Tears for Fears fija show en Chile para el 30 de septiembre

<P> Aunque su cantante vino en 1996, ahora la formación original de la banda se presentará en un recinto a definir.</P>




A partir de 1991, el destino de Tears for Fears -y en parte el de sus fans- inauguró un relato cercano a la tragedia. Una de sus mitades creativas, el bajista y compositor Curt Smith, abandonó el conjunto e impulsó una batalla intestina por el uso de la marca, litigio en que finalmente venció el cantante Roland Orzabal. El mismo que durante una década giró con el nombre de la agrupación -como un reflejo de quien fuera el cerebro de la banda- y secundado por músicos a sueldo. Durante años, un puñado no menor de fans se debió conformar con aplaudir una versión fragmentada de uno de los nombres más populares de los 80. De hecho, en ese mismo formato llegó en 1996 al actual estadio Víctor Jara. Hasta que, en 2003, el dúo sepultó heridas y volvió a la ruta casi dos décadas después de su irrupción. Los originales estaban de vuelta.

La misma pareja que cruzó soft rock y new wave con pinceladas de jazz y atmósferas progresivas ya cerró su visita a Chile: será el próximo viernes 30 de septiembre en un reducto a definir. La productora encargada de la cita baraja el teatro Caupolicán y el Movistar Arena como las opciones para su arribo.

Un recital que ya fue anunciado durante esta semana en el propio sitio web de Smith. "Los conciertos en Lima, Santiago, y Buenos Aires serán anunciados oficialmente el próximo 30 de junio, y la venta de entradas comenzará los primeros días de julio", reseña la página revelando su desembarco en el continente y los días en que se entregarán las coordenadas definitivas. Además, el sitio ya informa de presentaciones cerradas para Brasil en octubre, luego de la escala santiaguina: serán seis fechas repartidas entre el 4 de octubre, en Porto Alegre, y el 15 en Fortaleza.

Más allá de un reencuentro que presume renovación, los ingleses han levantado shows centrados en su larga lista de hits, himnos imbatibles de la FM ochentera instalados en la memoria de al menos una generación completa: Shout, Everybody wants to rule the world, Woman in chains y Sowing the seeds of love, entre muchos otros. Pese a los recuerdos, el grupo ha intentado replicar su suceso con nuevas canciones. En 2004 lanzaron Everybody loves a happy ending, álbum con buena crítica, pero con ventas apenas regulares.

De hecho, Orzabal y Smith han confesado que su reunión responde a circunstancias comerciales y que los afectos son relativos: mientras el primero vive en Inglaterra, el otro lo hace en Los Angeles, y sólo se comunican vía correo. Además, se preocupan de hacer giras no muy extensas. "O si no nos pelearíamos a cada rato", ha contado el vocalista.

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