Productor del Festival de Viña del Mar revela que lo pasó “mal” con el show de Maroon 5 en 2020: “Fue un parto”
En entrevista con Cecilia Gutiérrez, Daniel Merino detalló la fatídica noche en la que la banda estadounidense se presentó en el festival y se convirtió en la banda más odiada de los chilenos.
“Esto es un programa de televisión de mierda, no un concierto”, se le oía decir al cantante principal de Maroon 5, Adam Levine, enfurecido mientras bajaba junto a su banda del escenario de la Quinta Vergara el 23 de febrero de 2020.
El cantante, que estaba programado para tocar junto a Maroon 5 durante la primera noche del festival, llegó media hora tarde, cantó desganado y se retiró insultado el evento, lo que lo convirtió en uno de los artistas más odiados de nuestro país hasta el día de hoy.
A cuatro años de aquel polémico show, Daniel Merino, productor general del Festival de Viña del Mar, reveló lo que ocurro detrás de escenas esa primera noche del festival en el pódcast “Bombastic” de Cecilia Gutiérrez.
Merino -que en ese entonces era parte de la producción del evento- cuenta que uno de los primeros problemas que surgió fue que la banda no quiso hacer la prueba de sonido. “Por contrato nosotros siempre exigimos que lo hagan porque es ahí donde pactamos muchas entre ellos y las intervenciones de los animadores”, expresa.
“Yo dije, esto va a estar mal. Pero nunca pensé que iba a llegar a lo que llegamos. (...) Por el comportamiento del artista, Maroon 5 fue un parto. Lo pasé muy mal”.
Según cuenta Merino, el grupo, conformado por Adam Levine, Jesse Carmichael, James Valentine, Matt Flynn, PJ Morton y Sam Farrar, no solo se saltó la prueba de sonido, sino que cuando llegó la hora de presentarlos, seguían en el hotel.
“Hicimos tanda, fuimos a social room, leímos hasta el último tweet. No teníamos que hacer”, expresó Merino. Cuando finalmente llegaron a la Quinta Vergara, el director asegura que Levine ”llegó como un gringo que no tiene idea de a dónde va, ni qué son las gaviotas, ni qué tiene que hacer”.
Cuando finalmente llegó la hora de salir al escenario, la banda no quería que los presentaran al público. “Le dijimos: Te vamos a presentar igual. Aquí el control del festival lo tenemos nosotros”, relata Merino.
Ese día, Levine subió al escenario con una expresión seria en su rostro, claramente molesto y con un repertorio que incluyó tan solo 15 canciones, tras las cuales la banda bajó rápidamente del escenario sin intención de participar en la tradicional entrega de gaviotas.
“A los tres, cuatro días, me escribe la manager de ellos y nos pide las gaviotas”, cuenta Merino. “Mi respuesta fue: Los premios se entregan en el escenario, o no se entregan, porque son premios que entrega la gente. No hay gaviota”.
“Yo siento que ellos no sabían a lo que iban. Los artistas tienen tantas cosas en la cabeza, tantos shows. Pensaron que de 50 shows este era uno más”.
Si bien Levine asumió la responsabilidad de su comportamiento en redes sociales al día siguiente, argumentando que se dejó llevar por factores externos que “afectaron cómo me estaba comportando en el escenario”, la banda no ha vuelto a tocar suelo chileno desde aquel día.
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