La revancha de Ringo Starr a los 84 años con el regreso a su viejo amor por el country
Look Up, su más reciente disco, le dio al exbaterista de The Beatles el primer número uno de su carrera solista, a los 84 años. Un sorpresivo éxito que le permite capitalizar el creciente interés en la obra musical de los Fab Four, pero que a la vez lo reencuentra con un género del que fue seguidor en su juventud. "El tiempo está en mis manos. La lección ha sido aprendida", dice en una de sus nuevas canciones.
A diferencia del éxito comercial que conoció en sus días como baterista de The Beatles, la etapa solista de Ringo Starr ha logrado poco impacto en las listas. Con mucha menos atención mediática que la concedida a sus compañeros John Lennon y Paul McCartney (e incluso respecto a George Harrison), su carrera tuvo algo más de repercusión en los setenta, pero desde ahí siguió alternando entre la música y sus proyectos en el cine.
Pero a sus 84 años, el ex Beatle parece vivir una inesperada revancha. Por primera vez logró que uno de sus discos trepe hasta el número 1. Su más reciente lanzamiento discográfico, Look Up, una obra sostenida en la música country, consiguió el top en dos listas de Reino Unido: Official Americana Chart y Official Country Artists Albums Chart, en esta última superando a Fearless (Taylor’s version) de la estrella Taylor Swift.
Al otro lado del atlántico, Look Up también ha conseguido un buen rendimiento comercial en las listas de Billboard. El disco logró el puesto n.º 27 en el Top Country Albums, el mejor de toda su carrera. Además debutó en la lista de ventas de los discos más vendidos de todos los géneros de Billboard en el n.º 7.
De alguna manera, el logro es asimismo un guiño a la historia del músico. El country le ha resonado desde sus días de niñez y adolescencia en el Liverpool de posguerra y ha estado presente en momentos claves de su vida. “Siempre me encantó la música country -recordó en The Beatles Anthology-; los marineros traían muchos discos de música country. En las fiestas a las que iba ponían discos de Hank Williams, Hank Snow y otros cantantes country”.
Ese interés por el country llegó incluso a la discografía de The Beatles. Se puede escuchar, por ejemplo, en la versión de Act Naturally, un tema popularizado por Buck Owens, que el grupo grabó para el álbum Help! (1965) cumpliendo la cuota de una canción cantada por Ringo. Esta se había lanzado originalmente dos años antes, y encabezó la lista de sencillos country de Billboard de Estados Unidos esa temporada.
Originalmente, Ringo iba a cantar una canción llamada If you’ve got trouble, pero finalmente se descartó al ser considerada floja (está en The Beatles Anthology 2). Allí apareció Act Naturally. “Canté Act Naturally en Help!. La encontré en un disco de Buck Owens y dije: ‘Esta es la que voy a hacer’, y dijeron ‘OK’. Estábamos escuchando todo tipo de cosas”, recordó el baterista años después en The Beatles Anthology.
Lo cierto es que en The Beatles tendían a absorber e interpretar a su modo lo que sonaba en el momento. Lennon y McCartney seguían con atención las listas de éxito y así sumaron a su repertorio canciones de sonoridad rockabilly y country & western, como Honey don’t, (que cantaba Ringo), I’ve just seen a face, entre otras. Incluso, What goes on? (de Lennon, pero cantada por Ringo), incluida en el excelente Rubber Soul (1965) bien puede considerarse también una incursión Beatle en ese lenguaje.
En 1968, Ringo publicó su primera canción como compositor acreditado en The Beatles; la marchosa Don’t pass me by, incluida en el Álbum Blanco. La canción fue trabajada en un arreglo de country, e incluso se contrató a un violinista, Jack Fallon, a quien se le pidió que tocara un solo en ese estilo. “Muchas interpretaciones country de violín se hacen con notas dobles [dos notas tocadas simultáneamente], pero Paul y George Martin (que estaban haciendo los arreglos) me sugirieron que lo tocara con una sola nota. Así que no era realmente el sonido country que querían originalmente, pero parecían contentos. Ringo también estaba allí, pendiente de su canción”, recordó Fallon años después para el libro Las sesiones de grabación completas de los Beatles de Mark Lewisohn.
Como han acreditado los testimonios, la canción ya existía hacia 1964, pero no se terminó hasta las sesiones del Álbum Blanco. “Estaba jugueteando con el piano, simplemente lo golpeo, y luego, si surge una melodía y algunas palabras, simplemente tengo que seguir. Así fue como sucedió: estaba sentado solo en casa y llegó Don’t Pass Me By. La tocamos con una actitud country”, recordó Ringo.
Antes del éxito de Look Up, Ringo ya había explorado su interés en el country en su discografía solista. Fue en su segundo álbum, Beaucoups of Blues (1970), el que trabajó junto a Peter Drake, un experimentado productor musical de Nashville (que había grabado con Elvis Presley y Bob Dylan), a quien conoció durante las sesiones de grabación de All Things Must Pass, el aclamado disco solista de George Harrison.
Ringo sorprendió a Drake con su gusto por el country, por lo que no tardó en gestarse la chance de trabajar juntos. “Estaba trabajando con George en su primer álbum en Abbey Road y trajo a Peter Drake para tocar el pedal steel desde Nashville. Mandé mi coche para que recogiera a Drake en el aeropuerto y se sorprendió de la cantidad de cintas que encontró en mi coche sobre música country junto a rock and roll y más discos”, recordó en las notas del álbum.
Y aunque el disco quedó bien logrado, gracias al trabajo de los experimentados músicos de sesión de Nashville, el sorpresivo giro estilístico no convenció ni a los fans ni a la crítica, por lo que Beaucoups of Blues tuvo un discreto rendimiento comercial, logrando solo el puesto 65 en el Billboard 200. Por ello, Ringo decidió dejar su carrera solista por un tiempo, para dedicarse a otros proyectos.
Pero en esta nueva incursión en el género campirano en más de 50 años, esta vez a cargo del productor T Bone Burnett (Elton John, The Corrs, Willie Nelson), Ringo parece haber masticado los aprendizajes de aquella primera experiencia. A diferencia de Beaucoups of Blues, en Look Up trabajó un sonido más moderno y menos concentrado en satisfacer a los puristas. La canción que da título al álbum, de hecho, suena sorprendentemente pop (¿habrá escuchado a Waxahatchee, la estrella del country alternativo? quizás). “La producción es moderna pero no agresiva, y está llena de toques maravillosamente sensibles, como la lujosa base de pedal steel y cuerdas que se enrolla alrededor de Time on my Hands”, detalló la reseña del portal especializado Pitchfork.
En Time of my Hands, de hecho, Ringo canta una letra que abarca el clásico tópico del viejo amor del que se han aprendido lecciones. Pero perfectamente puede resumir su actual momento. “El tiempo está en mis manos/La lección ha sido aprendida/Ahora la he superado/Ese puente ha sido quemado”.
Así, Look Up encuentra a Ringo Starr en un inesperado momento de popularidad. Probablemente, allí se conjuga el renacido interés por la música de The Beatles, a partir del documental Get Back, la reedición de Let it Be y el lanzamiento de la “última canción”, Now and then. Como sea, Ringo, a los 84 años, disfruta del mejor momento en su carrera solista en décadas.
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