La instalación del órgano de "máxima prioridad" encargado de defender la supremacía de la Carta Magna está rodeada de dudas que nadie se atreve aún a responder. La que más inquieta a abogados y jueces es el "black out" que se armará cuando el Tribunal Constitucional cierre sus puertas, no pueda conocer ninguna nueva causa, pero el Congreso aún no despache el proyecto de ley que crea la nueva institución. Lo más grave, dicen los académicos, es que durante todo ese periodo el Ejecutivo se quedará sin contrapeso, ya que nadie controlará la constitucionalidad de sus reglamentos o decretos.
9 jun 2022 08:42 PM