Premiados y castigados: cinco claves del cambio de gabinete
RD quedó relegado a una de las carteras menos incidentes del gobierno, mientras el PC adquirió mayor participación. La mala gestión volvió a ser determinante en la salida de tres ministros. No obstante, Carlos Montes fue el gran sobreviviente y el comité político se mantuvo inalterable.
Sin sillas ni familiares, sólo con los ministros entrantes y el gabinete en pleno de pie, el Presidente Gabriel Boric concretó el tercer cambio de gabinete de su mandato, período en el que también ha tenido hacer ajustes a partir de renuncias puntuales en Segpres, Justicia y Desarrollo Social.
RD en desgracia
Una “merma” -según su propio presidente, Juan Ignacio Latorre- sufrió RD en el presente ajuste.
El hecho es una señal más de la pérdida de influencia del otrora partido ancla del Frente Amplio.
Inicialmente, RD asumió en dos carteras. A través de Giorgio Jackson en la Segpres, tenía un asiento en el comité político (principal grupo de toma de decisiones), y con Marco Antonio Ávila ocupaban el Ministerio de Educación, de particular simbolismo para la coalición gobernante.
La salida de Jackson de la Segpres en el cambio de gabinete de 2022 significó un golpe, ya que al pasar al Ministerio de Desarrollo Social (Mideso) no mantuvieron su presencia en el comité político.
Ahora -en medio de una crisis producto de traspasos irregulares a fundaciones, que han sido protagonizados por militantes de esta colectividad- no sólo perdieron la gravitante cartera de Educación: el cupo que dejó Jackson en el Mideso tampoco fue llenado por un RD. El partido fue relegado a Bienes Nacionales, una de las carteras menos incidentes del gobierno.
PC en ascenso
La asunción de Nicolás Cataldo en Educación implica un hito histórico y un gesto particular para el PC, que venía manifestando un creciente malestar con la administración de Boric.
Con tres ministerios (Segegob, Trabajo y Educación), la centenaria colectividad iguala la cantidad de carteras que asumieron en los gobiernos de Gabriel González Videla y de Salvador Allende.
La llegada de Camila Vallejo (PC) a la Segegob, un ministerio que es parte del comité político, ya era un paso histórico. Nunca un militante comunista había ejercido en el “centro de gobierno”.
Este peso se reforzó con la incorporación de Jeannette Jara (PC) al comité político, en septiembre de 2022, como gesto de compensación luego de la frustrada designación del mismo Cataldo como subsecretario del Interior.
El regreso de Cataldo al Mineduc, ahora como ministro, es un peldaño más para los comunistas, en una cartera y un sector con los que PC han estado históricamente vinculados.
Oposición impasible
Salvo la reacción en redes sociales, liderada por el Partido Republicano, el cambio de gabinete no altera el ciclo de diálogo iniciado entre el gobierno y la oposición.
De parte del Ejecutivo, el comité político -integrado por las ministras del Interior, Segegob, Mujer y Trabajo y los titulares de la Segpres y Hacienda- se mantiene inalterado, por lo que tampoco hay cambio de interlocutores.
Para la UDI, RN y Evópoli, la principal modificación fue la salida, desde el Ministerio de Desarrollo Social, de Jackson, a quien se le atribuía una responsabilidad simbólica en la crisis por las fundaciones, debido a que los protagonistas de las primeras irregularidades conocidas eran militantes de Revolución Democrática.
Por lo tanto, ni la llegada a Educación de Cataldo, a quien la oposición ya le bloqueó su asunción como subsecretario del Interior (debido a antiguas expresiones contra Carabineros de las que se disculpó), debiera incidir mayormente en las conversaciones, a pesar de que buscan plantear sus reparos ideológicos.
Montes resiste
A pesar de que ya cumplió dos meses como protagonista de la crisis por los traspasos irregulares a fundaciones, el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), fue el principal sobreviviente de este cambio de gabinete.
El Partido Socialista había endurecido su posición en defensa del ministro y había advertido a La Moneda que no aceptarían que Montes fuera sacrificado como rostro de la crisis. Para algunos socialistas implicaba ponerle un timbre de “corrupto” y opacar el cierre de su carrera política.
Antes de ingresar al gobierno y tras dejar el Senado, Montes estaba pensando en su jubilación, pero fue convocado por Boric como carta de experiencia a un gabinete con menos trayectoria. Por lo tanto, su salida en medio de la crisis habría sido recibida con molestia por el PS.
Incluso, se barajó la posibilidad de que saliera junto a Jackson, pero tras la renuncia del RD, Montes se mantuvo. En la oposición, por lo demás, creen que el exsenador es una garantía para esclarecer el escándalo.
Mala gestión otra vez
Este cambio de gabinete significó una nueva salida de ministros cuya gestión era considerada deficiente.
El movimiento afectó esencialmente a Educación, Minería y Cultura, cuya anterior ministra, Julieta Brodsky, también fue removida por mala evaluación. En el primer y segundo ajuste, la gestión también fue determinante en los cambios de Interior, Segpres, Salud, Ciencia (dos veces), MOP, RR.EE. y Deporte.
El caso del Mineduc era emblemático. De hecho, a Ávila, que estuvo a punto de salir en cambios pasados, se le reprochaba un deficiente trabajo legislativo y cultivar una mala relación con actores de su sector.
La salida de Marcela Hernando (radical) de Minería, fue acompañada por un cambio de su subsecretario, Willy Kracht, lo que da cuenta de los problemas en la cartera. Ella también estuvo cerca de salir el año pasado y en marzo.
Si bien Jaime de Aguirre (indep.) estuvo cinco meses, paros de su sector y el lío de la Feria de Frankfurt, entre otros asuntos, golpearon su gestión en Culturas.
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