Desde que la sequía y la contaminación destruyeron los pinitos de agua con que se alimentan, los cisnes de cuello negro no han vuelto al humedal Laguna El Peral, en Las Cruces, y en Algarrobo otro de estos ecosistemas peligra al acecho de una inmobiliaria. De Huentelauquén a Santo Domingo, pasando por el mediático humedal de Tunquén, que acaba de ser declarado Santuario de la Naturaleza gracias al activismo de sus vecinos, este es un barrido por la crítica situación que viven en Chile estas valiosas reservas acuíferas que el resto del mundo está empeñado en proteger.