Luego de haber estado un año sin querer meterse en el fondo del control de legalidad de las restricciones tomadas por el Ejecutivo para hacer frente al Covid-19, esta semana la Corte Suprema adoptó dos decisiones que dieron un giro a esta postura. Por un lado permitió la realización de cultos religiosos presenciales y además anuló la condena de una persona que infringió el toque de queda. El giro marcará un precedente en las próximas acciones que se presenten ante la justicia y generó de inmediato un debate donde nadie quedó indiferente.
25 mar 2021 08:18 PM