Colo Colo está a punto de enfrentar su máximo desafío: enfrentar a Palmeiras por los cuartos de final de la Copa Libertadores. El choque frente a los paulistas exige que el equipo de Héctor Tapia llegue en su máximo nivel futbolístico. Esa misma lógica opera en lo físico. No puede dar ventajas en ningún sentido.

Por esa razón, el plantel albo se somete a crioterapia. Busca, a través del tratamiento, acelerar la recuperación muscular sometiéndose a bajas temperativas, que pueden llegar incluso a los 180 grados bajo cero.

"Permite que el cuerpo y el músculo recuperen más rápido. Disminuye la sensación de cansancio, la sensación de dolor, factores de inflamación que están vinculados a la actividad física. Nos permite recuperar mejor a nuestros jugadores, sobre todo ahora, cuando los partidos son muy seguidos", explica el fisiólogo Hermann Zbinden, quien está a cargo de proceso.

Durante la sesión, los futbolistas se introducen en un espacio cerrado y se exponen, durante tres minutos, a un frío intenso.  "La temperatura corporal no se modifica, queda en 37 grados, pero todo lo que es periférico se modifica, llegando a temperaturas relativamente bajas. Es un complemento a todo lo que se utiliza normalmente", añade Zbinden.