Reseña de libros: de Mary Beard a Andrea Antinori

Mary Beard

El Coliseo, la historia del monumento de la Antigua Roma; El Mejor Libro del Mundo, la autobiografía literaria de Manuel Vilas, y la historia del ratón Pérez narrada por el ilustrador italiano, en las lecturas de la semana.


Coliseo

El Coliseo, de Keith Hopkins y Mary Beard (Crítica)

Después del suicidio de Nerón, la Casa Dorada del emperador quedó abandonada. Emplazado en el corazón de Roma, el palacio se levantaba en un gran predio que tenía un lago. Vespasiano, el emperador que tomó el poder después de una serie de guerras internas, tuvo una idea perspicaz: transformar ese lago asociado a Nerón y la aristocracia en un gran coliseo para la diversión del pueblo. A esa fecha, Verona, Pompeya y Milán tenían coliseos, pero Roma no. De este modo, en el año 80 d.C., se inauguró el monumental Coliseo romano. Hazaña arquitectónica y un hito cultural, el monumento arrastra también una historia de violencia y muerte. Así, “el Coliseo se ha convertido para nosotros en el símbolo definitorio de la antigua Roma precisamente por (y no a pesar de) el hecho de que suscita muchas de las preguntas y dilemas a las que nos enfrentamos cuando interactuamos con la cultura romana. ¿Cuán diferente de la nuestra era su sociedad? ¿Hasta qué punto tenemos derecho a enjuiciarla? ¿Hasta qué punto experimentamos un placer indirecto por los excesos del lujo romano y su sed de sangre, mientras al mismo tiempo lo lamentamos?”, se preguntan los historiadores británicos Keith Hopkins y Mary Beard en este libro atractivo y magnético, que recorre la fascinante historia del Coliseo y la sociedad en que se levantó, con rigor, detalle y un gran sentido narrativo.

Mejor libro

El Mejor Libro del Mundo, de Manuel Vilas (Destino)

En 2018 el español Manuel Vilas publicó Ordesa, una novela autobiográfica de la que esperaba lo de siempre. Es decir, no mucho. Pero inadvertidamente la novela escaló entre los libros más vendidos, y la experiencia literaria del autor cambió radicalmente: recibió invitaciones de todo tipo, gente que solía ignorarlo comenzó a saludarlo y viajó como nunca. Pero pasó el tiempo y el interés decayó. “Cuando vi que se apaeaba de los libros más vendidos fui regresando a mí mismo, a mi segunda división de toda la vida”, escribe hoy. “Mañana cumpliré sesenta años, y me temo que estas van a ser una tarde y una noche muy largas”, agrega. Deslenguado, armado de humor e ironía, Vilas escribe un libro que gira en torno a la intimidad de la literatura y los escritores. De joven admiraba a Keoruac y Ginsberg, pero en España no se puede ser un escritor beat, dice. “En España solo se puede ser funcionario de la literatura, funcionario de izquierda avanzada y progresista, pero funcionario”. Se ríe de las vanidades y pobrezas de la literatura, partiendo por sí mismo, y ofrece también líneas reflexivas: “Cuando cumples sesenta años también aprendes otra cosa: sabes que la hermosura de los días que aún te quedan no podrá ser motivo de memoria, no podrás gozar de esos días desde el futuro, con la grandeza de la evocación melancólica”.

Pérez

Pérez, de Andrea Antinori (Claraboya)

¿Por qué el ratón Pérez se lleva tantos dientes? ¿Para qué los necesita? Hace unos meses, el ilustrador Andrea Antinori escuchó estas preguntas, que fueron seguidas de otra: “¿De dónde saca todo ese dinero que deja a los niños o a cualquier persona que ha perdido un diente?”. Nacido en Italia, Antinori es un premiado artista de la ilustración y se propuso imaginar y dibujar una posible respuesta a esas preguntas, si bien en la casa de su infancia eran las hadas quienes se llevaban los dientes. El protagonista de este libro es el señor Odón Pérez, un ratoncito blanco, disciplinado y muy trabajador, fundador y dueño del banco Pérez. En estas páginas nos enteramos que el señor Odón amasó su fortuna precisamente gracias a los dientes de leche: entraba a las casas de noche, sigilosamente, recuperaba los dientes y los vendía. ¿Y para qué sirven los dientes de leche? En el mundo de los ratones tienen mucho valor: suelen utilizarlos para evitar caer en las trampas, o bien como muebles de diseño, así como material de arte y construcción. Editado en tapas duras, con alegres y tiernas ilustraciones desplegadas a página completa, el libro describe con imaginación y humor la vida del señor Pérez, director de banco de día y buscador de dientes por la noche, líder de una pandilla de ratoncitos encapuchados.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.