La bancada de diputados de la Democracia Cristiana insiste en que le corresponde a su partido liderar la testera de la Cámara Baja, mientras desde el Partido Comunista han puesto sobre la mesa que el turno es de ellos, puesto que, la vez pasada, cedieron su lugar.
La exministra cree que con la salida de Patricio Fernández -asesor presidencial para la conmemoración de los 50 años del Golpe- el Partido Comunista quiere "imponer su visión como la única válida moralmente", muy distinto a la postura que asumió en los 70 con Allende cuando "tenía la película más clara respecto a los riesgos de extremar las posiciones". Y habla sobre el libro que escribió el exPresidente Aylwin, en torno al gobierno de la UP: “Mi padre no apoyó el golpe, hizo lo posible por evitarlo”, dice.
Tras una reunión que sostuvo con el ministro de las Culturas, el presidente del Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, señaló que dicho compromiso está en el marco de memoria, democracia y futuro, que es el marco que se ha estado planteando para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado".
La bancada falangista, que está evaluando apoyar el libelo en contra del ministro de Educación, exige que el próximo período de presidencia de la Cámara sea concedido a uno de sus diputados. El problema para el gobierno es que si la decé es vetada por el PC para asumir en la testera, ello podría incidir en el proceso contra el titular del Mineduc. El Ejecutivo manifestó que "no es procedente" vincular las dos discusiones.
En las últimas semanas, ha despertado un sentimiento de malestar entre los parlamentarios de la decé hacia el Ejecutivo por dar por hecho que cuentan con sus sufragios en el Congreso. El descuelgue ocurrido en la votación del sexto retiro -aprobado por tres diputados DC, pese a la negativa del Presidente Boric-, dicen, es un precedente de que las relaciones con La Moneda podrían cambiar de ahora en adelante.
Pese a que no ha habido una invitación formal, el debate sobre si la Democracia Cristiana debiese entrar al gobierno del Presidente Gabriel Boric se ha instalado en la tienda que dirige el diputado Alberto Undurraga. Por lo mismo, ayer en La Moneda dos de los parlamentarios del partido notificaron al ministro Elizalde que "la decisión hasta acá es no ingresar, pero sí avanzar en un acuerdo político electoral".
La presidenta del Partido Socialista dijo que se debe "buscar fortalecer la unidad del progresismo, independientemente de las decisiones que tome en particular la DC, pero sobre todo trabajar en conjunto en el Congreso, en el gobierno y en el territorio”, recordando que la colectividad “tiene gran cantidad de alcaldes y de concejales por Chile”.
Luego del fracaso de la tienda falangista en las elecciones de consejeros constitucionales, se instaló la idea de que el partido ingrese a la alianza oficialista.
Las elecciones del domingo lograron que en la decé se reabriera -y con más fuerza que nunca- la discusión sobre ser parte o no de la administración del Presidente Gabriel Boric. Por parte de los diputados, la balanza se inclina por mantenerse al margen del Ejecutivo. En el caso de los senadores, hay mayor apertura, aunque, de todas formas, enfatizan que -hasta ahora- no ha existido una invitación.
Uno de los que salió a remarcar públicamente esa exigencia fue el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien dijo que sería “lamentable que el gobierno pretendiera que nada pasó el domingo”. Sus palabras eran compartidas por otros legisladores de Chile Vamos, que reaccionaron con molestia a las declaraciones del Presidente Gabriel Boric, que interpretaron como una señal de que no renunciaría a su programa.
En el consejo nacional de anoche, el timonel reconoció que, en consideración de la barrera electoral que aprobó en general la Comisión Experta, hoy una de las principales preocupaciones de su partido debe ser sobrevivir. De la norma, sostuvo que el responsable detrás de ella es Gabriel Osorio. “Es la persona que trabaja con Elizalde”, manifestó.
Luego de digerir que, por primera vez en su historia, la DC no estaría presente en un órgano de representación popular, a sus dirigentes no les quedó otra que recibir a representantes de Apruebo Dignidad y el PS en la sede de su partido. Ahí, se reabrió una discusión que, hasta ayer, estaba cerrada para la Falange: entrar o no al gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Durante la gestión de la actual candidata a consejera como presidenta del partido, cuatro trabajadores fueron desvinculados por “caso fortuito o de fuerza mayor”. Tres de ellos iniciaron procesos judiciales en contra de la colectividad, los que terminaron con dos cuentas corrientes de la decé embargadas. En una de ellas había solo 25 mil pesos.
Tres vicepresidentes de la directiva decé solicitaron citar a la experta al Consejo Nacional para que rinda cuentas sobre su desempeño en la comisión. "Está trabajando junto a Katherine Martorell", acusa uno de ellos. Ante la arremetida en su contra, la abogada, quien es militante falangista, enfatiza que ella mantiene una comunicación y coordinación constante con el partido.
“Y han tenido que retroceder”, dice el exsenador DC. Candidato por Aysén, cree que la frase “no son 30 pesos, son 30 años” ha sido desmentida con hechos, como la inclusión de una generación de mayor experiencia en el gobierno.
