¿Quién fue Roque Esteban Scarpa? El poeta pariente de Gabriel Boric, admirador de Mistral y amigo de Frei Montalva

Hace 110 años nació en Punta Arenas Roque Esteban Scarpa, poeta, crítico literario y primo de la abuela paterna del presidente Gabriel Boric. Fue profundo admirador de la obra de Gabriela Mistral, Director de la Biblioteca Nacional durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva y director de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM). En 1980 fue ganador del Premio Nacional de Literatura. Así, la conexión del actual mandatario chileno con las letras no es un hecho aleatorio, sino más bien una extensión de sus orígenes familiares.

“Scarpa fue alguien que luchó por ser fiel a una vocación verdadera. Y en esa lucha comprometió sus raíces y sus anhelos. Se forjó en disponibilidad para otros. Por eso supo despertar el alma ajena y por la misma razón aprestó la suya a recibir las voces que le animaban y a escuchar las otras venidas de tantos libros y gestos humanos”, escribió Juan Antonio Massone, poeta chileno.

Hijo del yugoslavo Esteban Scarpa Covacevic y de la corsa María Esperanza Straboni Steffani, el autor creció en la zona austral de Chile. Comenzó a escribir desde muy pequeño. Según Memoria Chilena, a los 9 años, dos sus poemas fueron publicados en el diario La Unión de Argentina. A los 15, partió a Santiago a estudiar química y farmacia en la Universidad de Chile, carrera de la que no se tituló.

Su incursión en el mundo literario tuvo lugar en 1931, cuando se integró a la Academia Literaria de la Asociación Nacional de Estudiantes Católicos (ANEC), donde escribió con mayor regularidad.

Tras dejar su carrera en la ciencia, ingresó a estudiar pedagogía en la Universidad Católica y posteriormente, un doctorado en literatura en la Universidad de Chile. Su preocupación por la enseñanza se vinculó a proyectos de textos escolares y a trabajar en bibliotecas públicas.

“Somos actores en el iluminadísimo escenario del saber y del hacer. Aunque seamos oscuros, la implacable luz viene de esos ojos que recordarán siempre, que nos juzgarán siempre, más que como seres sabios, como seres humanos capaces de amar la imperfección ajena”, escribió Scarpa en una carta a los maestros.

Su primer libro lo publicó en 1935 y lleva por nombre Dos poetas españoles: Federico García Lorca, Rafael Alberti. En 1942 publicó Mortal mantenimiento, el cual fue premiado por la Sociedad de Escritores de Chile.

Estudió la obra del escritor alemán Thomas Mann, a quien le dedicó su libro Thomas Mann: una personalidad en una obra (1961), recibiendo por este el Premio de la revista Atenea de la Universidad de Concepción.

También fue admirador de la obra de Gabriela Mistral. La poesía y la pasión por la educación los unía. “Aportó a la dilucidación de muchos antecedentes bio-bibliográficos de la autora de Lagar, a través de dos libros importantes: Una mujer nada de tonta (1976) y La desterrada en su patria (1977). Además, publicó cinco antologías temáticas de la prosa mistraliana”, dice Juan Antonio Massone en la revista Literatura y Lingüística.

Fue amigo de Eduardo Frei Montalva, tal como revela la correspondencia que compartían. “Tu gesto, una vez perdida la elección, cobra un doble valor y significa un valioso estímulo para continuar con la tarea por la cual hemos dado prolongada batalla”, agradeció en una misiva el expresidente al poeta, por su apoyo durante la campaña presidencial donde se enfrentó a Jorge Alessandri.

Scarpa le regaló El dramatismo en la poesía de Federico García Lorca, su ensayo publicado en 1961. “Hace tiempo te busco aun que sea para decirte que no se ha producido tal vez en América un libro como el de Thomas Mann”, escribió Frei Montalva a su amigo respecto al libro sobre el autor de La montaña mágica.

La amistad y la experiencia del poeta hizo que Frei Montalva lo nombrara Director de la Biblioteca Nacional en 1967, cargo que ostentó diez años. Desde 1973 a 1975 fue director de la DIBAM, donde creó diversas secciones, como Referencias críticas, Mapoteca, Archivo del escritor y del músico.

Además, fue miembro por quince años de la Academia Chilena de la Lengua, lapso en el que ingresaron, por vez primera, algunas escritoras y estudiosas del idioma y de la literatura. Fundó el Centro de literatura Comparada (U. de Chile) y fue presidente del Instituto de Chile desde 1983 a 1985.

En 1980, por su prolífica carrera como escritor y amplio aporte a las letras en Chile, se le otorga el Premio Nacional de Literatura. Al año siguiente, publica la elogiada obra El laberinto sin muros, libro que contenía su producción poética de los años 1978 a 1980. Este texto se lo dedicó a Oreste Plath, escritor y folclorólogo chileno.

Sin embargo, a pesar de su rica trayectoria, su obra no es tan reconocida en la actualidad. “La consagración a la literatura de este Premio Nacional 1980 fue creativa, constante, amplia, generosa. Pero esa misma vastedad plural le jugó en contra de una estimación más atenta hacia su obra. En Chile tienen más aceptación quienes saben pulsar una sola cuerda. Los espíritus que ostentan variedad en creaciones y aportes culturales suelen incomodar a quienes se especializan”, dice Massone sobre Scarpa.

Durante su carrera, también escribió en diarios y revistas, como El Mercurio y La Tercera. En este último, estaba a cargo de la sección La verdad y sus sombras, un apartado donde escribía sobre cultura chilena. La Biblioteca Nacional Digital de Chile tiene a disposición dos de sus textos, uno sobre Hernán Díaz Arrieta, escritor chileno más conocido como Alone; y sobre Lautaro García, pintor, cantante y dramaturgo nacional.

Roque Esteban Scarpa murió el 11 de enero de 1995, a los 81 años. Sus restos fueron trasladados a la capilla del Campus Oriente de la Universidad Católica.