Tercer retiro: más de la mitad de diputados oficialistas votaría a favor y gobierno ficha a expresidenta del TC para requerimiento
El gobierno y en sus partidos calculan en borrador que en la UDI votarían a favor por lo bajo unos 14 parlamentarios, que en RN serían 26 o más, y hay un margen de duda sobre un diputado Evópoli. Mientras, Palacio sigue tratando de disuadir a los suyos y prepara más de una línea argumental para ir al TC. Marisol Peña, la nueva integrante del equipo, litigaría frente al organismo.
De los 71 diputados de derecha (contando los de Chile Vamos y al republicano Ignacio Urrutia, pero descontando a la desaforada RN Aracely Leuquén), hasta ahora, por lo bajo, 40 estarían votando a favor del proyecto del tercer retiro en la sala de la Cámara. Los pronósticos varían según a quién se le pregunte, pero La Moneda calcula que a menos que logren revertir la decisión o dudas de varios, en unos tres días más volverán a sufrir una derrota cuando eso se vote. Hasta el nuevo ministro del Trabajo, Patricio Melero, ha dicho que “no me hago grandes expectativas, lo más probable es que se apruebe”.
En estos días los ministros del comité político, partiendo por el Segpres Juan José Ossa, han seguido llamando a sus legisladores para intentar disuadir -hasta amigos del Presidente Sebastián Piñera lo han hecho- pero asumen que está muy cuesta arriba dar vuelta otro score en contra. Mientras, el gobierno apura los últimos detalles del requerimiento que presentaría a mediados de semana al Tribunal Constitucional, hasta con plan A y B dependiendo de la argumentación jurídica que terminen eligiendo. El jueves último ficharon un tercer nombre: la expresidenta del mismo TC, Marisol Peña, quien trabaja en forma paralela a los constitucionalistas Gastón Gómez y José Francisco García.
Peña y Gómez serían los encargados de alegar ante el TC cuando esto ocurra (él ganó el requerimiento contra el segundo retiro en diciembre), y la razón por la que la abogada trabaja aparte es para tener a mano otra línea argumentativa. Mientras, detallan en Palacio, ya hay al menos un borrador listo que ha circulado por las manos del ministro Ossa, del de Hacienda, Rodrigo Cerda, y de la jefa de la división Jurídico-Legislativa de la Segpres, Fernanda Garcés (excolaboradora de la presidenta del TC, María Luisa Brahm, cuando esta era jefa de asesores del Segundo Piso en Piñera I).
El insumo clave que esperan en el Ejecutivo es el informe de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, que debería estar listo mañana martes. La votación en la sala, calculan en La Moneda, no debería ocurrir antes del jueves, porque el miércoles se vota allá el proyecto de muerte digna y cuidados paliativos, más conocido como eutanasia, y que se prevé tome un debate extenso.
El gobierno estaría ingresando el documento al TC pasado mañana miércoles -el día exacto puede cambiar, advierten entre los colaboradores del Presidente- y si en el tribunal lo acogen a trámite y lo declaran admisible, el polémico proyecto que tiene otra vez a su coalición en desbandada podrá seguir tramitándose en el Congreso y con ello calentar más la presión política. Pero mientras no haya una sentencia no podrá promulgarse.
En este ambiente crispado y tenso, con el antecedente de derrotas anteriores que incluso apuraron la caída de gabinetes como el que lideraba Gonzalo Blumel, el desmarque frontal de RN a partir de la facción de Mario Desbordes, y el reclamo de legisladores oficialistas de que su propio gobierno no les da una válvula de escape con un proyecto de ley alternativo -como lo hizo para el segundo giro-, el siguiente es el teatro de operaciones de la crucial batalla política que enfrenta la administración Piñera.
Votos a favor y en contra
Los cálculos de Palacio y los de las distintas bancadas apuntan a que si esto fuera hoy, en la UDI votarían a favor unos 14 parlamentarios -más probablemente los 3 que renunciaron el año pasado-, que en RN serían 26 o más, y hay un margen de duda sobre 1 diputado Evópoli. La nómina de bajas incluiría probablemente a los 3 diputados gremialistas (Sandra Amar, Virginia Troncoso y Álvaro Carter) que ya renunciaron a su partido el año pasado por esta misma historia, cuando la entonces directiva de Jacqueline van Rysselberghe los pasó al tribunal supremo.
El gobierno contará a su haber a quienes voten en contra y quienes se abstengan, aunque políticamente será más decidor quienes rechacen. Que se sepa hasta hora, y en borrador, se especula que en la UDI se opondrían al tercer giro entre 6 y 10 nombres, entre los que se contarían el presidente UDI Javier Macaya, su secretaria general, María José Hoffman, además de Ramón Barros, Guillermo Ramírez, Jorge Alessandri, Issa Kort y otros.
El hoy ministro Patricio Melero votó antes en contra, y la duda es qué hará su reemplazante, Cristián Labbé Martínez, que juraría mañana martes y que alcanzará a votar. El nuevo diputado, se entiende en su partido, postularía a fines de año en las parlamentarias al cupo que le han legado.
Del resto de los gremialistas ya han anunciado que votarán a favor nombres como Cristhian Moreira (hermano de Iván, el senador, quien también ha prometido lo mismo). Varios otros lo tienen decidido, aunque no lo han hecho público, como Renzo Trisotti. En casos como el suyo pesa el mismo argumento que ayer seguían rechazando en el gobierno: que las ayudas del gobierno no han llegado a un grupo amplio de personas de clase media, que es complejo postular y calificar a éstas, y que el recién aprobado bono de clase media tampoco sofoca estos reparos.
En la bancada UDI también explican que algunas y algunas les ha complicado el ‘efecto contagio’ cuando su compañero o compañera de distrito RN ya se ha declarado a favor. Y claro, gravita también la presión por la reelección o postulación al Senado a fines de año. Pero hay señales alarmantes, como que el jefe de bancada Juan Antonio Coloma ya haya votado a favor el segundo retiro, que haya hecho lo mismo ahora en la Comisión de Constitución (con la consecuente molestia gremialista del “Coloma, te amo” que le dedicó la diputada PH Pamela Jiles), y que haya mantenido silencio en lo sucesivo.
Melero, en sus últimos días de diputado, le demandó por los diarios que rectificara.
En RN el desbande es generalizado tanto por estas razones como por la presión del bando afín al candidato presidencial Mario Desbordes, que este fin de semana tiró el mantel con eso de que “el gobierno debe ser menos dogmático y más pragmático”. Oficialmente el partido ha pedido que Palacio haga suyo el tercer retiro y que no vaya al TC, aunque la votación de la comisión política que refrendó esto fue criticada por supuestas irregularidades al zanjarse por whatsapp.
Ahí y en el gobierno calculan que de sus 36 legisladores podrían ser unos 26 o más votando a favor, comenzando por los más leales a Desbordes -como Camilo Morán y otros- y que esto se ha propagado por otros motivos. La diputada Catalina del Real, por ejemplo, le dijo a sus pares hace unos días que votará a favor porque sus electores de Vitacura y Las Condes se quejan que necesitan el tercer giro para suplir los pagos en colegios particulares pagados. Frank Sauerbaum también votará favor por falta, dicen en RN, de ayudas del Estado.
En ese partido también están contando a favor al RN Diego Schalper, que este fin de semana dijo que “he decidido votar en rebeldía”. También lo hizo en el segundo retiro, y esa vez lo justificó en El Líbero criticando a La Moneda. “Es una mezcla entre desgobierno, desfonde y desafección” y “el gobierno que no ha sido capaz de entender que las ideas incorrectas se combaten con buenas ideas, oportunamente presentadas, bien comunicadas y debidamente socializada”, dijo entonces.
En RN se cree que votarán en contra Leopoldo Pérez, Karin Luck y el presidente de la Cámara, Diego Paulsen.
De los 6 diputados de Evópoli, solo tienen seguridad ahí que cuatro votarían en contra. Sebastián Keitel se inhabilitaría por nexos familiares con las AFP y se duda mucho qué hará Sebastián Álvarez, de quien sus pares dicen que está muy complicado por los lamentos del rubro turístico y gastronómico y sus demandas de más ayudas financieras.
En ese partido hacen ver que dado el cuadro, con la UDI y RN como están, temen quedar como los portaestandartes del rechazo al tercer retiro.
En el comité político de ministros de Palacio afirman que seguirán intentando disuadir y voltear votos, pero hacen la precisión que estas gestiones podrían resultar más efectivas a última hora más que anticipadamente, por el riesgo de que se les vuelvan a caer.
En el gobierno hacen ver que rechazan que entre su gente argumenten que votarán a favor porque hay ayudas insuficientes, y que sinceren sus verdaderas razones.
¿Una posible alternativa?
Con este borrador de derrota, el anillo más cercano a Piñera insiste en que no tiene considerado presentar un proyecto de ley alternativo como la última vez, cosa que sus legisladores critican duramente fuera de comillas. La versión que siguen dando en ese círculo es que la opción no es otra que el paquete que anunció el Presidente hace semanas y que ya fue despachado por el Congreso, con el bono clase media y otras medidas que -además- fueron negociadas con la nueva presidenta del Senado, Yasna Provoste.
La carta de que Palacio haga suya la propuesta de Joaquín Lavín de un retiro extraordinario de los fondos de cesantía por ahora se ve improbable. Hecha la consulta puntual, en Presidencia recalcan que eso implica quitar un instrumento que va en favor de quienes pierden su trabajo. Pero hay también una consideración política que se cruza con la carrera por la banda tricolor.
Como Lavín apoyó los retiros anteriores y eso le valió la suma molesta de Piñera (quien el año pasado hizo ver, con ministros como testigos, que el UDI había cruzado una línea) los conocidos de ambos reconocen que es difícil que el Mandatario quiera concederle un triunfo. Además, hacen ver, si lo hiciera después se corre el riesgo que el resto de los competidores presidenciales oficialistas demanden lo mismo.
Pese a todo esto, este fin de semana trascendió -según confirmaron a este diario autoridades- que el gobierno está trabajando en un levantamiento de datos para saber en detalle a cuántas personas no les ha llegado ninguna ayuda gubernamental y cuánto dinero costaría eso. La información resultante, agregan, podría o no derivar en una “alternativa”, aunque tampoco precisaron si están pensando en un proyecto de ley paralelo o en otra fórmula.
Testigos del gabinete regional que encabezó ayer el Presidente en Iquique -antes de que él promulgara la nueva Ley de Migraciones- afirman que en esa reunión Piñera esbozó que el Ejecutivo elabora un documento que comparará las ayudas otorgadas versus el tercer retiro, en cobertura y estratificación de los beneficiarios. Habría añadido que ese estudio compartirá pronto a los parlamentarios del sector. Pero que nada habría dicho sobre una alternativa al tercer giro.
En la oposición, Auth votará de nuevo en contra
“Voté en contra del primer retiro, aunque tenía mucha justificación en la tardía y modestísima reacción inicial del gobierno, porque nunca creí que fuera “excepcional y por única vez”, sino que abriría la compuerta para el vaciamiento de los ahorros previsionales, alejándonos del objetivo nacional de mejorar sustantivamente las pensiones futuras. Si se consuma este 3° retiro, la reforma tendrá 30 mil millones de dólares menos y habremos perdido 5 años o más para conseguirlo. Si prospera el 3° retiro, habrá un 4° en la campaña, porque ya se convirtió literalmente en el sucedáneo electoral del programa y los contenidos de una propuesta de gobierno”, explica el ex PPD Pepe Auth, de momento el único diputado opositor que votará en contra.
En dicho sector ya están alistándose para hacer frente al requerimiento del gobierno ante el TC. Al igual que lo que ocurrió con la reforma del segundo retiro de pensiones, los diputados buscarán que la propuesta requiera para su aprobación de un quórum de 93 votos a favor (3/5 de los parlamentarios en ejercicio) para avanzar al segundo trámite en el Senado. De esta manera, el diputado Marcos Ilabaca (PS), presidente de la Comisión de Constitución, y Matías Walker (DC), miembro de la instancia, trabajaran en una indicación en esa línea. No obstante, en el sector esperan que en sala la propuesta obtenga más de 2/3 de los votos para hacer así más compleja la argumentación de La Moneda ante el Tribunal Constitucional.
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