“Balas de plata” al aire: el caso del PS en La Granja y otras obsesiones partidarias que terminaron en duras derrotas
La candidatura senatorial de Escalona por la RM en 1997, Schaulsohn por la alcaldía de Santiago en 2004 y Lavín en las primarias presidenciales de 2021… Expertos electorales recuerdan casos en que un partido apostó todo por un candidato que no logró llegar a puerto.
Hace un par de meses, La Granja fue una de las comunas que trabó hasta última hora, el acuerdo municipal entre los partidos de gobierno y la Democracia Cristiana (DC) - finalmente inscrito el 10 de abril en el Servel-.
En este municipio, cuyo alcalde actual, Felipe Delpín (DC), estaba impedido para ir a la reelección, el Partido Socialista (PS) exigía primarias, para que compitiese su exconcejal, Juan Valdés.
La DC, en tanto, defendía el derecho a llevar a su candidata, Edita Alarcón, sin competencia previa, en un reducto que han gobernado desde la recuperación de la democracia.
“Hubo mucha presión del PS, fueron muy tensas las negociaciones. En un momento, incluso, llegó a peligrar el acuerdo a nivel nacional”, asegura Delpín.
Finalmente, el partido que hoy lidera el diputado Alberto Undurraga se abrió a primarias, cobrando un alto precio. La concesión, sin embargo, terminaría siendo un negocio redondo para la DC.
Pese a que Valdés fue uno de los candidatos privilegiados del PS y contó con el apoyo de la expresidenta Michelle Bachelet, el domingo pasado, Edita Alarcón (51.28%) se impuso con facilidad en las primarias en La Granja.
“La DC, en un esfuerzo estratégico, aceptó primaria en La Granja, Peñalolén y en otras comunas donde tenían a un alcalde cumpliendo su tercer periodo... A cambio, pidió no ser avasallada por los demás partidos y eso fue lo que propició el PS…”, precisa el negociador del PS, Hernán García.
Aunque García no lo vea así, la derrota de Valdés hizo recordar otras negociaciones en que un partido apostó mucho y finalmente su candidato quedó en el camino.
Escalona y Harry Potter
El experto electoral Pepe Auth (Independiente exPPD) recuerda la fallida candidatura de Camilo Escalona al Senado, en 1997, cuando el entonces presidente del PS -quien vivía uno de sus mejores momentos políticos- y el entonces negociador del partido, Mahmud Aleuy, entregaran cinco distritos “calados” al PPD, a cambio del cupo por Santiago Poniente.
Pero al igual como lo había hecho en 1989 ante Ricardo Lagos, Andrés Zaldívar (DC) repitió su triunfo, dejando a Escalona en tercer lugar, detrás del UDI Jovino Novoa y venciendo por pocos votos a Gladys Marín (PC).
“Había varios distritos en disputa entre el PPD y el PS, y los socialistas entregaron la mayoría de ellos, lo que permitió al PPD, que tenía sólo siete diputados, elegir 15, empatando en tamaño de bancada socialista en la Cámara Baja”, cuenta Auth.
“Ése es caso el más icónico en la política chilena”, agrega el analista político y director de Tu Influyes, Axel Callís. “La cesión de Escalona permitió que cuatro años después, en las parlamentarias de 2001, el PPD se convirtiera en la bancada más poderosa de la Concertación y René Jofré -entonces experto electoral de la colectividad- fuese apodado como ‘Harry Potter, el mago del PPD’”.
Adolfo Zaldívar negocia candidatura de Trivelli
“Otra de las negociaciones que retrató cierta obsesión de un partido por una comuna, fue la decisión del PPD en 2004, de llevar a Jorge Schaulshon como candidato a la alcaldía de Santiago”, recuerda Mauricio Morales, analista político y académico de la U de Talca.
En esa oportunidad, a cambio de un cuantioso botín de comunas, el entonces presidente de la DC, Adolfo Zaldívar, dejó caer la candidatura del intendente metropolitano, Marcelo Trivelli, quien lideraba las encuestas.
“Para obtener ese cupo, el PPD cedió a sus socios importantes comunas, como San Bernardo, Maipú, Quinta Normal y Rancagua, entre otras comunas que la DC controlaría por muchos años. El PPD compitió sólo en 65 comunas, dejando 78 para el PS y 149 para la DC. El PPD perdió Santiago a manos de Raúl Alcaíno, independiente del pacto de centroderecha”, cuenta Morales.
“El 2004 yo debí haber sido el alcalde de Santiago”, recordó Trivelli años más tarde.
Todo a Lavín y a Narváez
En la derecha, el analista político Tomás Duval cita la sorpresiva derrota de Joaquín Lavín 31,4%), ante Sebastián Sichel (49,1%) en las primarias presidenciales de 2021.
“Lavín lideraba las encuestas y la UDI se la jugó por entero por su candidatura en las primarias, primero, sacando a Evelyn Matthei del camino y luego con su maquinaria interna y despliegue territorial. Sin embargo, Sichel, con un discurso alejado de los partidos, venció en todas las regiones del país a Lavín y el resto de sus contrincantes”, señala Duval.
Kenneth Bunker -cientista político y académico de la facultad de Economía y Gobierno de la USS”- recuerda que ese mismo año, el bacheletismo y el PS puso todas sus fichas a la candidatura presidencial de Paula Narváez, quien perdió ante la senadora Yasna Provoste (DC).
“Se intentó que ella fuese una renovación de la imagen de Bachelet, con mucha cercanía con la gente, horizontalidad y progresismo. Pero lamentablemente nunca prendió en las encuestas, a pesar de que el PS la empujó con todo”, recuerda.
“Este es un ejemplo de lo que pasa, cuando un partido insiste en ocupar un espacio que no tiene posibilidades reales”, agrega Bunker.
Los “errores de cálculo” de la DC
Bunker hace memoria más atrás y recuerda los “errores de cálculo”, “falta de realismo” y “señales de alerta” que la DC no escuchó en su momento.
“Para mí, uno de los casos más emblemáticos, es el de Gonzalo Duarte, que perdió tres elecciones (2000, 2009 y 2012), creyéndose que, porque había sido alcalde (La Florida) y diputado (La Granja), simplemente podía competir…”, dice.
Bunker cita, además, la derrota senatorial de Carmen Frei, en 2005 por Antofagasta y en las elecciones de consejeros constituyentes de 2023, donde obtuvo el 2,74% de los votos.
Estos y otros casos –explica Bunker- reflejan que “de manera muy simple, que la DC no ha entendido cuál es su posición en la nueva geografía política chilena y siguen insistiendo (en un tipo de candidatos históricos), y sigue perdiendo y mostrando cada vez más su debilidad”.
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