Si bien Carlos Díaz llegó a la presidencia del magisterio apoyado por Mario Aguilar, hoy timonel del colegio metropolitano, sus aguas se separaron al poco andar. En ese contexto, el gremio espera la consulta nacional que zanjará la movilización, aunque las lluvias aplazaron hasta el jueves la definición.
El Ministerio de Educación confirmó la cancelación de las clases para esta jornada en diferentes establecimientos educacionales desde la Región Metropolitana hasta el Biobío.
En concreto, son 869 establecimientos municipales y Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) que no abrirán sus puertas durante la jornada de mañana. Asimismo, algunos recintos educativos anunciaron que van a suspender sus actividades de forma parcial.
Afectación por clases suspendidas podría ser mayor y se tendrá un reporte más preciso al mediodía. "No vamos a poner tampoco en riesgo la integridad de de nuestros estudiantes y de los equipos que trabajan en las escuelas y es por eso que todo el día vamos a estar en permanente evaluación", señaló el ministro Nicolás Cataldo.
Para el nuevo ministro de Educación es un avance democrático que la sociedad entienda que su militancia no implica ni “comer guaguas” ni “sobreideologizar”. Su foco, dice, está puesto en la reactivación educativa.
En la misiva, el ministro Cataldo invita al Directorio Nacional del gremio a una reunión el jueves 24 “para retomar nuestro intercambio en favor de las mejoras requeridas para fortalecer el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes de todo Chile”.
El nuevo titular de Educación tuvo su primer día a cargo de la cartera, en la que ya se instaló su equipo más cercano y donde sostuvo diversos diálogos. El ministro, de inmediato, ha tenido que ocuparse del inminente paro nacional de profesores.
Según el presidente del magisterio, esperarán hasta mañana a las 14.00 horas una nueva respuesta del Mineduc. “De no llegar en ese horario, nosotros entenderemos que no hay respuesta y por supuesto que comenzaremos a definir nuestra posición”, sostuvo.
En este sentido, desde el magisterio responsabilizaron a la cartera de la decisión que adopten este jueves y viernes en su Asamblea Nacional, donde votarán una paralización indefinida en búsqueda de respuestas a su petitorio.
El profesor de Castellano protagonizó algo impensado al inicio del gobierno: distanciarse de un magisterio que a todas luces más parecía ser un aliado comprometido. Esto, sumado a una gestión que permanentemente estuvo en el ojo del huracán, incluso internamente, terminó por sacarlo de la cartera tras casi un año y medio de gestión convulsa.
La llegada de Nicolás Cataldo al Mineduc implica un hito histórico y un gesto particular para el Partido Comunista, que en los últimos meses venía manifestando un creciente malestar con el rumbo de la administración de Boric. Al darle al PC un mayor protagonismo, el Presidente amarra aún más las lealtades de esta colectividad con el destino de su administración.
El nuevo ministro de Educación será el primer militante del Partido Comunista a cargo de la cartera, aunque para llegar al mayor desafío de su carrera tuvo que sobrevivir en septiembre a los cuestionamientos en su contra luego de que se revivieran sus duros epítetos hacia Carabineros, mismos que hoy le valen objeciones de la oposición. “Lo que esperaría es que Educación no se convierta en una trinchera”, dijo tras asumir.
El ahora extitular de Educación fue calurosamente despedido por al menos medio centenar de funcionarios de la cartera, quienes escucharon con atención sus palabras en un improvisado discurso. "A no bajar los brazos porque seguimos", les dijo.
El profesor de Castellano protagonizó algo impensado al inicio del gobierno: distanciarse de un magisterio que a todas luces más parecía ser un aliado comprometido. Esto, sumado a una gestión que permanentemente estuvo en el ojo del huracán, incluso internamente, terminó por sacarlo de la cartera tras casi un año y medio de gestión convulsa.
La asunción de Nicolás Cataldo en el Mineduc implica un hito histórico y un gesto particular para el Partido Comunista, que en los últimos meses venía manifestando un creciente malestar con el rumbo de la administración del Presidente Gabriel Boric. Con tres ministerios, la centenaria colectividad iguala la cantidad de carteras que asumieron en los primeros meses de González Videla y en todo el gobierno de Allende.
