Las Demás: el aborto en una película chilena desenfadada
Premiada en el prestigioso Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici), el filme de la chilena Alexandra Hyland se estrena esta semana en salas locales. Contra lo esperable, las protagonistas Nicole Sazo y Alicia Rodríguez (Joven y alocada) le dan un trato luminoso a una experiencia compleja.
Mientras la directora chilena Alexandra Hyland editaba su película Las Demás se topó con el estreno de Never, rarely, sometimes, always, amargo largometraje sobre una muchacha de un pueblo de Pennsylvania que tiene un embarazo no deseado. Desorientada y abandonada por una familia sin empatía, la adolescente viaja a Nueva York a hacerse un aborto. Todo es triste hasta decir basta, pero eso no impide que el filme luzca tan real como las horas del día.
La directora chilena, cuya película Las Demás se acaba de estrenar, dice que aquel largometraje de la estadounidense Eliza Hittman está entre sus favoritos de toda la vida, pero al mismo tiempo reconoce que lo suyo es otra cosa. Confiesa que su primera película de gran formato (antes realizó algunos cortos no estrenados), tiene bastante de su propia personalidad, sin tanta tragedia de por medio.
En lo esencial, la película cuenta la historia de amistad de Rafaela (Nicole Sazo) y Gabriela (Alicia Rodriguez, que retorna al cine tras Joven y alocada) dos jóvenes universitarias enfrentadas a la intempestiva nueva condición de una de ellas. Tras una noche de juerga que incluyó un encuentro sexual con uno de los muchachos invitados, Rafaela queda embarazada.
Algo falló, algo pasó, tal vez la píldora no hizo efecto o quizás la borrachera hizo pensar al chico que usaba un preservativo inexistente. En fin, sucedió lo esperable y ahora Rafaela enfrentará lo que se puede conocer como un aborto clandestino.
Para ello, su amiga Gabriela será soporte y pilar de ayuda. La alegrará, la soportará y más de una discusión las distanciará alguna vez. Eso sí, todo siempre estará pasado por el filtro de diálogos y situaciones inesperadas, graciosas y hasta algo surreales. Nada de pesar y tragedia.
La película se estrenó a inicios del año pasado en el Festival de Cine de Rotterdam (Holanda) y luego se exhibió en el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici), donde ganó el premio a la Mejor Fotografía. Aquel galardón es sintomático en una historia donde la urgencia de la trama se contrasta con tonos pastel en la imagen, inscripciones gráficas sobre la pantalla y piezas en que el color rosa lo domina todo.
“Hay que decir que el departamento de arte era el más grande de todos”, comenta Alexandra Hyland, aludiendo a la importancia de la visualidad. “Es una forma de reflejar la estética personal. En mi caso soy muy como de echarle glitter a todas las cosas, pegar stickers, transformar o recortar la ropa. También quisimos pintar totalmente de rosado el departamento donde viven Rafaela y Gabriela”, agrega.
La banda sonora también contribuye al clima, con música de cantantes chilenas como Tomasa del Real, Javiera Mena, Violeta Castillo y, particularmente, Inclinada, nombre artístico de Karina Hyland, hermana de la directora.
Sobre el matiz relativamente etéreo o cómico de ciertas escenas, la realizadora enfatiza: “El tono también tiene que ver con que la mayoría de las películas sobre el aborto son muy oscuras y trágicas. Y es lógico que así sean. Pero aun así creo que tenemos derecho a darnos una oportunidad y ver filmes que sean más luminosos y no tan tristes”
¿Cómo concibió esta película?
Yo no aborté, pero tengo amigas que si lo hicieron. Además, he estado cerca de todo lo que rodea a la salud sexual reproductiva. Partí escribiendo la película a partir de las experiencias de mis amigas y también con una mentalidad abierta a hablar de sexo. Lo que puedo decir es que cuando una mujer habla de este tipo de situaciones inmediatamente es calificada de “suelta” o “fácil”.
¿Qué tan importante es la amistad en la historia?
Lo primero que quería contar era una historia de amistad de dos mujeres. Pero no una historia de amistad cualquiera, sino que una relación más bien indestructible, casi como una fortaleza frente al mundo exterior. De cierta forma quería borrar un poco esa imagen de que las mujeres sólo competimos entre nosotras, sin atender a los vínculos.
En la película se muestran en detalle todos los pasos del aborto, ¿Por qué?
Para mí era fundamental contar como se hace. Me gusta un poco pensar que la historia puede funcionar como un manual inserto en la película. Me parece que hasta puede cumplir un poco la labor de difusión. Muchas personas aún no saben que un medicamento como el misoprostol se demora 12 horas en producir el aborto. Lo que me interesaba era transparentar al máximo esta realidad.
¿Por qué no hay figuras paternas en la película?
Básicamente porque aún hay mucho secretismo en torno al tema y muchas chicas no les cuentan nada a sus padres. Estar sola frente al mundo es una de las características del aborto. Normalmente no es algo que se llegue contando a la mamá.
Alguien puede argumentar que Las Demás justifica el aborto por cualquier causa.
Entiendo perfectamente que alguien me vaya a preguntar algo así y que piense que yo estoy justificando el aborto en una persona que no sufrió violación. O que tiene un embarazo que no la pone en peligro a ella ni a su hijo o hija. Pero a esas personas les digo que deben ponerse en la piel y los zapatos de una muchacha que un día va a una fiesta, se divierte, tiene sexo (cuestión que es lo más normal del mundo) y de repente se da cuenta que está embarazada. Eso pasa en la realidad todos los días.
En la película el chico con él que ella tuvo sexo no quiere que aborte, ¿Por qué?
Me importaba bastante no demonizarlo a él. En rigor, en la vida real los comportamientos de los hombres tienden a ser bastante peores, desentendiéndose de todo. Alguien puede decir “Que ella se haga cargo de lo que pasó” y yo creo que de alguna manera el personaje de Rafaela sí se hace cargo de la situación. Lo que pasa es que nada en la vida es lineal y perfecto como puede pensar quien no enfrenta este tipo de situaciones.
¿Dónde se enfrentó a ese tipo de críticas?
Fundamentalmente en Colombia, que es un país con un conservadurismo parecido al chileno. Fue una mezcla de cosas. Nos tocó mostrar la película a muchachos de colegios y eso en sí fue muy bueno. El problema es que a uno de los muchachos, tal vez de un hogar más tradicional, no le gustó la película y eso hizo que una profesora me reprochara abiertamente. Encontró que Las Demás era muy violenta y que yo había ido muy lejos en el tratamiento del tema.
¿Tiene buenas expectativas con su estreno en Chile?
Sí. Al menos ya se ha generado bastante debate en redes sociales y hay gente discutiendo entre sí (risas). Más de alguno la ha criticado por “simplista” o algo así, pero por otro lado ese tipo de opiniones ha tenido su respuesta de vuelta. Hay debate.
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