Alcalde de Estación Central: “Hay que demostrar que la izquierda también es capaz de establecer el orden público”
Felipe Muñoz (ind.) llegó a la alcaldía de Estación Central como parte del Frente Amplio y como tal aborda la situación de violencia que se ve en muchos rincones del país. Dice que no concibe la seguridad pública sin las policías, con quienes, asegura, tiene un trabajo de coordinación constante.
Sociólogo de profesión, Felipe Muñoz (ind.) asumió la alcaldía de Estación Central a fines de junio del año pasado y a nueve meses de ese suceso dice tener una foto más o menos acabada de lo que ocurre en su comuna, pero que trasciende a la situación de violencia que se observa en varios rincones del país.
“Hay una crisis institucional de la confianza y llega a su clímax en el estallido social, pero esa crisis aún no se resuelve”, señala el edil frenteamplista en conversación con La Tercera, en cuya comuna se vivió, el viernes pasado, un violento enfrentamiento entre estudiantes y comerciantes ambulantes. Muñoz dice que el gobierno de Gabriel Boric “tiene que salir jugando inmediatamente”.
¿Qué espera de este día del joven combatiente?
Es un desafío para todas estas administraciones nuevas y también el gobierno que llegó, entendiendo que es una fecha significativa y todos tienen derecho a manifestarse. El gran desafío es poder establecer límites, responder a la ciudadanía y sus consignas de necesidad de reestablecer el orden. No se puede aceptar el vandalismo, la destrucción de semáforos, atentar contra la propiedad privada y pública. Hay que establecer límites y acciones preventivas.
¿Cómo cuáles?
Acá retiramos algunos semáforos en lugares históricamente conflictivos, también cualquier tipo de escombros. Habrá operativos con muchos carabineros y dispusimos la contratación de buses de acercamiento para los vecinos que se puedan ver afectados.
¿Cuál es su explicación del fenómeno de la violencia actual en el país?
Es más bien sociológica. Hay muchas dudas y expectativas del proceso constituyente y la administración pasada tampoco colaboró mucho para lograr la paz social. Pero también para nadie es un misterio la capacidad de armas en las calles y va sorprendiendo la agresividad de los delitos: en nuestra comuna en las últimas dos semanas hubo cinco homicidios y en cada uno hay presencia migrante. Hay mucho que revisar, se requiere más fiscalización, control migratorio, que la Fiscalía actúe. El último gobierno abandonó todas esas funciones fiscalizadoras. Este gobierno tiene una tremenda responsabilidad para lograr consensos.
¿Cómo ha abordado Estación Central esto?
Hemos doblado el número de camionetas e inspectores fiscales, estamos comprando un retén móvil para traspasarlo a Carabineros, compramos sonómetros, drones, pórticos, hemos aumentados las cámaras de vigilancia y ya tenemos dos centrales, una para cada comisaría. Más allá de lo que siempre se ha planteado, donde quizás la derecha se ha apropiado del discurso de seguridad, son pocas las acciones implementadas. Por eso vemos con esperanza la nueva administración. Al primer día vino el subsecretario de Prevención del Delito y al día siguiente la delegada presidencial. Hay que tener acciones coordinadas y dejar los diagnósticos.
En los ataques de los vendedores ambulantes a estudiantes o los homicidios que describió antes Estación Central se ha hecho parte de las querellas, ¿son efectivas estas acciones?
Es importante que de una vez por toda se tome seriamente el tema. Siempre es el mismo cuello de botella: la Fiscalía no está investigando y se debe fortalecer. Y vemos asociación ilícita, venta ilegal de fármacos, de cigarrillos, de fuegos artificiales y todos saben dónde se fabrican y cómo se distribuyen. Hay instituciones que están fallando y además no se está sancionando. Hay flagrancia y sin embargo las personas siguen ahí. Para nosotros es esperanzador saber que el gobernador ha congregado a municipios en situaciones similares, porque lo más pertinente es tener una mirada integral.
¿Qué antecedentes maneja de las agresiones de los vendedores ambulantes a estudiantes y cómo califica la situación?
Es una situación indignante la cobardía con la que operan estas mafias. Y es lamentable porque están absolutamente identificadas con anterioridad. Se han hecho denuncias y siguen operando, entonces uno espera que la Fiscalía actúe en estos casos. Nosotros nos querellamos, otros se sumaron a esa querella y hoy nos dijeron que fue declarada admisible. Uno espera que la Fiscalía actúe y podamos sacar lo antes posible a estas personas de circulación.
¿Cómo han abordado la relación con las policías?
Para nosotros es fundamental contar con el apoyo de ellos, no entendemos otra forma de trabajar la seguridad ciudadana, aunque creemos que es necesario reformar a Carabineros y contar con una mejor policía y mejores herramientas, con perspectiva territorial y respeto a los derechos humanos. Necesitamos contar con policías modernas, pero sabemos que tenemos que estar coordinados con ellos. Tenemos reuniones semanales, yo tomo desayuno una vez a la semana con ambos comisarios y hay un contacto permanente. Desde la oficina de Seguridad Pública hay conversaciones diarias.
¿Es pro reforma de Carabineros?
Se necesitan a las policías, pero también hay consenso de que necesitamos mejores policías. Más moderna, capacitados, que puedan mantener la probidad al interior de la institución, tener recursos para que ingresen mejores carabineros. Ellos mismos están conscientes de eso, pero esto hay que hacerlo con ellos. La gente añora contar con el carabinero que recorría la calle a pie, que en comunas que necesitan más carabineros comunitarios o investigadores puedan tenerlos, que el numero sea conforme a delitos y población. Hoy no todos los ciudadanos de Chile tenemos el mismo derecho a seguridad. No es justo que los recursos se distribuyan de manera discrecional.
¿A las administraciones más de izquierda les cuesta más la coordinación con Carabineros?
Es una gran pregunta. El discurso de la seguridad pública se tiene que desideologizar, la ciudadanía no quiere saber de qué color político es cada quien, piden acciones concretas. La derecha ha tomado el discurso, pero no se tradujo en acciones concretas más allá de lo comunicacional. Y al final no es un problema de los alcaldes, pero tenemos la obligación de liderar procesos, la ciudanía siempre va a esperar eso. Entendemos que no podemos hacerlo solos, tenemos que convocar a Carabineros, PDI y otras instituciones y poder resolver este tema complejo que va más allá del orden público.
¿Qué arriesga el sector si no muestran eficiencia en este ámbito?
Es algo a tener en cuenta por el nuevo gobierno. Siempre lo hemos conversado con otros alcaldes: lo que pide la ciudadanía es reestablecer el orden, establecer límites para reestablecer la convivencia. Hay cosas que no se pueden seguir permitiendo. Ha habido ingreso irregular de personas y se tienen que pedir requisitos. Hubo personas que entraron a Chile con antecedentes y hay que expulsarlas. Cada uno quiere pasarlo bien, pero no se puede meter ruido hasta las 5 de la mañana. Tenemos esperanza como sector de que esto se pueda.
Si es que no, tendrá costos.
Sí, claro. Hay que demostrar que la izquierda también es capaz de establecer el orden público.
Y en ese sentido, ¿cómo ve las señales de algunos alcaldes de su sector que mostraban cierta apertura al comercio ambulante, por ejemplo?
Paulatinamente todos han ido tomando un mismo discurso y estableciendo criterios, de mantener prácticas y ordenanzas. Yo he conversado con los alcaldes de Macul y Santiago para establecer protocolos de manera conjunta, porque si despejamos acá se van a ir a la comuna de al lado o al revés. Hay que actuar de manera coordinada.
¿Para esta generación política hay más dificultades de mostrar mano dura?
No, no tengo esa impresión. La gran dificultad de esta generación son las expectativas, los sueños de cambios y anhelo. Tenemos que mostrar trabajo permanente, responder a la confianza.
¿No ve un trauma en mostrar mano dura?
No sé si será un trauma. Sí es un desafío comprender que lo que pide la ciudadanía es tener firmeza, tener posición y establecer límites.
¿Cómo debería abordar el gobierno la seguridad pública y cómo deberían estar los municipios involucrados?
No hay ninguna comuna donde los vecinos lo que más pidan es seguridad pública. Más allá del discurso, hay que tener acciones concretas, no podemos seguir haciendo las cosas igual. Esta administración tiene la posibilidad de modernizar las formas como trabajamos: todos juntos y consistentes en políticas para establecer acciones y compromiso en acciones concretas, con acuerdos que se cumplan. No hay tiempo para diagnósticos, el gobierno tiene que salir jugando inmediatamente. Los alcaldes ya tenemos los diagnósticos.
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