¿Dónde se fue la magia de la marca republicana?

Kast, la noche del domingo en la sede de Republicanos.

Aunque el partido de Kast obtuvo un buen resultado en concejales y consejeros regionales, no cumplió con las altas expectativas que habían puesto en alcaldías como Arica, Valparaíso, San Bernardo y Concepción. ¿Hacia dónde va la tienda? ¿Repercutirá esto en las opciones presidenciales de Kast?


“Este es un primer paso. Claramente nos habría encantado contar con una capital regional como Valparaíso, como Concepción. No se pudo”.

Con un semblante alejado del triunfalismo, el líder de los republicanos, José Antonio Kast reconoció así -avanzada la noche del 27 de octubre, cuando el resto de los comandos llevaban un par de horas celebrando-, que los resultados estuvieron alejados de sus expectativas.

En la casona de Presidente Errázuriz no hubo euforia.

Los guarismos habían desplomado los pronósticos de que su tienda tomaría la hegemonía de la derecha -frente a un Chile Vamos impactado por el caso Audio-; que conquistaría los municipios de Arica, Valparaíso, Concepción y San Bernardo; y que obtendría las gobernaciones de Arica, O’Higgins y Magallanes, sin contar posibles pases a una segunda vuelta en Iquique, Antofagasta, Atacama, Valparaíso, Maule y Biobío.

De paso, se apostaba a retomar el vertiginoso crecimiento que tuvo entre la segunda vuelta presidencial de 2021 (cuando Kast obtuvo el 44% de los votos) y la elección de consejeros constitucionales, cuando la tienda anotó el 35% de las preferencias. Pero nada de eso pasó.

Obtuvo ocho municipios -el más relevante de ellos es Macul, por la cantidad de electores-, y un paso a segunda vuelta solo en dos gobernaciones. En Los Lagos, donde Claudia Reyes deberá enfrentar al RN Alejandro Santana (en esa zona ambas oposiciones medirán fuerzas), y en O’Higgins, donde Fernando Ugarte hará lo propio ante el PS Pablo Silva.

”Las recientes elecciones municipales terminaron con el sueño del ‘camino propio’ en el Partido Republicano. Chile Vamos recuperó su fuerza relativa en el mundo opositor, dejando claro que republicanos no tiene hoy capacidad para aspirar a ser mayoría si no es buscando alianzas”, afirma el columnista Max Colodro.

“Del mismo modo -agrega el académico de la UAI- los resultados municipales confirman que Kast tampoco tiene hoy posibilidades de ser el candidato opositor que congregue a una mayoría suficiente para ganar en una eventual segunda vuelta”.

En la misma línea, el analista de la U. de Talca, Mauricio Morales, advierte que Republicanos sólo va a lograr un mayor número de alcaldías y gobernaciones “cuando sea capaz de coordinarse estratégicamente” con Chile Vamos en los 345 municipios y en las 16 regiones. De lo contrario, advierte, se va a volver entrampar en una “lucha estéril” con la centroderecha tradicional y los Social Cristianos.

Pero no todo fue negativo.

Una marca puesta a prueba

En esta campaña el Partido Republicano acentuó su oposición al gobierno de Gabriel Boric, marcando un sello abiertamente diferenciador frente a Chile Vamos. Su objetivo fue lograr que todos aquellos electores no políticos y que estaban en contra de la actual administración, marcaran por ellos en la papeleta.

De ahí su arremetida en todos los frentes, especialmente en el Congreso, donde levantaron -a pocos días de los comicios- una fallida acusación constitucional contra la ministra del Interior, Carolina Tohá, por el tema de seguridad, su principal bandera.

El #ARecuperarChile estuvo en todas sus piezas publicitarias, mientras Kast recorría varias veces el país, apoyando a sus abanderados.

Una buena parte de sus fichas las puso en la contienda de concejales, que es el termómetro que mide la fuerza electoral de los partidos, para sacudirse del fantasma del “techo electoral”. Ahí totalizaron un 13,8%, menos del doble del 28,16% alcanzado por Chile Vamos.

Sin embargo, la cifra debiera encender una luz de alerta para la coalición base de Evelyn Matthei. Pues, lo cierto es que en la medición individual el partido de Kast salió segundo. Solo fue superado por RN (15,52%). Pero se alzó por sobre la UDI -su gran competidor- que capturó un 10,10% de los sufragios, y por sobre Evópoli (2,54%).

No solo eso. En consejeros regionales se ubicaron en el primer lugar. Pues, si bien CHV sumó 96 electos, el desglose da cuenta que los republicanos lograron 60, contra 55 de RN, 37 de la UDI y 4 de Evópoli. Integrantes que serán clave -dicen- para mantener el control, por ejemplo, en el consejo regional de la Región Metropolitana.

Macarena Santelices, candidata a la gobernación en la RM, señala que, pese a no haber pasado al balotaje, la colectividad logró una contundente presencia territorial en la Metropolitana, con 71 concejales, 11 consejeros regionales (y dos posibles más que están apelando ante el TER) en la capital.

Ahí operó la “marca”, según Arturo Squella, presidente de los republicanos. “Nuestro partido -dice- fue uno de los pocos que lució su marca y no la ocultó. Y el resultado concreto es que aumentó de siete a 234 concejales, de diez a 60 consejeros regionales, de cero a ocho alcaldes y tenemos la posibilidad de disputar dos gobernaciones. Es el partido más grande de Chile en la elección de consejeros regionales y el segundo más grande en la de concejales, que son elecciones esencialmente políticas y donde es la marca, no la persona, la que impacta más”.

A juicio de sus detractores -sin embargo- la “marca republicana” se desgastó. Incluso, un parlamentario de Chile Vamos sostiene que “el país demostró que está por una derecha más moderada y dialogante”.

Loreto Cox, académica de la Escuela de Gobierno de la UC, coincide en que Republicanos no cumplió sus altas expectativas en alcaldes y gobernadores, y que la ciudadanía esta vez apostó por la moderación, “dándole una nueva oportunidad a la derecha tradicional”. Pero advierte que Chile Vamos no debiera sobreinterpretar los resultados, porque “el electorado es muy crítico y no guarda lealtad si los políticos no se la ganan, como lo demostró el caso de Marcela Cubillos en Las Condes”.

Por el camino de la cautela también se muestra el analista político de la U. Autónoma, Tomás Duval. Porque si bien -dice- los republicanos obtuvieron un resultado bajo sus expectativas, lo que reflejaría ciertos límites en su crecimiento potencial, especialmente con los partidos de Chile Vamos, también se instaló como una “fuerza política territorial”.

A nivel interno hay poca autocrítica. No hay discusión en el tono del discurso en contra de la actual administración, pues -dicen- no están dispuestos a ceder en temas que afectan a la ciudadanía, como la seguridad y las pensiones. Lo que prima es la sensación de que Chile Vamos debió ser más generoso con ellos.

“Nos podría haber ido mucho mejor como oposición si los gestos de generosidad que tuvo el Partido Republicano en Recoleta, en Viña del Mar, en San Miguel, en Ñuñoa, en Santiago Centro y en Recoleta, hubieran sido correspondidos con verdaderos gestos de generosidad, por ejemplo, en Valdivia o en Concepción”, sostiene el diputado republicano, José Carlos Meza.

Otros afirman que los principales triunfos obtenidos por CHV se debieron -por ejemplo- a que ellos se restaron de competir en Providencia, Ñuñoa, Santiago y La Florida. “Y eso, a nosotros, nadie nos lo reconoce”, dice una fuente republicana. Esto lo respalda el director ejecutivo de Acción Republicana, Sebastián Figueroa, para quien “nuestra decisión fue ir a recuperar comunas administradas por la izquierda, cediendo espacios a CHV, lo que les permitió el triunfo en muchas comunas emblemáticas”.

El dirigente, quien es parte del círculo de Kast, enfatiza que hubo falta de generosidad de Chile Vamos. Y expone dos ejemplos: “En Valdivia -dice- nuestro candidato, Leandro Kunstmann, sacó el 35% de los votos y le faltaron tres puntos para arrebatarle el municipio al Frente Amplio, mientras que el candidato que llevó RN, Eduardo Berger, solo obtuvo un 13%. Y, en Concepción, a James Argo le faltaron solo tres puntos para convertirse en alcalde y la candidata de Chile Vamos, Valentina Pavez Van Rysselberghe, sacó apenas un 8%. El nepotismo le ganó al sentido común”.

Cónclave en El Palomar

El martes y miércoles, Kast se reunió en el centro vacacional El Palomar, en las afueras de San Felipe, en una jornada de trabajo con los candidatos ganadores y perdedores, a quienes les agradeció el esfuerzo realizado y los alentó a seguir trabajando ante los compromisos electorales del 2025. No se tomaron acuerdos políticos, pero sí se entregaron herramientas de gestión y probidad a quienes debutarán en sus cargos.

La secretaria general del partido, Ruth Hurtado, cuenta que uno de los objetivos de la jornada fue, más allá de los triunfos o derrotas, “motivarlos” a que sigan trabajando con la misma fuerza y de manera permanente, de cara a las elecciones presidencial y parlamentaria.

Es ahí donde planean hacer sentir el despliegue territorial alcanzado el fin de semana, para aumentar los escaños en la Cámara y en el Senado, donde tienen siete diputados y un senador, y donde se prevé una fuerte competencia con CHV para ganar -esta vez- la hegemonía del sector a nivel legislativo.

La presidencial

“Si el partido quiere ir a primarias, tendrá que tener otro candidato”. Esa es la decisión que Kast -pese a las cifras- reiteró la noche del 27.

El líder republicano -quien ha incursionado dos veces a La Moneda, en 2017 y en 2021- manifestó el 13 de octubre a La Tercera que estaba dispuesto a postular por tercera y última vez.

Hoy, en el partido admiten que el escenario electoral -frente a una competencia con Matthei, la mejor posicionada en las encuestas- se hace más cuesta arriba. Pero que la opción de Kast sigue intacta.

“Los resultados -dice Meza- impactan a Kast muy positivamente, porque -a diferencia de otras contiendas- hoy tenemos una infantería muy fortalecida, con un equipo de concejales y de consejeros regionales muy potente. Y con la infantería se ganan las batallas”.

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