Alzas en boletas de energía: la pesadilla de británicos y franceses de cara al invierno europeo

Cocina a gas en una casa de Boroughbridge, en Inglaterra, en medio de la crisis energética que golpea a países europeos. Foto: Reuters

Mientras los habitantes de Reino Unido verán un alza del 80% en sus facturas anuales relacionadas con el consumo de energía hogareño, en Francia el nuevo valor del megavatio por hora llegó a un récord de 1.000 euros. Todo ello, mientras Rusia quema 10 millones de dólares al día del gas natural, en una planta cerca de la frontera con Finlandia, que podría enviar a Europa, según la BBC.


Catalogada por medios internacionales como la peor crisis energética de toda una generación, la preocupación de británicos y franceses se vio refrendada en los datos entregados este viernes por las autoridades. A partir de octubre, los habitantes de Reino Unido verán un alza del 80% en sus facturas anuales relacionadas con el consumo de energía hogareño, definió la oficina reguladora Ofgem. Un récord que hace ver pequeña a la marca anterior registrada en abril, cuando los precios aumentaron un 54%.

Por su parte, en Francia la situación no difiere demasiado de su vecino al otro lado del Canal de la Mancha. Su rol como uno de los mayores proveedores de electricidad en la región, gracias a los 56 reactores nucleares que posee, se ha visto afectado por problemas de corrosión en sus plantas, lo que se ha convertido en dificultades para la generación de energía. Actualmente, solo 24 de ellos están operando con normalidad, informó la empresa estatal Électricité de France (EDF).

La consecuencia directa de esta histórica baja en la producción, fue un aumento también histórico en los precios. Alemania y Francia batieron un dramático récord este viernes: 850 y más de 1.000 euros, respectivamente, es el nuevo valor del megavatio por hora (MWh). Hace un año, los precios en ambos países rondaban los 85 euros el megavatio por hora.

Central nuclear de Bugey, uno de los reactores apagados por problemas de corrosión en Francia. Foto: AFP

En el apartado del gas, la agencia Reuters aseguró que el precio de referencia del gas europeo se ha disparado un 550% durante los últimos 12 meses, lo que convierte a la actual crisis energética en una más grave que la ocurrida a finales de los 70 e inicios de los 80. En dicho momento, en el marco de la revolución iraní de 1979, las potencias occidentales vieron apagones y largas filas para encontrar gasolina. Para 1982, en el momento cúspide de la crisis, los habitantes de Reino Unido destinaron el 9,3% de sus ingresos al pago de energía.

Durante el invierno próximo, y según los cálculos de datos oficiales de Carbon Brief, quienes cubren los últimos avances en ciencia climática, política climática y política energética, los británicos deberán desembolsar una media del 10% de sus ingresos en gas, electricidad y otros combustibles, ya sea para calefacción o para vehículos domésticos, lo que significa el doble del presupuesto utilizado en 2021.

Aproximadamente hace un mes, cuando una histórica ola de calor azotó a Europa, el problema de las energías se asociaba con la ventilación. En ese momento, mientras Reino Unido llegaba a los 40 °C, Philip Keetley dijo a Reuters que no prendió un solo ventilador. Debía elegir entre aguantar el inusual calor o comer.

“El costo de vida ha aumentado y, sin embargo, todavía se espera que vivas con el dinero provisto cuando no hubo una crisis… Puedo encender la calefacción o comer”, explicó a la agencia de noticias.

The Associated Press dio con un caso similar. “Todo está subiendo. Ni siquiera puedo pagar el arriendo, el impuesto municipal, no puedo permitirme nada... No dejo de preguntarme qué debo hacer”, dijo Jennifer Jones, exsupervisora escolar de 54 años que tiene problemas de salud y depende de las prestaciones del gobierno para salir adelante. La energía de su casa en Londres se ha cortado de forma imprevisible tres veces en los últimos días.

Jennifer Jones ordenando sus facturas en su hogar, en Londres. Foto: AP

El 80% de aumento en el pago de la energía en Reino Unido se traduce a pasar desde las 1.971 libras esterlinas (US$ 2.300), a cancelar 3.549 (US$ 4.170) al año. Según la predicción del Banco de Inglaterra, se espera que para fines de este año se rompa nuevamente el récord inflacionario que se tenía desde hace 40 años, luego que en julio pasado se registrara un 10,1% interanual. El aumento en los precios de los alimentos, sumado a la situación energética, podría abultar aún más la inflación.

Bajo la creciente presión, el gobierno británico dijo que está enviando cerca de 1.200 libras (US$ 1.410) a toda persona de bajos ingresos, consignó The Associated Press. En adición, todo hogar, sin importar su condición financiera, tendrá un descuento de 400 libras (US$ 470) en sus facturas de energía durante el invierno próximo. Pero, para parte de la oposición, esa ayuda debe al menos duplicarse.

Según la misma agencia de noticias, el Partido Laborista ha pedido una ampliación al impuesto que temporalmente el gobierno aplica sobre las utilidades extraordinarias de las compañías de petróleo y gas, gravamen que va dirigido a ayudar a pagar el alivio económico. En esa línea, el primer ministro Boris Johnson prometió aumentar las ayudas, centrándose en los más vulnerables, dijo el medio El Economista.

En Francia, cuando el gabinete recién volvía de las vacaciones de verano, el Presidente Emmanuel Macron daba un lúgubre adelanto de la situación. “Creo que asistimos a una gran convulsión, un cambio radical. En el fondo, lo que estamos viviendo es el fin de la abundancia, de la liquidez sin costo”, reportó France 24.

Con un llamado a hacer “sacrificios”, el escenario se transformó en el propicio para el descontento social. Así lo transparentó el líder sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, quien aseguró en la televisión local que para septiembre se organizarán protestas para exigir el aumento de los pagos a empleados y la limitación de los precios de productos básicos.

Otro factor que explica esta sustantiva alza en la región es la guerra en Ucrania. Con el anuncio de la estatal rusa Gazprom sobre el repentino cierre del gaseoducto Nord Stream 1, conexión directa con Europa, los precios nuevamente se dispararon. Las autoridades aseguraron que se deberá mantener cerrado temporalmente a causa de trabajos de mantención, lo que generó críticas desde Occidente al acusar a Rusia de usar el gas como un arma de presión.

FILE PHOTO: Pipes at the landfall facilities of the Nord Stream 1 gas pipeline in Lubmin, Germany
Las tuberías de las instalaciones de aterrizaje del gasoducto Nord Stream 1 en Alemania. Archivo de marzo de 2022. Foto: REUTERS.

“Si Nord Stream 1 no reanuda la actividad después de los tres días de mantenimiento, no hay manera de decir lo mal que pueden ir los precios. Al menos, hasta que veamos si el invierno es muy crudo, que es cuando, probablemente, los precios alcancen su punto máximo”, dijo Jonathan Stern, investigador del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, a Euronews.

Y mientras los precios de la energía se disparan en Europa, Rusia quema 10 millones de dólares al día del gas natural, en una planta cerca de la frontera con Finlandia, que podría enviar a Europa, según informó hoy la BBC. Los expertos afirman que, seis meses atrás; es decir antes de que Moscú lanzara su invasión contra Ucrania, buena parte de este hidrocarburo se exportaba a Alemania.

En otros países europeos la situación no es mucho mejor. Turquía registró un alza del 100% en los valores del gas en comparación con el año anterior, mientras que la electricidad aumentó un 67% en el valor interanual, según datos del Instituto de Estadística de Turquía.

Petr Fiala, primer ministro de República Checa, país que actualmente ocupa la presidencia de la Unión Europea, aseguró a través de Twitter que llamará a una reunión de emergencia que tendrá como foco tratar la emergencia energética.

En Bélgica, el primer ministro, Alexander de Croo, aseguró este lunes que vendrán entre cinco y 10 “inviernos difíciles”, en relación con la incertidumbre sobre la seguridad del suministro. “El desarrollo de la situación es muy difícil en toda Europa. Algunos sectores se enfrentan a graves dificultades con estos altos precios de la energía”, recogió Swissinfo.

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