Este es mi Barrio se llamó el segmento que el animador protagonizó junto al fallecido cantante durante los 80. “Él tenía una comunicabilidad extraordinaria”, dice sobre el “Gorrión de Conchalí”, con quien compartió por última vez cuando lo entrevistó para su programa ¡Qué Dice el Público!
Fue en 1982, en su visita al programa Permitido de TVN, cuando el Gorrión de Conchalí hizo gala de su carisma y su chispa barrial en un escenario habitualmente más acartonado y formal en Vitacura. Esa noche Reyes imitó, lanzó bromas y demostró que podía sostener un espectáculo en toda regla.
En los últimos años, el fallecido “gorrión de Conchalí" se mantenía escribiendo canciones, pero optó por dar una nueva vida a su repertorio más clásico. Solía ser relajado en los ensayos y pese a sus ganas de volver a los escenarios, sus cercanos cuentan que se le veía cansado.
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En un poema que permaneció inédito hasta 2019, el antipoeta hizo un guiño al show de Zalo Reyes en el Festival de Viña, en 1983.
En su libro De perlas y cicatrices, de 1998, el fallecido cronista narró a Reyes antes de ser Zalo Reyes. En su estilo, rescataba la raigambre popular del hombre tras Un ramito de violetas y fue crítico con los estelares de televisión a los que acudía el cantante.
Boris González hijo, señaló que una afectación al páncreas, informada el vienes, provocó el deceso de su padre. Velatorio del icónico artista popular parte a las 12.30 horas en el Balneario Municipal de Conchalí.
Don Francisco, Enrique Maluenda, Américo, Los Bunkers y la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky, son algunas de las figuras que le han rendido homenaje al artista fallecido este domingo a los 69 años. La SCD anunció que el cantante alcanzó a enterarse en vida de que sería distinguido como socio benemérito de la organización.
La combinación de su canto portentoso con un carisma magnético, quizás no tenga después de él parangón comparable entre cantantes hombres del país. Encantador y seguro de sí mismo, orgulloso y displicente con las reverencias, el talante tras su éxito de la primera mitad de los años 80 llegó a desafiar convenciones de clase, género y trato social.
El fallecido cantante logró sepultar el clasismo propio de un medio como la TV a punta de ángel y talento. Y también reverenciando a los artistas de la canción romántica que estuvieron antes que él.
En 1995, el cantante protagonizó un momento ícono en la TV nacional. Invitado al estelar Hablemos de, con César Antonio Santis, en TVN, el cantante fue hipnotizado. Pero después lo desmintió.
Lenguaraz como pocos cantantes chilenos, en las entrevistas que concedió, Zalo Reyes dejaba siempre frases notables. Acá van algunas.
Fue en 1983, cuando por única vez en su carrera pisó el escenario de la Quinta Vergara. Se llevó antorcha y Gaviota de Plata y con su éxito "Con la lágrima en la garganta" simplemente ofreció un momento inolvidable.
Recordado por hits inmortales como "Con una lágrima en la garganta", o "Ramito de violetas", el "Gorrión de Conchalí" fue uno de los primeros ídolos realmente populares de la música chilena que aprovechó el boom de la TV para amplificar aún más su figura. Tuvo una participación incluso en el Festival de Viña, de 1983.
