar fuera, pero me parece que Mónica consideraba por todo esto (y quizá también porque en su momento le mandé un ensayo que escribí sobre los 25 años del Different Class, o sea que podía ver que claramente era yo devoto de la música de Pulp) que podíamos ser la mejor opción, para México y América Latina, y finalmente así sucedió, y ella fue quien recomendó a Jarvis que nos dieran los derechos a nosotros para estos territorios, y a Blackie Books para España”.
En un estilo bastante coloquial y elegante al mismo tiempo -tal como lo es Pulp-, Cocker entretiene al lector con anécdotas y fotos de objetos raros como su colección de bolsas de plástico. Por supuesto, comenta los inicios de Pulp: cómo desde un comienzo pensó al grupo con un concepto en que mezclaba el pop y la moda, además de su admiración por los Beatles. “¿Cómo no podría haberme obsesionado con ellos? She loves you estaba en el número 1 de los listados el día en que yo nací. Mi papá se fue de la casa en 1970, el mismo año en que se separaron. Entre esas dos fechas los Beatles fueron una presencia difusa, benevolente, en mi vida”.
También comenta cómo fue la primera tocata de Pulp, un día en la escuela secundaria, a la hora de almuerzo, usando pirotecnia artesanal fabricada por el profesor de química -que resultó ser bastante pobre-. Vestidos con unos trajes hechos por la hermana de Jarvis, fabricados con una tela brillante que Cocker encontró en un armario del recinto. El resultado no fue el mejor. “La banda ‘irrumpió’ en el escenario vestida con un conjunto de cortinas para gente retirada. A plena luz del día. Enfrente de toda la escuela. Una humillación total y absoluta. El recuerdo aún me produce escalofríos”.
Como sea, esa seguidilla de recuerdos y anécdotas más de un problema le dieron a Rabasa a la hora de la traducción. “Por un lado tratar de respetar el estilo que me parece a mí es al mismo tiempo entre elegante y súper lúcido, pero a la vez coloquial y con algo de slang, en este caso incluso de Sheffield. A veces por ejemplo el humor tampoco se traduce bien, y el libro de Jarvis contiene una gran dosis de humor, así que de mi lado el reto era por supuesto ser siempre muy fiel al significado original, pero no de manera acartonada, y que se perdieran estos elementos que para mí son cruciales en el libro”.
“Y también sufrí un poco con algo que es muy importante en el libro, y son las descripciones de moda, pues como queda claro ahí, incluso desde los primeros esbozos de la idea de su futura banda, Jarvis tenía muy presente el tema de la vestimenta, y no son en mi caso términos con los que estoy familiarizado, y mucho menos en inglés. Por suerte me ayudó mucho con esto (y con toda la traducción) mi esposa, que es sumamente conocedora de moda, así que me permitió resolver términos que yo no sabía que existían ni siquiera en español”.
Si bien lo habitual es que los traductores trabajen junto a los autores, en este caso, Rabasa conoció a Cocker en una fase muy avanzada del trabajo. “Sólo fue hasta que el libro apareció y vino al Hay Festival de Querétaro a presentarlo, que tuve la oportunidad de conocerlo y trabajar con él, pero más en este caso en cuanto a la gestión y organización de los eventos. La verdad que fue una experiencia maravillosa, porque es una persona de una calidad humana y amabilidad muy sobresalientes, principalmente para ser alguien de un perfil como el suyo. En este sentido es también un antirockstar, es sumamente consciente y respetuoso del trabajo y el empeño de todas las personas involucradas en el libro, en los eventos y demás. No tengo sino cosas buenas que decir de cómo ha salido todo con él”.
Por supuesto, nada de esto hubiera ocurrido si Cocker no hubiese recibido esa guitarra de parte del novio de su madre. “Tan pronto entró a la casa abrió la maleta y ahí había…media guitarra…resultó que solo le habían permitido una pieza de equipaje en el vuelo, así que había desarmado la guitarra para poder mantener su promesa”. Luego, el germano armó el instrumento -marca Hopf- con un destornillador. “Y mi vida no volvió a ser la misma”.
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