“La cultura y el patrimonio, el pariente pobre del presupuesto”: las miradas del sector sobre el futuro del 1%
Durante esta jornada, el Senado discutirá la partida de presupuesto 2025, destinada al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Organizaciones de artes escénicas, patrimonio y agrupaciones de trabajadores ven con alerta y preocupación el tono de la discusión política, que aseguran, minimiza el rubro en comparación con áreas como seguridad y salud.
El pasado viernes 15 de noviembre, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó y despachó la partida del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, propia del Presupuesto 2025. Los ánimos del sector mejoraron, luego de que en la Comisión Mixta la oposición rechazara una serie de partidas claves para el área, como el programa Pase Cultural, Fondos de Cultura y de organizaciones icónicas como la Orquesta de Cámara de Chile y el Ballet Folclórico Nacional (Bafona) y recursos para los museos del país, la red de bibliotecas públicas y sitios de memoria.
“Es un gran alivio lo que pasó el viernes pasado, porque el haber perdido esas partidas era el inicio de una gran crisis”, dice a Culto Tania Rebolledo, directora ejecutiva de Teatro UC y quien preside el directorio de la Red Salas de Teatro Metropolitana.
Frente al rechazo en la Comisión Mixta, diversas agrupaciones culturales, artísticas y de memoria se movilizaron bajo la consigna “la cultura no es gasto, es inversión”. Una carta pública de parte de Premios Nacionales, declaraciones en redes sociales, una concentración frente al Archivo Nacional y otras instancias fueron parte del accionar del sector la semana pasada.
En la Cámara Baja se vivió una propia batalla entre el oficialismo y la oposición, que critica el aumento del 45,8% de los recursos a dicho ministerio, al destacar que existen otras necesidades urgentes, como seguridad ciudadana.
Tal como recogió La Tercera, la diputada Viviana Delgado, independiente del comité mixto radical-liberal, sostuvo que “la derecha ha puesto en peligro la cultura en nuestro país, perjudicando a miles de artistas y gestores culturales que hacen su vida a través de un camino lleno de baches con dificultades económicas y sociales. Se ha acuñado un discurso muy peligroso por parte de la derecha, diciendo que la cultura es casi una caja pagadora del gobierno. Pero yo les quiero decir directamente en sus caras que sin cultura no hay educación, ni para desarrollo social alguno. Sin cultura no hay historia ni memoria y la vamos a defender aquí y siempre”.
En tanto, el republicano Agustín Romero dijo : “cuando escucho al ‘zurderío’ argumentar en este presupuesto me queda claro por qué este gobierno tiene el peor desempeño económico desde la vuelta de la democracia. En fin, presidente, Chile enfrenta una crisis en seguridad, salud, educación, crecimiento económico cero, desempleo de un 8,7, pero este gobierno genial ha decidido incrementar este presupuesto en 45,8%”.
Ahora bien, hay que recordar que el actual presupuesto de cultura alcanza el 0,44% del total de la nación, y con el aumento propuesto por el Ejecutivo, este pretende alcanzar el ansiado 1%.
Se espera que la partida de 29 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se vote este miércoles en la Cámara del Senado.
Entre cultura y seguridad
Desde la vereda cultural, Tania Rebolledo ve con preocupación el tono que tomó la discusión y espera que eso cambie en el Senado. “Hay un juego de conceptos, lo ha recalcado más la derecha, el decir que el Pase Cultural no es necesario, porque lo que la gente necesita son medicamentos, seguridad, educación… En el fondo, lo que encontramos grave, es menospreciar el aporte de la cultura a la construcción social por otros ítems que son igualmente relevantes. Es un juego poco justo”, reflexiona.
Para Jorge González, representante de la Asociación Nacional de Funcionarias y Funcionarios de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes (Anfucultura), esta “es una ecuación demasiado superficial para el desafío que como sociedad tenemos por delante. Probablemente, esas personas no logran comprender que invertir en cultura puede darles en el futuro mejor seguridad, mejores oportunidades de trabajo, más y mejores puntos de encuentro entre las comunidades”.
Desde otros sectores de la cultura, como las artes escénicas y el patrimonio, la reflexión es la misma. Invertir en cultura puede contribuir a desarrollar otros sectores como salud, educación y seguridad.
Así lo ejemplifica a Culto Leonardo Mellado, presidente del Comité Chileno de Museos (ICOM Chile): “Que los museos y los espacios culturales estén funcionando también ayuda a la seguridad pública, puesto que permite que la ciudadanía se empodere de sus espacios públicos. Hoy, si queremos garantizar la seguridad, no basta con más policías, sino con que el Estado y la institucionalidad cultural, en su conjunto, colaboren en ese propósito. Los museos son espacios que sanan, porque están abiertos a la discusión y conversación, por ende, también son un aporte a la salud pública”.
“Esa especie de miopía a la no aprobación, y con una cierta tozudez, obedece a otros intereses, sin mirar y tener como protagonista al aporte que espacios realizan a una comunidad civilizada”, agrega.
El presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (ANFUPATRIMONIO), Bernardo Jorquera, establece que el desarrollo cultural sí contribuye a la economía, a la inversión y al empleo. A modo de ejemplo, nombra la importancia de proyectos a lo largo del país como la Biblioteca Regional de Arica, el Archivo de Magallanes o Biblioteca Regional de La Araucanía, todas en proceso de ejecución y que dependen de la aprobación presupuestaria.
Asimismo, precisa que la aprobación del presupuesto daría paso a la modernización de la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales, entidad que, por ejemplo, da visto bueno a grandes construcciones cuando existe algún hallazgo arqueológico.
La bajada del presupuesto en concreto
“Nosotros estuvimos el otro día en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde los vigilantes no tienen donde estar de buena forma, o donde el personal no tiene baños apropiados ni condiciones para la alimentación. Viven en un cuchitril”, relata Bernardo Jorquera.
En concreto, la aprobación del presupuesto incidirá directamente en la mejora de las condiciones laborales del sector. Sin embargo, el presidente de Anfupatrimonio considera que la dotación de personal contemplada en el presupuesto para el área patrimonial sigue siendo deficiente. “Hay una sobrecarga laboral, que repercute en aspectos físicos y psicosociales”.
“Muchos de los museos hoy en día, públicos y privados, cuentan con escasos recursos para su funcionamiento”, agrega Leonardo Mellado. “No es mentira ni secreto que muchos museos no abren todos los días que debiesen por falta de vigilantes y guardias de seguridad. Eso da cuenta de esa misma precariedad. Sin embargo, la ciudadanía responde a los museos y participa de ellos”.
En tanto, en el mundo de las artes escénicas, Marcelo Saavedra, Secretario General del Sindicato de Actores y Actrices de Chile (Sidarte), comenta a Culto que este incremento en el presupuesto “viene a potenciar y fortalecer la empleabilidad del sector. Se desconoce el ecosistema de trabajadores de las artes, que históricamente han estado precarizados y ven en este presupuesto una oportunidad para seguir desarrollando su trabajo”.
Gabriela Aguilera, directora de Teatro UC, coincide en que este “es un sector que trabaja mucho en condiciones irregulares; en tanto toda formalización, continuidad y consistencia de programas, se traduce en una estabilización”.
Quienes también se verían afectados ante la aprobación o rechazo del presupuesto son las instituciones ligadas a la memoria y los derechos humanos, que reciben fondos a través del Programa Sitios de Memoria o a través de asignaciones directas del Programa Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC).
Según Karen Cea, integrante de la Red Nacional de Sitios de Memoria, los fondos que se destinan a estos espacios contribuyen a su mantención en infraestructura, a la creación de programas y a la labor educativa que realizan con las comunidades.
Inequidad en el presupuesto cultural
En cifras aproximadas, el presupuesto contempla 184.420.329 de pesos —el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y la Subsecretaría del Patrimonio Cultural. En tanto, la Subsecretaría de las Culturas y las Artes tiene destinado un total de 296.868.473 de pesos.
Bernardo Jorquera advierte que no solo el presupuesto de cultura puede ser insuficiente al alcanzar el 1%, sino que la misma distribución del mismo resulta poco equilibrada. “El ámbito de la cultura y las artes tiene tres veces lo que tiene el patrimonio y eso es una desigualdad orgánica dentro del Estado”, alerta.
“Es bastante desigual, en el amplio sentido de la palabra, tanto en los honorarios y sueldos de trabajadores, como para el funcionamiento de la institucionalidad”, agrega por su parte Leonardo Mellado. “Efectivamente, la cultura, y en especial del patrimonio, terminan siendo una suerte de pariente pobre del presupuesto de la nación. Más que enfrentar cultura con patrimonio, aquí se requiere una ampliación exponencial de recursos”.
Proyecciones
A pesar del optimismo inicial que generó el avance legislativo del presupuesto en Cultura, los sectores prefieren no cantar victoria. “Nos interesa tener un presupuesto con enfoque de derechos humanos. Lo que vemos hoy en las discusiones, desde sectores de la derecha, republicanos, principalmente, tiene que ver con retroceder en materia de derechos humanos”, indica Karen Cea desde la Red Nacional de Sitios de Memoria.
“Lo que nosotros esperamos, es que se valore el trabajo que hemos venido haciendo y que está demostrado. Nosotros apelamos a que se valore y se cumpla con los compromisos que hay en materia de justicia transicional”, añade.
Tania Rebolledo sigue con preocupación el nivel de la discusión que ya se vio en la Cámara de Diputados la semana pasada. “Estamos preocupadas por el tono de la discusión. Creemos que se ha ido encasillando en argumentos bastante livianos, que hacen pensar que todo lo que plantea el presupuesto no fuese necesario, superfluo, prescindible. Eso es lo más grave, porque es un mensaje que se ha instalado, no solo a nivel de Cámara, sino también a nivel de medios de comunicación y de opinión pública”.
Por su parte, Bernardo Jorquera, de Anfupatrimonio, pide que “los senadores y senadoras puedan entender que este incremento se mantenga al igual que la reposición que se hizo en la Cámara de Diputados de las principales partidas del presupuesto. Como Afupatrimonio rogamos que se pueda aprobar este presupuesto, para que podamos tener un piso de desarrollo cultural y patrimonial el próximo año”.
La incertidumbre, eso si, persiste. “No tenemos apuestas de cuál será el resultado”, cierra Rebolledo.
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