Cerca, pero no tanto: las fórmulas que sopesan Boric y su coalición para pactar con el PS si pasan a segunda vuelta

boric elizalde

En Apruebo Dignidad ya se han activado conversaciones para que, en caso de que su candidato pase al balotaje junto a José Antonio Kast -como proyectan distintos sondeos-, se abran conversaciones de forma expedita con otras fuerzas políticas, como el partido liderado por Álvaro Elizalde. Y aunque todo depende del desempeño que el pacto obtenga en la parlamentaria y también el margen con que Boric pase a la segunda vuelta, hasta hoy la idea de un modelo en el que no se abra la coalición y se llegue a un acuerdo en el Congreso -el “modelo portugués”, ejemplifican en el bloque- ha cobrado fuerza entre los partidos que apoyan su candidatura.


Los factores que van a pesar en la decisión que tendrá que tomar Apruebo Dignidad no mucho después de que el próximo domingo se conozcan los resultados de la elección presidencial son variados. Los más significativos: el desempeño que tenga el pacto en los comicios parlamentarios y la distancia con que el abanderado presidencial, Gabriel Boric, pase a un eventual balotaje.

Pero más allá de esos números, al interior del Frente Amplio y el Partido Comunista están conscientes que pasen como pasen a la segunda vuelta estarán obligados a establecer conversaciones con el resto de las fuerzas del centro y la izquierda, donde miran con especial cercanía al Partido Socialista, colectividad que ya tiene a varios de sus militantes respaldando la opción presidencial de Boric y no la de la abanderada de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste.

Lo que aún no está claro es el alcance que tendrán esos diálogos y la disposición que tendrá el partido liderado por Álvaro Elizalde para abrir una negociación, cuyos términos también dependerán del peso relativo que la colectividad obtenga en el Congreso y del desempeño de su abanderada presidencial.

Si bien en Apruebo Dignidad están conscientes de que no pueden ganar el balotaje y tampoco gobernar sin el apoyo de los socialistas, también hay consenso -hasta ahora- en que si logran buenos resultados el 21 de noviembre no habría margen para un diseño que implique invitarlos a un eventual gobierno e incorporarlos a la coalición. “No estamos pensando en un co-gobierno”, dice un dirigente del Frente Amplio.

Así lo deslizó también a fines de octubre el factotum del comando del diputado por Magallanes, Giorgio Jackson. “No debemos cerrar ninguna alternativa para evitar que la ultraderecha llegue a gobernar”, dijo en entrevista con La Tercera, aunque deslizó que lo más probable es que no se abran las fronteras de Apruebo Dignidad y se apueste por “pacto de gobernabilidad” con otras fuerzas políticas afines.

Los escenarios que se le abrirán al bloque serán muy distintos si es que la coalición logra obtener más de 40 diputados y cerca de 8 senadores como apuestan sus líderes a si, por el contrario, no llegan a niveles de representación aceptables para sustentar un eventual gobierno. La misma lógica se aplica ante la posibilidad de que el diputado por Magallanes supere o termine muy por debajo de quien hoy se alza como uno de sus competidores más fuertes según distintos sondeos, el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast.

En la coalición afirman que en caso de que Apruebo Dignidad sea el bloque que triunfe tanto en la parlamentaria -donde podría desplazar a la centroizquierda tradicional- como en la carrera por La Moneda, la coalición tendrá un margen mayor para plantear sus condiciones a otros sectores para enfrentar al fundador del Partido Republicano en diciembre.

“El modelo portugués”

Así, la idea que ha cobrado fuerza, dicen en el pacto, es replicar el “modelo portugués” con que la izquierda en Portugal logró viabilizar su gobierno tras las elecciones del 2015. El diseño que se impuso en el país europeo contempló un pacto de gobernabilidad en el que se han materializado apoyos de otras fuerzas afines en el Congreso para permitir el avance de las medidas programáticas, pero no una incorporación formal al Ejecutivo.

Esa fórmula también es bien vista dentro del Partido Comunista. Según fuentes de esa colectividad habría poco “margen” para incorporar a otras fuerzas al pacto actual apuntarían a pactos específicos sobre temas programáticos. “Abrir las fronteras de Apruebo Dignidad hacia otra dirección sería ponerle una cruz al gobierno incluso antes de que comience”, afirma un histórico dirigente comunista.

Pese a eso, en el PC entienden que tendrían que tener una conversación completamente distinta en caso de que los resultados de primera vuelta no los dejen en una buena posición.

De ser así, en el sector no descartan tener que abrirse a incorporar al PS en algún nivel en el Ejecutivo. Esa conversación, además, podría acarrear la definición de si tender puentes con con la Democracia Cristiana, en PPD, el PL y el Nuevo Trato, así como otros sectores en la izquierda, dilema que no será sencillo para el pacto.

El diálogo con esos partidos, especialmente con la DC, podría tensionar al bloque. En la coalición no ven a esas colectividades como sus “aliados naturales” y, de hecho, en otras ocasiones ya han “vetado” su participación en alianzas electorales. “La conversación más compleja será la de la DC”, afirma un dirigente de la coalición.

¿Con quién hablar?

Más allá de los números que se impongan, en Apruebo Dignidad también tendrán que definir si las conversaciones las entablarán con la directiva socialista o con otros sectores de la colectividad. En el Frente Amplio, principalmente, existe una resistencia extendida respecto de la figura de Elizalde y, asimismo, de su secretario general, Andrés Santander.

Y si bien en el sector entienden que no pueden “saltárselos”, admiten que será complejo abrir conversaciones con la directiva que el senador por El Maule liderará al menos hasta mayo del próximo año.

“Es evidente que dentro de las distintas visiones que conviven en el PS hay una posición que es más cercana al proyecto de Apruebo Dignidad y que hoy no está encabezando al partido. Habrá que ver cuáles son las interlocuciones institucionales dentro del PS para ver si la discusión entre Apruebo Dignidad se da con aquellas personas que quieran compartir el proyecto o más bien de manera institucional”, afirmó en la citada entrevista el propio Jackson.

Sus palabras generaron incomodidad en la tienda de París 873. “Hablar con Elizalde será obligatorio”, dice un histórico dirigente del Partido Socialista. En todo caso, en esa colectividad aseguran que no hay duda de que la estructura partidaria volcará su apoyo a Boric en caso de que la segunda vuelta se libre entre él y Kast. La decisión de si sumarse o no a una colaboración crítica o co-gobierno será parte de un debate interno que no se abrirá, al menos formalmente, antes de la primera vuelta.

En algunos sectores del PS aseguran que si bien el éxito de esas negociaciones dependen de muchos factores, también será clave si Boric logra imponer su mirada más dialogante ante la tesis de otros como el propio Jackson y sectores del Partido Comunista, a quienes ven más resistentes.

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