¡112 días al rojo! La vida de Karen Rojo en Países Bajos, su autodenominación de “presa política” y una solicitud de asilo
La exalcaldesa de Antofagasta, condenada por fraude al fisco a 5 años y un día de cárcel, fue capturada en la ciudad de Rotterdam. Tras ser controlada su detención, se le informó que el Estado chileno busca extraditarla para que regrese a cumplir la condena por delitos de corrupción, tras lo cual quedó en prisión preventiva. En estos tres meses prófuga, la otrora autoridad -independiente, pero cercana a la UDI- estuvo refugiada en el Centro de Inmigrantes de Ter-Apel, lugar en el que tramita asilo político asegurando que acá es víctima de persecución y que no hay garantías de juicio justo.
- Le dicen “la alcaldesa”.
Ter-Apel es una villa ubicada en la Provincia de Groninga, a 200 kilómetros de Ámsterdam, tiene alrededor de 8.550 habitantes, y se destaca por ser un pueblo con edificaciones antiguas, monasterios y una ciudad fortificada que está cercana a Alemania. Otra de sus características, y quizás la más importante, es que ahí opera el Centro de Acogida de Solicitantes de Asilo (COA), por lo que a menudo suele ser noticia por la gran cantidad de población migrante que aloja fuera de esa zona con el propósito de ingresar y poder tramitar sus peticiones de refugio. Esta es la última residencia que se conoce de la exalcaldesa Karen Rojo Venegas (41) en Países Bajos. Así lo comentan quienes recibieron las primeras informaciones sobre su detención en Rotterdam ocurrida hace algunas horas, tras permanecer 112 días prófuga de la justicia chilena.
Y es que “la alcaldesa” -como la llaman algunos amigos que se ha hecho en Ter-Apel y que conocen su historia- está en pleno proceso para solicitar asilo político, ya que se autodenomina una “presa política” y alega que en Chile no tuvo un proceso justo, que fue una especie de “chivo expiatorio” y que se dictó en su contra una pena -incluso ratificada por la Corte Suprema- totalmente desproporcionada a los hechos que se le atribuyeron. De hecho, explican cercanos, el delito que se le imputó aquí tendría en Holanda una pena de multa, por lo que también ese argumento será alzado por la ex jefa comunal ante las autoridades de ese país.
Rojo fue condenada a 5 años y un día de presidio por fraude al fisco reiterado y el 23 de marzo, justo el día que se confirmaba la sentencia por parte del máximo tribunal del país, salió del país tras comprar un boleto de avión a Holanda. La Fiscalía de Antofagasta no había pedido medidas cautelares en su contra, por lo que pudo cruzar las fronteras aéreas sin problema alguno. Sólo cuando se confirmó su fuga, se activó una orden de captura internacional y un proceso de extradición que hoy se le notificó ante las autoridades judiciales de ese país. Quedó en prisión, hasta que se activen las diligencias del Ministerio Público para forzar su regreso y así ingrese a cumplir su castigo en una cárcel.
Hace varias semanas, junto con contratar en Chile al estudio jurídico de Felipe Moraga, fichó a dos buffetes de abogados holandeses, uno especialista en extradición y el otro en refugio político. De cierta forma, dicen sus cercanos, sabía que en algún minuto la detendrían, ya que nunca estuvo “clandestina” y se mostraba a rostro descubierto. De hecho un chileno capturó una foto suya el 5 de julio a las 12:46 horas. Eso activó nuevamente a las policías, ya que existe una alerta de captura que fue tramitada por la PDI -a través de Interpol- apenas se supo que se había declarado en rebeldía.
El abogado Moraga explicó a La Tercera PM que sus pares holandeses le notificaron que su representada hoy compareció ante el fiscal de Rotterdam, pero que aún no ha sido puesta frente a un tribunal. Él determinó dejarla privada de libertad y en dos semanas podrían alegar ante un juez y solicitar su libertad bajo fianza. Es decir, que mientras se desarrolla el proceso de extradición -que podría durar varios meses- ella pague una suma de dinero que garantice que se presentará a todos los actos del procedimiento.
En Ter-Apel aún no la entrevistan, hito que da inicio al proceso de asilo y que irá en paralelo a las aspiraciones del Ministerio Público chileno, que espera que sea devuelta lo antes posible. Uno de los informes con los que Rojo buscará, primero, evitar su extradición y también lograr el asilo, es uno que describe las cárceles chilenas. Serán los propios documentos del Poder Judicial chileno, los que la exautoridad pretende presentar ante las autoridades de Países Bajos para demostrar que en su país no existen garantías para respetar sus derechos humanos, debido al hacinamiento y condiciones insalubres de los penales chilenos.
Hasta que fue capturada en Rotterdam, a 2 horas y media en bus de Ter-Apel, la exalcaldesa de Antofagasta llevaba una vida tranquila. Incluso hace algunas semanas había hecho un viaje a un lago con otros migrantes de América Latina que también tramitan su refugio ante el COA. “Se le veía calma y alegre, aunque siempre preocupada por lo que pueda pasar en Chile y con su familia”, comentó una de las personas a las que ha contactado durante estos meses en que estuvo prófuga.
Una foto que cambió todo
José Henríquez Contreras (34) es chileno y desde hace algunas semanas está de vacaciones en Europa y ha recorrido varios países del viejo continente. Una de sus paradas, precisamente, fue Ámsterdam. La mañana del martes 5 de julio, el cineasta recorría en bicicleta el centro de la capital de Países Bajos. Mientras recorría una de esas calles, un policía le ordenó detenerse, estaba transitando por un paseo peatonal. Luego de dialogar con el funcionario comenzó a caminar, y al llegar a la esquina, se encontró de frente con alguien que le parecía conocida: se trataba de Karen Rojo, a quien reconoció de inmediato.
“Yo creo que ella se dio cuenta de que la reconocí, porque apuró el tranco y se metió a un local, como a una cafetería. Así que decidí esperarla afuera hasta que salió y logré sacarle las fotos”, comentó el cineasta a La Tercera PM.
El reloj marcaba las 12:46 y con su teléfono el joven chileno lograba capturar la primera foto de la exautoridad en Europa. “Me dio rabia verla tan campante, creo que eso me motivó a seguirla”, sostuvo y dijo que cree que ella sí notó que le tomó la foto, aunque no pensó tampoco ir donde la policía: “Sentí que sacándole unas fotos se podía hacer algo”. Luego de aquello, se retiró del lugar y Rojo se fue en dirección desconocida.
El planificado escape
La mañana del 23 de marzo, Karen Rojo llegó pasadas las 10 AM hasta el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez en Santiago. Ese día, la Corte Suprema daría a conocer su sentencia, luego de que solicitara la nulidad del juicio que la condenó a 5 años y un día de cárcel efectiva por fraude al fisco.
El día anterior, había comprado en KLM un pasaje por $954.844. ¿El destino? Ámsterdam. A las 11.20 de la mañana del 23 de marzo pasó por el pórtico de la PDI sin ningún problema, la justicia en Chile no había dictado una medida cautelar en su contra. A las 13.15 horas, la exautoridad dejó Chile en el vuelo 704 de la principal aerolínea de Países Bajos. Minutos antes, las jueces de la Segunda Sala de la Corte Suprema firmaron su dictamen, Rojo debía cumplir su pena de cárcel. Algo de lo que recién se enteró en una escala en Brasil.
Esa misma jornada se conocería que la exalcaldesa había dejado el territorio nacional, momento en el que el Juzgado de Antofagasta solicitó su detención. El 25 de marzo, por orden del Ministerio Público, la PDI notificó a los 195 países que forman parte de Interpol sobre la “notificación roja” que existía sobre Rojo.
La jefa nacional de Cooperación Internacional de la PDI, prefecta Catalina Barría explica que “la tarjeta roja se masifica con el objeto de decir que ella es prófuga de la justicia, por tales motivos (...) entonces en algunos países con esta identificación tienen la facultad de detener y poner a disposición de los tribunales, y en algunos otros no, pero por acuerdos internacionales pese a que la tarjeta roja no significa la detención, se pueden poner a disposición de los tribunales de la misma”.
¿Qué viene ahora? De resultar la extradición de la exalcaldesa, “los policías chilenos que trabajan en Interpol, si es que se acepta la extradición, pueden viajar hasta Países Bajos y traer de vuelta a Karen Rojo acá a Chile y ponerla a disposición para que ella cumpla su condena”, asegura Barría.
Ahora lo más importante, y es lo que tramita Interpol, es también ratificar de forma científica que la persona detenida en Europa es Karen Rojo. Para ello ya cuentan con sus huellas digitales y se realizarán pruebas, una más que deberá sortear la exautoridad que -dicen sus cercanos- agotará todos los recursos con el único fin: nunca pisar una cárcel en Chile.
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