Cancillería abre mesas de trabajo para discutir sobre traspaso de soberanía a órganos internacionales y Pacto de Bogotá
El ministro de RR.EE., Teodoro Ribera, conformará al menos dos instancias, a las que convocará a académicos, expertos y políticos para analizar estas materias.
El próximo 13 de agosto, el canciller Teodoro Ribera cumplirá dos meses desde que asumió el cargo, período en el que realizó un proceso de evaluación en el ministerio que significó una nueva forma -según dicen en su entorno- de trabajar al interior de la cartera.
Una de sus primeras decisiones fue instaurar una reunión todos los viernes con su equipo y, además, intentar activar una relación fluida con las comisiones de Relaciones Exteriores del Congreso y también con excancilleres para retomar la política internacional como una "política de Estado", medida que comenzó a aplicar luego de las críticas que enfrentó la administración de su antecesor, Roberto Ampuero, quien fue duramente cuestionado por la centroizquierda. Así, con el objetivo de seguir generando espacios de diálogo y buscar una mirada de Estado de las relaciones exteriores, Ribera -según fuentes de la cartera- conformará mesas de trabajo para enfrentar diferentes materias que, a su juicio, no están resueltas y requieren de un "profundo debate".
De acuerdo a las mismas fuentes, el secretario de Estado partirá con dos grupos de trabajo enfocados en dos temas: traspaso de soberanía a órganos internacionales y Bolivia. La idea es que ambas instancias estén funcionando de aquí a un plazo de dos meses, por lo que se empezará a convocar a personas de diferentes ámbitos, entre ellos, académicos, empresarios y políticos con el objetivo de recoger distintas miradas sobre estos temas.
En cuanto a lo primero, ha sido una materia recurrente en la Cancillería y de constante evaluación. De hecho, bajo el argumento de proteger la soberanía y evitar ser llevado a la Corte Internacional de Justicia de La Haya es que el Presidente Sebastián Piñera decidió el año pasado no adherir al Acuerdo de Escazú, una determinación que le trajo una serie de críticas que persisten hasta hoy.
Este punto fue abordado en la reunión que encabezó el Mandatario el 24 de julio con los excancilleres, con quienes acordó, precisamente, la idea de crear equipos de trabajos para discutir las posturas sobre Escazú y también sobre el Pacto de Marrakech. Y, es en ese marco, la Cancillería decidió, por esos días, activar dos instancias que contempla la Ley 21.080 del Ministerio de RR.EE.: el Consejo de Política Exterior -que incluye varias autoridades por ley y otras por definir- y un comité conformado por exministros. Ambos, según la Cancillería, están en proceso de ponerse en marcha.
En este contexto, en la mesa de trabajo que convocará Ribera para discutir sobre el traspaso de soberanía a órganos internacionales, según fuentes de Cancillería, hay otro tema que buscarán debatir: la conveniencia o no de salirse del Pacto de Bogotá, al que adhiere Chile y que le entrega jurisdicción a La Haya.
En todo caso, en el ministerio advierten que antes de fijar una postura sobre el tema, primero se tiene que resolver el caso Silala con Bolivia, juicio que actualmente sigue en curso y en el cual Chile tiene plazo hasta el 18 de septiembre para presentar un escrito adicional por la contrademanda de La Paz.
La segunda mesa de trabajo, en tanto, es justamente para abordar la relación con Bolivia. De acuerdo a fuentes de Cancillería, no ha existido "una política clara" entre ambos Estados y es necesario generar una relación que vaya más allá de los "problemas políticos coyunturales", los cuales adjudican principalmente a la actitud que ha mantenido el Presidente Evo Morales, quien está buscando la reelección.
En el Ministerio afirman que en este tema es necesario buscar las opiniones de distintos actores, porque -dicen- hay muchas visiones sobre la materia. De hecho, las mismas fuentes advierten que hay políticos que mantienen la postura de que "la mejor relación con Bolivia es la que no existe". En ese sentido, sostienen que la idea es reflexionar sobre una "mirada estratégica" con ese país.
Las relaciones entre las dos naciones no se han retomado de manera concreta. De hecho, luego que la Corte Internacional de Justicia falló el año pasado en favor de Chile ante la demanda marítima interpuesta por Bolivia, todo se mantuvo igual. "Siempre Chile ha estado dispuesto a ese diálogo constructivo, pero le puedo asegurar que como Presidente no voy a negociar ni territorio ni mar ni soberanía. Pero sí estamos dispuestos a facilitar el acceso de Bolivia, y de su comercio, a los puertos chilenos", dijo el Presidente Piñera en octubre sobre la opción de mejorar las condiciones de acceso al mar.
Posicionamiento de la Cancillería
La idea de crear las mesas de trabajo, afirman en la Cancillería, no es al azar: dicen que es una forma de volver a generar nuevos mecanismos de consenso en una época en que los temas internacionales son más difíciles de tratar a nivel interno, debido a que son "más valóricos y políticos".
Así, sostienen que es más complejo llegar a posturas comunes, como ocurrió con Marrakech y Escazú. De hecho, en RR.EE. ponen como ejemplo que antes los ejes de la política exterior se radicaban principalmente en resolver conflictos limítrofes, una materia que generaba mucha adhesión ciudadana y consenso entre los políticos.
Este diagnóstico, afirman las mismas fuentes, se ve reflejado en la caída que ha tenido la cartera en las encuestas de opinión, en donde el manejo del gobierno en la materia y la figura del canciller no mantienen los mismos índices de aprobación que antes. Por esta misma razón es que en la Cancillería ven estas mesas de trabajo como una manera de volver a posicionar al ministerio e ir repuntando ante la ciudadanía.
Así, luego que se pongan en marcha las primeras dos mesas de trabajo, la idea es ir constituyendo otras instancias en más áreas, por ejemplo, sobre el tema de los océanos.
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