La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de California desestimó el pedido de la defensa del exmandatario, por lo que el juez Thomas Hixson ordenó a Alejandro Toledo entregarse este viernes. Sin embargo, habría presentado dos nuevos recursos para evitar su repatriación.
El juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, quien le revocó la libertad bajo fianza al exmandatario, instruyó que sea encarcelado en un centro penitenciario de Estados Unidos, mientras se concreta el proceso de extradición.
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito estadounidensen no acogió la solicitud del exmandatario peruano, acusado en su país de colusión y lavado de activos. La resolución del tribunal da carta libre al juez de la causa, Thomas H. Hixson, para acceder al requerimiento del Gobierno de Estados Unidos de revocar la libertad bajo fianza y detener a Toledo.
El exmandatario peruano se encuentra actualmente en EE.UU. en libertad bajo fianza mientras se resuelve un recurso de apelación presentado por su defensa ante la extradición anunciada hace un mes por el Departamento de Estado estadounidense.
La jueza Laurel D. Beeler, de la Corte del Distrito Norte de California, paralizó la repatriación del exmandatario peruano por una semana, pero le brindó la posibilidad de conseguir una suspensión mayor en un tribunal superior de Estados Unidos. Toledo es investigado en su país por delitos de lavado de activos y colusión.
No obstante que el exmandatario peruano ya conoce que la justicia norteamericana aprobó la extradición a su país para que continúen las investigaciones que recaen sobre él por delitos de corrupción, se resiste a la medida. El fiscal Alfredo Rebaza, jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones precisó que el proceso de extradición contra Toledo no debe sobrepasar las siete u ocho semanas próximas.
El expresidente está acusado de aceptar unos US$ 35 millones en sobornos vinculados a la construcción de una autopista entre Brasil y Perú. Los fiscales peruanos lo demandaron por confabulación y lavado de dinero y su país busca extraditarlo desde 2018.
La información la entregó este martes la Fiscalía peruana, que pide 35 años de cárcel para el exmandatario por su presunta participación en delitos de corrupción durante su gobierno. A Toledo, que gobernó entre el 2001 y el 2006, se le acusa de haber recibido 20 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de ayuda para obtener contratos de obras públicas.
El líder etnocacerista conversó con La Tercera tras la destitución de Pedro Castillo y en medio de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte. De posiciones radicales, no esconde sus pretensiones de postular a la Presidencia, su visión antichilena, ni tampoco su deseo de aplicar medidas tan radicales como fusilar a Ollanta, su hermano. “Boluarte es la Presidenta de Perú, pero no es legítima”, dice. “Castillo es el epílogo de algo más monstruoso que vive el país desde hace un tercio de siglo”, concluye.
El Departamento de Justicia estadounidense dijo que fiscales del organismo detectaron que 1,2 millones de dólares de los sobornos que la constructora Odebrecht le pagó al exmandatario peruano fueron transferidos a dicho país. Toledo es procesado en Perú por recibir sobornos de la empresa brasileña por más de 30 millones de dólares.
En el masivo recuento que los medios de comunicación han hecho de su vida, aciertos y errores, su rol en la adopción de la Carta Democrática es poco más que invisible.
El exmandatario fue detenido en 2019 en Estados Unidos por una solicitud de extradición ligada a sobornos que la constructora brasileña Odebrecht realizó en su país.
La candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, agradeció el respaldo del escritor peruano señalando que es una "lección de compromiso y amor por el Perú".
La Fiscalía General brasileña disolvió el grupo de trabajo de Paraná que inició en 2014 la investigación de la trama de corrupción, la misma que llevó a la cárcel a Lula y otros tres presidentes de América Latina. Expertos cuestionan el legado de la operación que tuvo al exjuez Sérgio Moro como su principal figura.
El 6% registrado en la encuesta CEP es el nivel más bajo de las últimas décadas en la región. En sus peores momentos, Alejandro Toledo y Fernando De la Rúa tuvieron un 8% de respaldo, y Abdalá Bucaram y Dilma Rousseff un 7%.
