El bloque infantil y la espera familiar por la música urbana y Cachureos

A las 8 se abrieron las puertas del Teatro Caupolicán, pero varios padres y sus hijos esperaban su apertura desde mucho antes, habiendo llegado algunos pasadas las cinco de la mañana. Y luego de encontrar un asiento, las familias que ya ocupaban la totalidad del teatro de la calle San Diego, tuvieron que hacer gala de su paciencia durante las horas de espera que tenían en frente.

En el escenario personas de la producción entretenían a los asistentes con canciones, promesas sobre el show que los esperaba e incluso invitando a los niños a subir a escena a contar chistes, varios de los que resultaron bastante subidos de tono (¿donde están los papás?, preguntaban los seudo animadores). Show aparte tenia el corpóreo de Teletín, quien bailaba y se sacaba selfies con sus mini admiradores.

Finalmente, poco después de las 11 horas, Rafael Araneda y Karen Doggenweiler ocuparon su lugar en el escenario, dando a entender que ya faltaba poco para el enlace oficial con la transmisión. Ésta se concretaría a las 11.18, cuando los conductores dieron la bienvenida a El Circo de Pastelito y el Tachuela Chico, quienes entretuvieron, aunque no hicieron pararse a los niños y sus padres de sus asientos. Después vendría el turno del dúo de hermanos colombianos de Cali y el Dandee, quienes lograron entusiasmar más al público. Algo similar ocurrió con el espectáculo infantil de Cantando Aprendo a Hablar.

Todo comenzó a cambiar cuando se hicieron presentes los hermanos españoles Adexe y Nau, quienes fueron recibidos por las preadolescentes presentes con gritos de entusiasmo y, aunque solo entonaron una canción, lograron hacer cantar al público. Pero la verdadera euforia se viviría en el cierre del bloque a cargo del ya clásico infantil Cachureos y canciones como Congelao, que fueron coreadas por grandes y chicos. Y tras la aparición de Don Francisco, el teatro Caupolicán la dijo adiós al bloque infantil de la Teletón 2018 en medio de una lluvia de papel picado, mientras padres e hijos se retiraban del lugar con paso cansado.