Poniendo de ejemplo el caso de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, Álvaro Elizalde (PS), dijo que "el Presidente de la República puede vetar el proyecto si no lo comparte, pero no lo hace porque no quiere pagar el costo de una decisión impopular", por eso llevan -a su parecer- el caso al TC.
Una serie de entrevistas radiales salieron a dar hoy representantes del oficialismo y de la oposición, justo cuando el proyecto que busca bajar la jornada laboral fue aprobado en particular y despachado a la sala de la Cámara. Mientras el Ejecutivo alista el escrito que presentará al TC para frenar la iniciativa, Piñera dejó hoy abierta la puerta a utilizar el veto presidencial. "No me voy a quedar de brazos cruzados y voy a recurrir a todos los instrumentos que estén a mi alcance para que se respete la Constitución", aseguró.
Hace meses el grupo de ministros opositores a la presidencia de Aróstica creó un chat para delinear la estrategia que llevó a un "golpe blanco" en el tribunal.
La nueva presidenta del Tribunal Constitucional ayer presidió su primer pleno, en el que informó a los ministros sus medidas. También le interesa cultivar buenas relaciones con otras instituciones del Estado. En este sentido, mañana se reunirá por segunda vez con el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito.
En un breve juramento, la abogada asumió como máxima autoridad de la instancia. Reemplazará al ministro Iván Aróstica en la presidencia de la instancia.
A menos de 48 horas de asumir la testera del TC, aún no se extingue el conflicto con la facción que encabeza el saliente presidente, Iván Aróstica. La ministra no podrá incidir en la nueva conformación de las dos salas hasta fin de año, pero sí en qué causas abordará preferentemente el organismo.
Parlamentarios y constitucionalistas sospechan que La Moneda no busca ir más allá de una revisión de la forma en que se designan los ministros, tal como lo planteaba el programa de gobierno de Piñera. Mientras, desde el Congreso crece la presión por una reforma de mayor profundidad que incluya la supresión del control preventivo de las leyes.
Un debate abierto y franco marcó la jornada en el Tribunal Constitucional en que se evidenciaron dos grupos bien marcados al interior del organismo, uno de los cuales -integrados por jueces de distintas tendencias- decidió encumbrar a la abogada liberal como la nueva presidenta del organismo por los próximos dos años.
La ex jefa de asesores del primer gobierno de Sebastián Piñera fue confirmada hoy como la nueva presidenta del Tribunal Constitucional. Previamente, en 2013, Marisol Peña se había constituido como la primera mujer en ostentar el cargo.
La designación se concretó con 6 votos a favor; 3 contra y una abstención. Brahm, quien sucederá a Iván Aróstica en el cargo, asumirá sus funciones a partir del próximo 28 de agosto y ocupará el puesto hasta 2021.
"El tribunal está en una situación incierta por la presidencia de Aróstica que ha sido muy fallida", dice un ministro del TC que confía en que Brahm iniciará cambios profundos en la forma de operar del tribunal. Aun así, en la oposición plantean una interrogante sobre su cercanía con Piñera.
Pese al revés, la sanitaria valoró las reflexiones contenidas en la sentencia.
Con esta decisión, Rutherford podrá seguir pesquisando a Oviedo y a otros dos oficiales activos.
El ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, dijo que son necesarias las mejoras al organismo, pero recalcó la importancia de su existencia y dio como ejemplo el listado que elaboró Chile Vamos sobre iniciativas de la centroizquierda.
