Arturo Pérez-Reverte: “España, con todos sus errores y oscuridades, creó un mundo nuevo, mestizo, maravilloso”

Arturo Pérez Reverte wsp
Arturo Pérez-Reverte: “España, con todos sus errores y oscuridades, creó un mundo nuevo, mestizo, maravilloso” Arturo Pérez-Reverte en la isla de Syros Grecia © Archivo del autor

El reconocido escritor español acaba de publicar su novela La isla de la mujer dormida. Una novela ambientada en 1937 donde un corsario moderno ataca barcos que prestan ayuda al bando Republicano de la Guerra Civil Española, pero se involucra con una misteriosa mujer. De su amor por las novelas de aventuras y el mar, Pérez-Reverte habló con Culto, además de comentar el pedido que la presidenta de México hizo a España para que pidiera perdón por los abusos cometidos en la Conquista.


En el pasado, en su infancia en Cartagena, España, Arturo Pérez-Reverte (72) solía leer todo lo que le cayera por delante. Pero un tipo de novelas que lo marcó mucho fueron las de aventuras, especialmente las de piratas y corsarios.

“Cuando era niño me fascinaban las historias como La isla del tesoro o El corsario negro. Estaban en mi cabeza y toda la vida quise escribir una novela de piratas. Nunca encontré el momento, pero hace dos años estando en el Mar Egeo, se me ocurrió la idea. Vi la idea, piratas modernos, una isla del mar Egeo y entonces busqué un momento histórico, unas circunstancias que me fueran adecuadas como escenario y ahí salió la novela. Uno en realidad uno va viviendo, va acumulando material en la cabeza y un día parte ese material toma forma de novela”, comenta su autor a Culto.

Y esa novela de corsarios modernos, ambientada en el siglo XX, en 1937, ya se encuentra en las librerías chilenas. Se llama La isla de la mujer dormida (Alfaguara) y cuenta la historia de Miguel Jordán Kyriazis. Un aventurero español que es enviado por el bando sublevado -en plena Guerra Civil Española- para que en el Egeo ataque a los barcos que van desde la URSS con ayuda militar para la República. Sin embargo, en una isla de ese mar, conoce al barón Katelios, y a su esposa Lena, una seductora mujer madura con quien terminará enredándose.

Arturo Pérez-Reverte wsp

“Hay una parte histórica rigurosa, cierta -comenta Pérez-Reverte-. Durante la Guerra Civil la Unión Soviética enviaba a España material militar como ayuda. Eso es cierto y también es cierto que tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, barcos nacionales franquistas o barcos italianos aliados de Franco atacaban ese tráfico. Eso es cierto, pero a partir de ahí yo ya monto mi propia historia. Yo invento una operación concreta en el mar Egeo para atacar los barcos, me invento una isla, una base de una isla, una tripulación liderada por un marino mercante, pero todo el escenario es rigurosamente histórico”.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

Tiene dos partes. La buena es la primera, busqué una isla, busqué cartografía, leí los datos históricos de la época, leí memorias de marinos que estaban allí, es decir, un trabajo de investigación, después ir a los sitios, a las islas, comer, beber, mirar, oler, oír música, documentar, regenerar todo aquello para que ese mundo sea riguroso y el lector pueda irlo sintiendo conmigo. Esa es la mejor fase, la más divertida, cuando todo es posible, cuando la novela puede ser una novela estupenda, cuando uno tiene buenas intenciones y uno ha llegado, digamos, a la rutina diaria, al día a día, a la lucha con la página, a las dos páginas, la corrección, el sujeto al adverbio y todas esas cosas. La segunda es la escritura, que es la parte más árida, más aburrida, más mecánica.

En general, las mujeres en sus novelas son mujeres fuertes, pero Lena Katelios es diferente...

Así es. En todas mis novelas aparecen mujeres fuertes, poderosas que luchan bajo un cielo sin dioses, mujeres que luchan en un mundo de hombres contra los hombres, a veces ganan y a veces pierden. Pero bueno, pero en este caso es una mujer que ya está derrotada. Yo quería contar la historia de una mujer cuando ya no hay combate por sí, cuando sabe ya que no hay esperanza. La mujer se enamora de un hombre, lo sigue, lo admira y entonces construye ese héroe, pero cuando la convivencia, la vida o los años resquebrajan al héroe, entonces la mujer queda sola y dice diablos, he sacrificado mi vida, mi juventud, mi trabajo, por seguir a este imbécil. Entonces viene una reacción peligrosa, que es cuando la mujer decide vengarse, pasarle la factura al hombre por esa vida que ella ha perdido por él. Y eso es en cierta forma el conflicto que planteo en mi novela. Lena Katelios hizo un héroe de su marido, pero ese héroe se ha desmoronado y ella lo que quiere es vengarse y eso lo hace como la novela lo cuenta: mediante el sexo, mediante la indiferencia, mediante una especie de rencor intelectual.

Arturo Pérez-Reverte wsp

Usted tiene varias novelas donde está el mar de protagonista. ¿Por qué le fascina tanto el mar? ¿Se siente un escritor “marino”?

Yo nací en Cartagena, una ciudad mediterránea. Crecí en un puerto, vengo de familia de marinos. He navegado mucho, navegué en barcos petroleros, ahora he navegado en mi velero. Entonces, para mí el mar es algo muy cercano, muy próximo. El Mediterráneo es mi patria, yo soy español, pero sobre todo soy Mediterráneo. Entonces, para mí es muy importante. Y es más, voy a decirle una cosa. Fíjese que soy tan mediterráneo que yo me siento más en casa en un café de Beirut, de Estambul, de Sicilia, de Cartagena o de Túnez, que en Rotterdam, en París, en Londres o en Nueva York. Yo me he sentido solo cuando he viajado a esos países del norte de Europa, pero en el Italia no estoy solo nunca, aunque sea tomando café o mirando a la gente me siento acompañado. El interior para mí es muy importante, muy, muy importante. Y a medida que me hago mayor y llego hacia el final de mi vida, lo es más. Uno intenta regresar allí donde fue feliz, allí donde proviene, como volver al hogar para morir. Además disfruto mucho estando en el mar Mediterráneo. Disfruto mucho al mar como elemento narrativo.

A usted le interesa mucho la historia, tiene muchas novelas ambientadas en el pasado. ¿Por qué le gusta escribir novelas históricas?

Mire, no es que me guste la historia, lo que no me gusta es el presente. O sea, los conflictos que yo relato son los conflictos que ha tenido el hombre desde siempre. Si uno se lee el teatro griego o el teatro latino, uno ve que ahí está todo: la traición, el incesto, el matrimonio, el amor, el odio, la venganza, todo está ahí. El ser humano va cambiando a través de los siglos, va cambiando la manera de ver el mundo, pero los temas son los mismos. Yo tengo mis novelas y empiezan a dar respuesta a ciertos problemas intelectuales, o narrativos, o lo que sea. Pero el mundo actual no me sirve, es demasiado vulgar. Yo no puedo hacer una novela con teléfonos móviles, ordenadores, hackers, internet, redes sociales o ese tipo de cosas. Es un mundo que no me da posibilidades lo bastante eficaces, pero el pasado, los años 30, principios del siglo XX, el siglo XVII, el siglo XVIII, me dan un escenario en el cual puedo desarrollar con eficacia, con más placer y con más luminosidad las ideas que quiero contar. Paradójicamente, yo hablo del ser humano actual en mis novelas, utilizo escenarios y situaciones del pasado para explicar el presente, porque el presente me parece demasiado vulgar. O sea, para el presente no hace falta una novela. Uno ve una película, va en el cine, se sube al autobús, mira al vecino. A mí no me apetece novelar eso.

Hablando del pasado, hace pocos días la presidenta de México pidió que España pidiera perdón a los pueblos originarios de América por los abusos cometidos durante la conquista. ¿Qué piensa usted de eso?

Vamos a ver. Hay una cosa que es fundamental en esto, que es la siguiente. El Día de la Hispanidad, el 12 de octubre, no se celebra la conquista de América, se celebra el hermanamiento con América. Entonces, el error es de los indocumentados, tontos y malintencionados que utilizan estas cosas para su propio rendimiento. En realidad, el 12 de octubre España no está celebrando la conquista ni el descubrimiento, estamos celebrando que usted y yo hablemos en español. Que haya una comunidad maravillosa de 600 millones de personas que comparten un fondo cultural mestizo, hecho de muchas cosas más. Naturalmente, se han cometido errores como (lo han hecho) los romanos y los árabes y todo el mundo, pero cómo España va a avergonzarse de haber construido universidades, de haber creado un mestizaje. Que pidan perdón los Estados Unidos por haber exterminado a los indios, por haber arrasado, por haber impuesto a sangre y fuego una cultura anglosajona. O los belgas por lo que hicieron en el Congo, o lo que hicieron los portugueses en Angola. Por supuesto que sí. Pero España, con todos sus errores y oscuridades, creó un mundo nuevo, mestizo, maravilloso. Entonces, lo que celebramos el 12 de octubre es ese hermanamiento, esa lealtad mutua, esa amistad, esas academias de la lengua, esos lazos, esos apellidos españoles mezclados con un montón de sitios, ese mensaje formidable que nos hace más inteligentes, más guapos, más listos, más simpáticos y más que todos los putos anglosajones del mundo.

Arturo Pérez Reverte

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.