Aislamiento, testeo y vacunación: la emergencia por viruela del mono que moviliza a los gendarmes de Santiago y a la ex Penitenciaría
De acuerdo con lo informado por Gendarmería, hay dos casos confirmados y al menos 162 internos permanecen en cuarentena preventiva. El jefe del departamento de Salud de la entidad, además, aseguró que "los contactos estrechos de las dos situaciones fueron vacunados en base al protocolo y criterios de inmunización vigente".
Hace dos semanas las alarmas se encendieron en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Santiago Sur, conocido como ex Penitenciaría. Esta vez no por una riña entre los internos o por la presencia de elementos prohibidos en las unidades, sino porque uno de los reclusos que permanecía desde hace poco en el lugar presentó síntomas que alertaron a los funcionarios que estaban de turno ese día.
Los efectivos, que tenían la experiencia de haber hecho frente a los contagios por Covid-19, sabían que se trataba de algo distinto y que la fiebre que presentaba el sujeto no era producto de un simple refrío. Así, llamaron a las autoridades sanitarias correspondientes y el 8 de diciembre se constituyó en el lugar un equipo epidemiológico de la Secretaría Regional Ministerial de Salud de la Región Metropolitana, que realizó las pruebas correspondientes.
De esta forma, confirmaron que se trataba del primer caso de viruela del mono -cuyo nombre oficial es Monkey Pox- en un recinto carcelario del país, por lo que acto seguido aplicaron los protocolos correspondientes y lo aislaron, dejando en cuarentena preventiva al menos a 162 internos que permanecían en el mismo módulo.
¿Qué fue lo que permitió activar los procedimientos? De acuerdo con lo que comentaron funcionarios de Gendarmería a La Tercera PM, que el hombre en cuestión, además de la alta temperatura que marcaba, tenía “ronchas” en los brazos de características similares a las que ellos habían podido ver en notas de prensa referentes a la mencionada enfermedad. Por lo demás, una vez que se detectaron los primeros casos en Chile, se les instruyó desde la dirección general estar alertas.
Pero eso no fue todo. Dado que el interno había sido trasladado hace poco desde el penal Santiago I -junto a otros 180 reos- ahí también los profesionales de Salud tuvieron que hacer pesquisas, logrando identificar este jueves 15 de diciembre un segundo caso positivo.
La situación fue confirmada a La Tercera PM por César Cortés, jefe del Departamento de Salud de Gendarmería, quien indicó: “En base al sistema de vigilancia epidemiológico coordinado entre el departamento de Salud y la Seremi de Salud de la RM, se logró identificar dos casos positivos de Monkey Pox, en el CDP Santiago Sur y el día de ayer, en la Unidad Penal de Santiago Uno. En ambos casos ya se implementaron los protocolos de vacunación, vigilancia, testeo y aislamiento”.
Como se ha establecido hasta ahora por las autoridades sanitarias, la campaña de inoculación va dirigida a la población que ha sido contacto estrecho de un caso confirmado o probable y que presente riesgo de desarrollar una enfermedad grave. Por esta razón, comentaron desde las unidades de Salud, era importante inmunizar a quienes fueron categorizados como “sus más cercanos” en el penal. La vacuna puede aplicarse hasta 14 días desde que ocurrió el contacto estrecho con una persona confirmada, y consiste en dos dosis que se administran con un mes de separación.
Los aislados
Como explicó Cortés, el primer caso, identificado la segunda semana de diciembre, “se trató de un interno trasladado desde Santiago Uno (junto a otros reos), quienes llegaron a un módulo desocupado de la ex Penitenciaría, quedando desde un inicio todos ellos aislados del resto de la población penal, y quienes actualmente se mantienen en cuarentena preventiva hasta el 27 de diciembre”. Agregó, en el mismo sentido, que hasta ahora ninguno ha presentado “inconvenientes de salud”.
“Desde cada unidad penal se contactaron con los familiares y entornos cercanos de los afectados para mantenerlos informados al respecto. Ambos casos se encuentran en buen estado de salud pese a su situación”, dijo el jefe del departamento de Salud, recordando que mientras dure la cuarentena, no pueden recibir visitas, abogados ni tendrán salidas a tribunales.
Asimismo, de acuerdo con los detalles entregados por la autoridad carcelaria, los módulos donde se detectaron los casos se mantienen bajo aislamiento preventivo y vigilancia epidemiológica. “Los contactos estrechos de las dos situaciones fueron vacunados en base al protocolo y criterios de inmunización vigente y los casos sospechosos testeados resultaron negativos”, enfatizó.
Como da cuenta Jansen Albornoz, dirigente de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog), en julio de este años recibieron los protocolos a seguir, por lo cual han podido, hasta ahora, controlar la emergencia. “Nos hemos preocupado de solicitar a la institución que tome todos los resguardos para impedir la propagación y brindar los cuidados adecuados durante el período que dure el aislamiento. Sin duda, nuestro personal estará atento a que la población penal cumpla con las instrucciones que se entreguen tanto del Ministerio de Salud, como de la que Gendarmería disponga ante esta contingencia”, sostuvo.
Y en el mismo tono, Andrés Muñoz, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios de Gendarmería (Anop), comentó: “La experiencia adquirida durante la pandemia permitió capacitar a nuestros funcionarios, lo que ha pesar de la conocida falta de recursos y las condiciones de hacinamiento, ha permitido fortalecer las medidas orientadas a la prevención de contagios, fomentando las medidas de autocuidado”.
Actualmente, en Chile se contabilizan 1.359 casos de viruela del mono (1.340 confirmados y 19 probables). De estos casos, 154 fueron hospitalizados y hay dos fallecidos a la fecha.
Asimismo, la Región Metropolitana concentró el 83,2% de los casos a nivel nacional. Todas las regiones restantes presentaron algún caso de viruela del mono, con la excepción de la Región de Magallanes. El 98,2% de los casos correspondió a hombres. Los casos se presentaron en un rango etario entre los 6 meses y los 89 años, con una mediana de edad de 34 años, siendo el grupo entre los 30 y los 39 años el que concentró la mayor cantidad de casos.
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