¿Se estrena en cines? El incierto escenario en Chile de Megalópolis, el nuevo filme de Francis Ford Coppola

Megalopolis, el proyecto que ha obsesionado a Francis Ford Coppola durante más de cuatro décadas, se estrenó en la última edición del Festival de Cannes. Así, el octogenario director volvió al certamen en el que ganó la Palma de Oro en dos ocasiones, primero por La conversación (1974) y luego por Apocalipsis ahora (1979).

Como en otros momentos de su carrera, los comentarios fueron dispares. Según el análisis de The Guardian, se trata de “un filme inflado, aburrido y desconcertantemente superficial, lleno de verdades dignas de un alumno destacado de secundaria sobre el futuro de la humanidad”.

En cambio, otros críticos observaron virtudes en el regreso del cineasta de El Padrino (1972). “Es básicamente a prueba de críticas, tan extraña, tan desgarbada y, sin embargo, en algunos lugares tan gloriosa que cualquiera que la mire con los ojos entrecerrados y diga ‘no la entiendo’ está jugando directamente con su rara estrategia”, opinó la revista Time.

El primer largometraje de Coppola en 13 años –completamente financiado por él mismo– presenta una versión futurista de Nueva York. Tras el remezón producido por una catástrofe, se enfrentan las visiones de Cesar (Adam Driver), un arquitecto con una mirada utópica e idealista, y Frank Cicero (Giancarlo Esposito), el alcalde de la ciudad, convencido en que debe prevalecer el status quo. Las tensiones entre ambos están salpicadas por el hecho de que Cesar está enamorado de la hija del político, Julia (Nathalie Emmanuel).

Pero, como planteó Time, “Megalópolis es menos una película que una atmósfera”, por lo que lo que desarrolla durante sus 138 minutos es bastante más complejo y único que una sinopsis de un par de líneas.

De partida, Coppola está interesado en trazar un paralelo entre la Antigua Roma y la civilización del mañana. Para ello, se inspiró en un evento conocido como la conjuración de Catilina, una conjura política liderada por Lucio Sergio Catilina con el objetivo de tomar el poder por la vía militar en el año 63 a. C. Un intento de golpe de Estado que, según señalan los libros de historia, estuvo impulsado porque Catilina estaba abrumado por las deudas.

A fines de marzo, antes de su debut en Cannes, un grupo de renombradas figuras de Hollywood la vio en exclusiva en una sala Imax de Los Angeles. Las reacciones fueron mixtas, con algunos llamándola una obra maestra y otros expresando su disgusto. El medio Puck conversó con diferentes asistentes a la proyección y aseguró que “todas las personas con las que hablé estuvieron de acuerdo en que será difícil de vender”.

No se equivocaron. Tras semanas de incertidumbre, Coppola cerró un acuerdo de distribución después del Festival de Cannes, no antes, como era su deseo inicial. El contrato establecía que Lionsgate se encargaría de su estreno en cines de Estados Unidos. En tanto, otras compañías pactaron llevarla a las salas de Europa y parte de Asia.

El escenario ha sido más dispar en Latinoamérica. En México, donde es distribuida por Cinépolis, llegará este jueves 24, y en Brasil se lanzará el jueves 31 (mediante O2 Play). Antes, el miércoles 30, el director asistirá a a la Muestra Internacional de Cine de Sao Paulo, donde recibirá un premio honorífico y se proyectará su película más reciente. Además, en Colombia llegará el 7 de noviembre.

¿Y Chile? Por el momento no hay ninguna compañía confirmada y no aparece en el calendario de los próximos meses (donde sí figuran títulos premiados en Cannes y con buenas posibilidades para la próxima edición de los Oscar, como Anora y Emilia Pérez). Diversas fuentes consultadas con Culto aseguran que su estreno implica un riesgo muy alto. Un punto en el que coinciden tanto distribuidores como exhibidores locales.

En otras palabras, el recorrido que ha tenido durante estos meses (en Estados Unidos debutó sexta en taquilla y lleva recaudados apenas US$ 7,5 millones) no ayuda a pensar en Megalópolis como una película con perspectivas comerciales.

El panorama no es distinto en el resto de los países de la región. Si bien tendrá tres funciones en el Festival de Mar del Plata (21 de noviembre al 1 de diciembre), aún no cuenta con distribuidor en Argentina.

Coppola completó su sueño, pero su llegada a la pantalla grande está siendo una odisea en sí misma.