El mandatario electo al anunciar el nombramiento del magnate tecnológico, quien trabajará con el empresario Vivek Ramaswamy, dijo que “juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, elimine las regulaciones excesivas, recorte los gastos innecesarios y reestructure las agencias federales”.
Políticos clásicos y figuras mediáticas y empresariales resuenan para la formación del gabinete que asumirá en enero. Si algo se repite en la mayoría de los nombres es la lealtad demostrada al republicano.
Con la elección de Trump no solo llega Elon Musk a la Casa Blanca. La influencia de las grandes compañías tecnológicas -cuestionadas por la administración Biden- y de la elite de Silicon Valley adelanta una reconfiguración del mapa de poder tech y su peso en Washington.
El fabricante de autos eléctricos estadounidense sitúa el valor de sus acciones entorno a los 312 dólares.
Tras la victoria del exmandatario, el titán tecnológico se prepara para aportar al gobierno su experiencia de toda una carrera en la reducción de costos.Al hablar de su papel como director de un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), Musk ha dicho que cree que puede recortar US$ 2 billones del presupuesto federal.
Los hijos no son un sucedáneo del amor; no reemplazan un objetivo de vida rota; no son un material destinado a llenar el vacío de nuestra existencia; son una responsabilidad y un deber; son los florones más generosos del amor libre. No son el juguete de los padres, ni la realización de su necesidad de vivir, ni sucedáneos de sus ambiciones insatisfechas. Los hijos son la obligación de formar seres dichosos y conscientes (Simone de Beauvoir).
La estrecha relación entre el presidente Donald Trump y el magnate Elon Musk ha levantado alarmas: y es que el republicano conversó con el empresario sobre posibles alianzas que podrían darle la oportunidad de adaptar políticas para sus propios intereses.
El propietario de X, quien ha apoyado fervientemente al candidato republicano, anunció que pasará la noche con Trump en su resort de Florida, Mar-a-Lago, donde estará junto a un “pequeño grupo” que también estará expectante de los resultados.
Juez de Filadelfia desestimó los argumentos del fiscal de la ciudad, Larry Krasner, que consideraba que estos premios constituían una lotería ilegal contraria a las leyes estatales y por ello pedía su suspensión. Desde que el magnate lanzó la iniciativa en octubre, de los 14 premiados nueve están registrados como republicanos.
En octubre de 2022 el empresario adquirió la entonces Twitter. Pero desde entonces, su control ha sido polémico. En enero de 2023 despidió al 80% de la firma, en julio le cambió el nombre y la bautizó como X Corp. A inicio de este año demandó a un grupo de anunciantes acusándolos de boicot. En estos dos años, el valor de la empresa cayó casi 80%, a menos de US$10 mil millones.
Fuentes aseguraron al New York Times que el complejo de Musk, quien ha manifestado su preocupación por el descenso de la natalidad, está ubicado en Texas.
El antiguo bastión demócrata atrae a Trump, Harris y sus seguidores a un lugar que es clave para ganar en el estado indeciso más importante de Estados Unidos.
El experto dijo a La Tercera que el tema que ha marcado la campaña es la inmigración, porque muchos electores están “indignados” y piensan que les ha costado dinero de los contribuyentes.
Musk prometió dar un millón de dólares al día a personas seleccionadas al azar que firmaran una petición en la que se comprometían a apoyar la libertad de expresión y el derecho a las armas en siete estados claves para las elecciones: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
The Washington Post entrevistó a antiguos socios comerciales y tuvo acceso a documentos. El magnate ha apoyado el discurso antiinmigración de Donald Trump.
