El exmilitar fue detenido el 5 de octubre pasado al constatarse que en su contra había una orden de captura y una alerta de Interpol por el homicidio del cantautor Víctor Jara.
8 nov 2023 03:35 PM
El exmilitar fue detenido el 5 de octubre pasado al constatarse que en su contra había una orden de captura y una alerta de Interpol por el homicidio del cantautor Víctor Jara.
En enero de 1968, el célebre cantautor chileno integró una delegación de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile que viajó a California para presentar una selección de obras. Fiel a su espíritu sensible, conectó con la juventud y el hippismo. Pudo conocerlos de primera mano e incluso, alucinó con el rock. Tanto así, que hubo quienes aseguran haberlo visto desatado bailando en las discotecas. Acá una historia perdida del hombre de El Cigarrito.
Tras ser detenido en medio de un control policial el pasado 5 de octubre, al constatarse que en su contra había una orden de captura y una alerta de Interpol, Pedro Barrientos se mantiene a la espera de que un juez de migraciones dicte la orden que detallará el mecanismo mediante el cual será expulsado del país.
"Obviamente vamos a seguir el caso muy de cerca y hacer todos los esfuerzos por traer al señor Barrientos a Chile”, aseguró el secretario de Estado.
En junio de 2016, una corte federal de Florida, Estados Unidos, halló culpable a Pedro Barrientos de torturas y de la ejecución extrajudicial del artista. Se espera su extradición a Chile.
Por estos días se reeditan en vinilo dos de los títulos que mejor retratan la búsqueda creativa del asesinado cantautor: Víctor Jara (1967) y Canto Libre (1970). Ambos ya están disponibles en tiendas con sus diseños originales.
La actividad contará con la participación de destacados artistas nacionales como Quilapayún, Nano Stern, Inti Illimani, Evelyn Cornejo, Claudio Narea y Cuncumén, banda a la que perteneció el autor de "Te Recuerdo Amanda".
Un día antes del golpe de estado, el lunes 10 de septiembre, el cantautor cantó por última vez frente a público en un acto organizado por el Instituto Chileno-Soviético de Cultura en un colegio de San Bernardo. Ahí, un apoderado que era uniformado tuvo una particular participación.
El día antes del Golpe Militar, la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado (actual Universidad de Santiago) hizo un llamado para que sus integrantes se reunieran al día siguiente. Para ese día, estaba programada la visita de Salvador Allende, quien anunciaría que iba a convocar un plebiscito. Ya se habían esparcido los rumores y la madrugada estuvo marcada por una tensión innegable, pero Erika Albayay –que por ese entonces estudiaba y militaba en el PS–, quiso llegar igual. El 12 fue detenida junto a sus compañeros de federación –entre ellos Víctor Jara– y trasladada al Estadio Chile, donde pasó un día y una noche. Hoy, por primera vez, cuenta su historia.
Somos cinco mil, el último poema que el cantautor escribió mientras permaneció detenido en el estadio que hoy lleva su nombre, ha sido musicalizado varias veces tras su muerte ocurrida hace medio siglo. Pero en un ejercicio propio de nuestros días, los músicos Fede Zeppelin y Francisco Penas, trabajaron una adaptación de la canción gracias a la IA que recrea la voz de Jara.
Tal como se anunció, la exitosa cantante viñamarina subió al escenario para cantar una de las composiciones finales del malogrado cantautor. Acompañada de banda, arreglos de bronces e instrumentos eléctricos, la artista desplegó una contundente interpretación.
La canción fue parte de sus composiciones finales y su grabación debió ser sacada de manera clandestina de Chile para que viera la luz de forma póstuma.
El músico de bandas como Rage Against the Machine y Audioslave, es uno de los invitados internacionales a la conmemoración de los 50 años del golpe de estado. En las últimas horas visitó el Museo de la memoria, el Estadio Victor Jara y esta mañana arribó a La Moneda. "Estoy aquí para expresar mi solidaridad con la gente de Chile”, señaló.
Desde el impacto de la figura de Violeta Parra a la creación de piezas como la Cantata Santa María de Iquique. En una hora y media, el músico Nano Stern y el realizador Luis Emilio Briceño retratan a la generación de jóvenes que de 1958 a 1973 revolucionaron la canción chilena. Sin glorificaciones ni condescendencia, sino desde la honestidad y, sobre todo, con un genuino interés por contar su historia.
El exitazo de Illapu con Candombe para José incubó una semilla que cada cierto tiempo germinaba con distintos grados de repercusión en dictadura; canciones que contenían una genética opositora o inspirada en La Nueva Canción Chilena, colando subrepticiamente en radios y televisión, como un antídoto contra el folclor patronal y un ideal patriótico chato de exaltación castrense.