Tras una ceremonia en la plaza principal de Pyongyang, ambos líderes firmaron el miércoles un acuerdo de asociación estratégica, que incluye una cláusula de defensa mutua, bajo la cual cada país acepta ayudar al otro a repeler una eventual agresión externa.
"Hoy se ha preparado un nuevo documento fundamental que formará la base de nuestras relaciones a largo plazo”, ha asegurado Putin al inicio de sus conversaciones con Kim Jong Un.
La guerra contra Ucrania ha acercado al mandatario ruso a Kim Jong-un, quien ha ganado un nuevo estatus en el Kremlin al abrir sus vastas bodegas de municiones a Moscú.
El mandatario ruso también ha agradecido a Corea del Norte su “firme apoyo” en el marco de la invasión Ucrania.
El Ministerio de Situaciones de Emergencias ruso ha informado que el fuego afectó en un principio a un terreno de unos 5.000 metros cuadrados.
Después de estrechar la mano de Kim Jong-il en 2000, ahora el líder del Kremlin cruzará la frontera oriental de Rusia para reunirse con su hijo, Kim Jong-un. Occidente mira los acercamientos entre Moscú y Pyongyang con preocupación.
Luego de publicar un comunicado en que cuestionaron la capacidad de la instancia de lograr su propósito, Lautaro Carmona marcó el punto ante el comité político. Otras voces del partido han endurecido las críticas. "Es impresentable la presencia del Presidente Boric en esa cumbre", reclamó la diputada Lorena Pizarro.
Existe el consenso entre diferentes expertos que el mandatario ruso ha abrazado la política económica de Occidente, al tiempo que actualmente lo considera como su enemigo. Los analistas sostienen que no tiene una ideología y, de hecho, su partido promueve las ideas de centro y conservadoras.
La pasada semana, Putin dijo que ordenaría un alto el fuego de manera inmediata si Ucrania renunciaba a entrar en la OTAN y si sus tropas abandonaban las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón.
Aunque el presidente Volodymyr Zelensky describió la cumbre de paz realizada en Suiza como un "un gran éxito para Ucrania”, 13 países asistentes se negaron a estampar su firma en la declaración final.
Pese a la negativa de una docena de naciones, 84 países sí suscribieron el acuerdo que establece principios fundamentales para el proceso de pacificación.
La colectividad oficialista planteó que "no están en discusión" las facultades que posee el Presidente Gabriel Boric de "política exterior del gobierno de Chile ante la comunidad internacional".
Desde Rusia catalogaron el hecho como un “crimen a sangre fría" y exigen una condena “inmediata y decidida”.
“Ucrania nunca ha dicho que China sea nuestra enemigo. Nuestro único enemigo es Putin, porque él fue quien nos atacó. Creo que los amigos son los que ayudan, y me gustaría que China lo fuera”, afirmó el mandatario europeo.
El embajador ruso en Buenos Aires, Dmitri Feoktistov, emplazó a Milei a no interferir en la guerra y retome la neutralidad para “preservar la naturaleza amistosa de las relaciones ruso-argentinas".
