Alguien te escucha: Cómo opera el aparato de pinchazos telefónicos de la Fiscalía para los casos VIP
Se trata de un equipo comprado en 2009 con que el Ministerio Público realiza un duplicado de las escuchas telefónicas de Carabineros y la Policía de Investigaciones o incluso sus propios registros de audio sin conocimiento previo de las policías. Es la compañía telefónica, previa autorización judicial, la que deriva la señal de la línea.
Sólo un grupo reducido de funcionarios, marcando su huella dactilar, puede entrar a la oficina donde está la máquina. Todos, son grabados por una cámara para registrar el ingreso. Se trata del aparato con que el Ministerio Público realiza un duplicado de las escuchas telefónicas de Carabineros y la Policía de Investigaciones, o incluso sus propios registros de audio sin conocimiento previo de las policías. Todo ello, precisan desde la institución, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de operaciones, la más importante: la orden judicial que autoriza el procedimiento y obliga a la compañía telefónica a derivar la línea investigada.
La máquina está en la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos, Medioambientales y Crimen Organizado (Uldeco) de la Fiscalía Nacional y se trata, asegura un fiscal, de "un solo equipo reservado para casos muy VIP". Otro persecutor detalla que sólo tres personas interactúan físicamente con el aparato: Mauricio Fernández, director de Uldeco; Marco Pacheco, su segundo abordo; y el funcionario que respalda el material. "Ni el Fiscal nacional, Jorge Abbott, puede acercarse", detallan en el Ministerio Público.
Así desde el año 2009, el equipo marca Phoenix American Technologies, modelo RT-8100, comprado por trato directo a Tecnodata por más de 25 millones de pesos en el periodo de Sabas Chahuán, permite respaldar los pinchazos que están siendo a su vez grabados por las policías de las causas, sin que ellos se enteren de que hay un Gran Hermano vigilando que la información no sea manipulada; y, en casos muy específicos, incluso "saltarse" a las policías, en particular si hay conflictos de interés. Pero tiene las restricciones de todas las interceptaciones telefónicas: sólo pueden usarse en aquellos casos que la ley establece una pena de crimen, que equivale a cinco años de presidio.
En cualquier caso, no se trata, por las características técnicas del RT-8100 de una escucha masiva: Se usa de forma regular, pero sólo permite oír seis líneas de forma paralela. Se utiliza, agrega un persecutor, en casos "en que las policías pueden estar expuestas por hechos en que estén involucrados funcionarios de Interior, que operan también como sus jefes, o en casos en que quieras hacer un seguimiento de las escuchas por ser un tema muy técnico el investigado y en que la policía pueda no prestar la debida atención". Los fiscales pueden acceder a las escuchas solicitadas mediante una clave de acceso.
De hecho, el equipo se adquirió luego de que en el año 2008, Jorge Donoso, subprefecto de la Unidad de Monitoreo Telefónico de la PDI, quedó en prisión preventiva por ocultar información en la indagatoria de irregularidades en el proceso de licitaciones de la plataforma tecnológica del Registro Civil. Y se aplicó el método de duplicado con éxito también respecto de la PDI, en la causa en que nueve detectives de Pudahuel fueron condenados por los delitos de detención ilegal, allanamientos ilegales, apremios ilegítimos y falsificación de partes policiales durante el año 2012.
"El poder disuasivo de la máquina es muy relevante. Las policías saben que hay alguien mirando, pero el equipo ya está casi obsoleto, dudo que pueda seguir operativo a futuro y hay que revisar si hay disponibilidad para esa inversión", plantean en el Ministerio Público.
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