El principal socio estratégico del fútbol chileno está agotado, cansado y decepcionado, según sus ejecutivos. Dice no haber encontrado al aliado con el que firmó un contrato multimillonario por 15 años. Reclama falta de voluntad y poca seriedad de Quilín, al desconocer las negociaciones para indemnizar a la señal por los partidos no jugados de 2019. Se queja de la comisión CDF y de la incertidumbre sobre el retorno de los torneos nacionales. Por lo mismo, evalúa dejar de pagar las cuotas mensuales a los clubes de mantenerse el actual escenario.