Los testimonios claves en el cierre de la causa contra Cristián Campos

Exactos 10 meses han pasado desde que una acusación por abuso estalló en el seno de una familia ligada a sangre con el teatro y la televisión. El 26 de marzo se hizo pública la querella estampada en contra del actor Cristián Campos (68) por parte de la sicóloga Raffaella di Girolamo (47), hija de la expareja del denunciado Claudia di Girolamo. Lo acusaba de haber realizado conductas de connotación sexual, llevando a primera plana un caso de abuso que generó amplio revuelo.

Si bien el propio Campos sabía de la amenaza de esta denuncia desde hace más de 14 años, no fue hasta ese día cuando, a través de un comunicado, la Fundación para la Confianza divulgó masivamente los hechos.

Hoy, sin embargo, la indagación liderada por el magistrado Edgardo Gutiérrez, del 34° Juzgado del Crimen, se encuentra en su etapa final. El pasado lunes 20 de enero, de hecho, el juez informó: “Encontrándose agotada la investigación en este proceso, se declara cerrado el sumario”.

En los próximos días se dictará el sobreseimiento del también director de teatro. Esto, ya que durante la investigación no se le sometió a procesamiento.

En poder del magistrado Gutiérrez y de las partes se encuentran cientos de fojas con las pesquisas, en medio de las cuales, por lo demás, están contenidas una serie de declaraciones a las que tuvo acceso La Tercera y que fueron consideradas claves para el cierre del caso.

Entre ellas se encuentra el testimonio que Campos entregó durante dos jornadas en el mes de septiembre y donde descarta haber cometido cualquier tipo de acto impropio o constitutivo de delito, tanto respecto de Raffaella di Girolamo como de cualquier otra mujer. Fue enfático en que pese a las actitudes de la hija de su otrora esposa, él siempre estuvo para ayudarla y apoyarla en lo que le requiriera. Por lo mismo, para él las acusaciones son actos de manipulación propios de la personalidad de la sicóloga.

“Debo señalar categóricamente que jamás toqué el cuerpo de Raffaella, nunca le hice las barbaridades que dice ella, siempre la traté como mi propia hija, aunque no era fácil (...) Es una querella infundada, cuyos hechos son el resultado de la fabricación y manipulación por parte de ella misma, su redactor y complementada por su madre”, sostuvo.

Por otro lado, entre los elementos recopilados por el juez también se encuentra la declaración de la denunciante, la cual fue dada a conocer por T13. Ahí, en un total de 10 carillas, detalló los abusos de los que habría sido víctima y sobre cómo el exesposo de su madre la habría inducido en el mundo del alcohol.

En su relato reveló que, en su momento, encaró a Campos y que este no le dio respuesta alguna. “Le dije: ‘Tú abusaste de mí cuando chica’. Se sorprendió tanto que no pudo negarlo. Me dijo que se lo había tratado en terapia y me preguntó si yo tenía algún trauma sexual, yo le dije que no, ya que no sabía que los recuerdos comenzarían a aparecer después”, manifestó.

En el expediente, además, va entrelazando no sólo los testimonios de la denunciante y del denunciado, también se acompañaron relatos de testigos. Están las declaraciones de Claudia di Girolamo, de su pareja Vicente Sabatini, la esposa de Campos, María José Prieto, y un pieza clave en esta trama: la periodista María Verónica Neumann. Todos protagonistas del cierre de esta causa penal.

“A partir de hechos que jamás ocurrieron dañó mi honra, mi familia y mi trabajo”.

Al igual que como lo hizo en declaraciones públicas y entrevistas, cuando entregó su testimonio -el 10 y 11 de septiembre- ante el tribunal, Cristián Campos descartó rotundamente haber cometido delito alguno.

Según se desprende de su relato, Raffaella di Girolamo lo habría denunciado por hechos que son falsos, fruto de que siempre -como él indicó- buscó llamar la atención y porque nunca habría tratado el trastorno de bipolaridad que padece.

“Yo la consideraba una hija y ella recurría a mí (...) Siempre mantuve contacto con Raffaella; primero, porque me sentía en la obligación de hacerlo. Pero también porque ella me buscaba, se aparecía o me pedía ayuda”, declaró el actor. Agregó que cuando ella le dijo por primera vez que creía que él la había abusado, pensó que pretendía hacer un símil con lo que en esa época estaba viviendo su esposa, María José Prieto, quien enfrentó un juicio por abusos de su padrastro.

En ese momento (año 2010), aseveró ante el juez, le indicó a Raffaella que “era muy grave lo que estaba diciendo, que yo jamás sería capaz de hacerle algo así y que si ella necesitaba ayuda económica, no era necesario que inventara una agresión sexual. Le pedí explicaciones, pero ella no me dijo nada de cómo habrían ocurrido los hechos, cuándo o dónde”.

El dinero que mencionó dice relación con la exigencia que Raffaella le habría hecho para no revelar lo ocurrido. Le pidió, según Campos, que le pagara terapia o les contaría a todos lo sucedido, “cagándole la vida”.

Diez años más tarde, dijo Campos, ella lo llamó diciéndole que no aceptaría que él siguiera “pagando por su silencio”. “Yo le recalqué que ese dinero que le había estado dando era porque me lo había pedido bajo amenaza y si ella no quería seguir recibiéndolo, no le pagaría más”, sostuvo.

Junto con esto, el actor relató que las amenazas de Raffaella y llamadas intimidantes se daban de manera constante, con algunos “meses de silencio” entremedio, lo que lo fue dañando emocional, social y familiarmente.

No fue hasta 2020, según el testimonio de Campos, que la mujer le detalló lo que ella denominaba como el abuso. Esto, por medio de la misma carta que ella compartió con su madre. “Señalaba que yo la habría drogado para luego abusar de ella”, dijo.

Asimismo, expuso que en 2021 Claudia acusó recibo del escrito y compartió una nueva misiva con él, donde manifestó que gracias a las palabras de su hija recordó que una vez lo encontró desnudo en la cama de ella. “O sea, esa carta hizo recordar a Claudia algo que una madre nunca olvidaría, que es esta imagen de su marido en pelotas con su hija (...) Me tomé mi tiempo y le respondí, le dije que toda mi vida he estado rodeado de mujeres de distintas edades y nunca nadie me ha acusado de algo ni remotamente parecido a esa conducta”, afirmó.

El actor, además, sostuvo que se sintió defraudado cuando sus hijos Antonio y Pedro creyeron en las palabras de la mujer: “Me defrauda caer en cuenta que ellos me están mirando con los ojos distorsionados de su hermana”.

Ante los dichos de su hijo Antonio en la causa, quien sostuvo que lo escuchó manteniendo relaciones sexuales con su pareja y que también encontró videos íntimos en su computador, Campos planteó que nunca supo de esto, ni tampoco del trauma que esto le hubiese ocasionado al joven.

Al terminar su relato aseguró que con esta acción Raffaella “logró acaparar toda la atención que sus padres biológicos nunca le dieron, a partir de hechos que jamás ocurrieron, dañando irreversiblemente mi honra, mi familia y las posibilidades laborales mías y de mi esposa”.

“Tengo la sensación de que Cristián siempre la odió”.

El 10 de abril de 2024 Claudia di Girolamo (68) compareció ante el juez Edgardo Gutiérrez, entregando detalles pormenorizados no sólo de la develación que le había hecho su hija años antes, sino que también de sus propias relaciones de pareja y de la violencia que según ella vivió cuando su hija Raffaella recién había nacido.

La actriz relató que contrajo matrimonio con Ismael Frigerio, el padre biológico de la denunciante, por presión de su familia, ya que en esos años (1978) “los hijos debían nacer en una familia ‘bien constituida’”. Reconoció, sin embargo, que producto de las agresiones físicas que enfrentaba, lo pasó muy mal, y que la relación terminó al poco tiempo, volviendo a vivir con sus padres.

Tras ello se embarcó en una nueva relación con el actor Cristián García Huidobro, con quien también se fue a vivir junto a Raffaella, enfrentando nuevamente situaciones de violencia y otro quiebre.

Ahí, mientras grababa una teleserie para Canal 13, conoció a Cristián Campos, para quien, dice, “no fue fácil” aceptarla con una hija. “Siempre sentí que tenía celos y resistencia a incorporar a mi hija, le costaba ir como familia donde sus hermanos, pienso que él nunca se sintió realmente cómodo y ahora tengo la sensación de que Cristián siempre odió a la Raffaella”, manifestó.

Rememoró, en ese sentido, que cuando viajaron a Austin, debido a que el actor se había ganado una beca, este le indicó que no pensaba que “tendría que cargar con un bulto”. Por esos años, además, notó que a Raffaella se le “apagó” su alegría habitual y que, de hecho, mostró signos graves de estrés.

“Se le cayó la mitad de la cara. La llevé al médico y me dijeron que había sido por estrés (...) Le pregunté lo que ocurría y me decía que la estresaba el hecho de escuchar a Cristián reclamando porque su padre no traía dinero”, afirmó. Más adelante, además, indicó que tiempo después Raffaella comenzó a orinarse y a sentir miedos nocturnos.

Con respecto a Campos, la actriz manifestó que este era muy agresivo, egocéntrico y que sólo se preocupaba por él, mientras ella debía ocuparse sola de los niños y de todas las labores de la casa.

En cuanto a la develación de los abusos, sostuvo que supo de la situación luego de celebrar una Navidad. “Me dijo que tenía que conversar conmigo, yo sentí que se me helaba la sangre. Me entregó una carta, yo la leí y al terminar le pregunté ‘¿fue Cristián?’ y ella me respondió que sí”.

En ese momento, además, encontró las fotos que Raffaella había mencionado en su querella y que Campos le había tomado. “Eran sugerentes, queriendo hacer parecer a una niña mayor, con labios rojos y otros detalles”, aseveró sobre ellas.

Ante la consulta del juez, además, señaló que en el pasado le había preguntado a Campos qué significaban, y que este le indicó que eran un “experimento artístico”.

Además, sinceró que cuando leyó el testimonio de su hija, “intuyó” que el abusador era su expareja, ya que recordó tanto lo de las fotos como también que una vez lo encontró “desnudo en la cama de Raffaella”.

De la lectura de la querella presentada por su hija, en el mismo sentido, dijo haberse enterado de masajes que el actor le realizaba, los que -de acuerdo con el relato de la denunciante- habrían terminado en tocaciones impropias.

Respecto de los vómitos que experimentó Raffaella cuando tenía 17 años, Claudia esbozó que ella pensó que se trataba de algo propio “del proceso que vivimos todas las mujeres con los cambios hormonales”.

“Yo que viví abuso desde los 7 años, jamás habría buscado al abusador”.

Entre los relatos claves del caso también se encuentra el que brindó el 22 de mayo de 2024 la actriz y esposa del denunciado, María José Prieto (47), quien señaló que desde que conoció a Raffaella di Girolamo, en el año 2000, notó que tenía reacciones que definió como violentas.

En su declaración dijo que tras conocerse la denuncia, la llamó una persona cercana a la familia Di Girolamo para decirle que Raffaella tenía “tendencia enfermiza de mentir”.

Relató que su relación con la denunciante nunca fue buena, que inventó cosas de ella cuando vio que lo de Campos iba en serio y que la situación empeoró cuando nació su hija, en 2010. Por esos días, de hecho, confidenció que tuvieron que prohibir el ingreso de la sicóloga al edificio donde vivían, por el asedio.

Ese año estaba culminando el proceso penal en contra del padrastro de Prieto, a quien ella, su hermana y otras mujeres habían denunciado por abuso sexual, por lo que también asoció ese hecho a que Raffaella comenzara con las amenazas respecto de que revelaría que ella también había sido agredida sexualmente por Campos si este no pagaba la terapia en la que estaba.

“Ella cuenta la historia, diciéndole sólo a Cristián, quien me cuenta a mí. Yo lo atribuí a que la habíamos alejado de la familia (...) Pero en 2012 vuelve a aparecer. Es decir, luego de una aberrante acusación, ella una vez más se apareció en nuestra casa”, contó. En 2014, cuando murió su suegra, la madre de Campos, dijo que Raffaella llegó al funeral “llorando muy vehementemente, tirándose a los brazos de Cristián, lo besaba, lloraba y lo abrazaba descontrolada, una y otra vez”. Por lo mismo, también planteó: “Yo que había vivido abuso desde los siete años, jamás habría ido en búsqueda del abusador. Yo a mi padrastro no lo quería ver ni en pintura”.

De igual forma, planteó que a fines de 2021, inicios de 2022, la denunciante comenzó nuevamente con correos amenazantes, pero ahora dando cuenta de que había relatado lo presuntamente ocurrido a su madre. Ante ello Prieto también hizo presente que le pareció raro que Claudia di Girolamo haya mantenido una relación cordial con ellos pese a haber conocido la versión de su hija. Sostuvo, además, que no le parece coherente que la actriz realmente recuerde que encontró a su pareja desnudo en la cama de la entonces menor de edad y siguiera emparejada con él.

Como parte de su testimonio, la también actriz mencionó que una mujer abusada “no se demora tantos años en denunciar mientras sigue visitando a su abusador”, por lo que subrayó el hecho de que este caso sería fruto de un invento. “Me copiaba todo lo que hacía. Tomaba un curso y ella también hacía el mismo; usaba un estilo de vestir muy similar al mío; me cortaba el pelo y ella también aparecía con el mismo corte. Cuando se resuelve el tema legal de mi padrastro y logramos llevarlo a juicio, aparece ella con el mismo discurso de haber sido abusada, entonces, tiene una conducta muy sicópata”, cerró.

“(Campos) intenta insinuar que Raffita tuvo parte de la culpa”.

Vicente Sabatini (70), director de televisión y actual pareja de Claudia di Girolamo, declaró ante el juez Edgardo Gutiérrez el 17 de abril, relatando, en primer término, que supo de la develación de los abusos un día después de que Raffaella se lo contara a su madre, el día de Navidad.

“Ese mismo día 25 de diciembre con Claudia hablamos por teléfono y me contó que Raffaella le había entregado una carta, en la cual señalaba que había sido abusada (...) No me dio muchos detalles de la carta, pero sí me describió el estado emocional que tenía Raffaella mientras ella leía la carta, decía que ella estaba muy quebrada y tiritaba”, afirmó, junto con sostener que luego de leer el escrito quedó “impactado”.

Según manifestó Sabatini, Raffaella se demoró mucho en redactar ese documento, porque fue “un recorrido de varios años”, donde pidió a dos amigos que la ayudaran a redactarlo. “No es una carta con orden cronológico, es más una reconstrucción emocional”, dijo.

Ante la consulta respecto de si sabía que la actriz había encontrado a Campos desnudo en la cama de Raffaella, el director respondió que sí.

“Ese hecho me lo había contado Claudia, que había vivido un episodio terrible una mañana que entró a la pieza de Raffaella y vio desnudo a Cristián en la cama de la Raffa y que él le había dicho ‘perdón, me equivoqué’. Nunca me dio muchos más detalles en ese momento y también me contó que Cristián le había dicho que la marihuana le producía amnesia y que después ella se sentó junto a Raffa y le preguntó si Cristián le había hecho algo, a lo que la Raffaella, medio dormida, le dijo que no. Según me señaló Claudia, este hecho ocurrió en la época en que estábamos grabando la teleserie Estúpido Cupido”.

En el mismo sentido, hizo presente que, para él, Campos había hecho un reconocimiento tácito de los hechos con la respuesta que dio a la carta que Claudia le había enviado.

“Para mí lo representó como culpable, en esta carta nunca niega los hechos y en cuanto a la frase que él señala ‘a veces las cosas son más complejas’ intenta insinuar que Raffita tuvo parte de la culpa”, expuso.

Sabatini manifestó que sólo supo del contexto de que Campos le tomaba fotos a Raffaella, de las tocaciones y de los masajes sólo cuando leyó la querella, y -en ese sentido- él creía que toda la “rabia” que la psicóloga tiene con la vida podría ser fruto de esas situaciones.

“La develación de lo que le ocurrió explica gran parte de su conducta, de su rabia, de su enojo, la rabia con su vida y con su madre. Esto le permite a uno entenderla. Cuando conocí a Raffaella ella llevaba tiempo consumiendo drogas, nunca supimos qué droga específicamente, claramente se veía una niñita fracturada emocionalmente. Los cambios de humor, arrebatos, yo la vi sufrir mucho (...) Ahora en realidad me hacen sentido todos los comportamientos que Raffaella ha tenido”, planteó.

“Su abuelo decía que tenía una nieta mitómana”.

Otro de los testimonios recogidos por el juez Edgardo Gutiérrez fue el de la experiodista de TVN María Verónica Neumann, quien compareció ante el 34° Juzgado del Crimen de Santiago el 17 de octubre de 2024.

En esa instancia, Neumann sostuvo que si bien no conocía ni era cercana al actor, sí había tenido la posibilidad de compartir con él en dos ocasiones por temas profesionales.

Por lo mismo, relató, es que tras conocida la denuncia en contra de Campos, decidió contactarse con la pareja de este, María José Prieto, a través de Instagram, quien respondió el mensaje. Iniciada la conversación, Neumann le dijo a Prieto que estaba haciendo una investigación sobre la Fundación para la Confianza y las querellas presentadas por el abogado Juan Pablo Hermosilla.

De esa conversación, refiere la periodista, surgió una llamada en la que Prieto le dijo que Campos la recordaba y que le quería pedir ayuda para contactar a personas que “fueran del círculo” y que “fueran testigos” de las actitudes “abusivas y agresivas” de Claudia di Girolamo. Todo eso con miras al juicio.

Neumann le dio el teléfono de una maquilladora. Cuando Prieto la contactó, la mujer de inmediato alertó al hijo del denunciado, el actor Pedro Campos di Girolamo. Ahí le contó que Neumann -experiodista de TVN y madre de su compañero de labores, el también actor Simón Pesutic Neumann-, iba a declarar en favor del juicio contra el intérprete.

Todo este enredo, según Neumann, derivó en un llamado que le hizo Pedro Campos Di Girolamo a su hijo Simón -ambos son compañeros en la nueva versión de la teleserie Amores de Mercado-. En tono amenazante, según esta versión, Pedro Campos le habría advertido a Pesutic que si Neumann declaraba en favor de su padre Cristián Campos, su mamá -Claudia Di Girolamo- “se encargaría de acabar con su carrera”. Palabras que “angustiaron” al joven actor, quien le pidió a su madre que no compareciera. Pero finalmente ella fue.

En su testimonio, la experiodista de TVN da cuenta de que trabajó con el abuelo de la denunciante, Claudio di Girolamo, de quien recuerda haber escuchado en varias oportunidades “que tenía una nieta mitómana y que su hija Claudia estaba desesperada”.

Relato que complementó afirmando que una expareja de Campos le comentó que Ismael Frigerio -padre de la denunciante- “le había dicho que Raffaella tenía que someterse a tratamiento, ya que su madre estaba desesperada porque su hija era mitómana”.

Más adelante en su comparecencia, la periodista también da cuenta de las actitudes de la afamada actriz y madre de la denunciante, Claudia di Girolamo, a quien calificó de “muy hostil”.

En ese sentido, Neumann relató ante el juez que Di Girolamo “no toleraba que ninguna persona gorda se le acercara”. De hecho, expuso que en una ocasión escuchó a una maquilladora del canal y a Sergio Livingstone hablar de una actriz a la que “no le gustaban las personas gordas”. Al consultar, concluyó Neumann, le respondieron que se referían a “la come lechuga, señalando que era Claudia di Girolamo”.