Al igual que en la camiseta de O'Higgins utilizada en la primera fecha, cuyos números fueron formados con papas fritas y ketchup, el DT noruego ocupó la popular salsa para ejemplificar lo que espera del atacante.

"Sabemos que es un muy buen jugador. Es simplemente como una botella de ketchup, a veces parece que nunca va a salir, hasta que de repente sale todo", explicó.

"Aún puede jugar durante muchos más años. Solo ha estado aquí uno. Yo he estado aquí con él solo dos meses y él ha estado lesionado durante la primera parte de mi estancia, así que es un poco injusto esperar que esté al máximo nivel directamente", aclaró.

Aun así, Solskjaer confía en él y cree que cuando consiga un gol "liberará su confianza".