El codiciado sillón de Salah en la ANFP

Arturo Salah

Una completa reforma al gobierno corporativo, ganancias históricas e ingresos a largo plazo forman parte del balance de la gestión del actual presidente de la ANFP que todavía no sincera si postulará a un nuevo periodo al mando de la institución.


Por estos días Arturo Salah ha optado por el hermetismo. No ha comunicado aún si postulará o no por un nuevo periodo al mando de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Las elecciones se llevarán a cabo en el mes de noviembre y la nueva directiva que dirigirá la institución asumiría durante el mes de enero de 2019.

Se trata del gran acontecimiento que tendrá el fútbol chileno, pues quien asuma marcará las directrices de la actividad en los próximos cuatro años. La mesa que dirige Salah en la ANFP ha dejado atrás el polémico pasado de la administración que encabezara Sergio Jadue.

En estos tres años, ha logrado establecer una nueva estructura corporativa y ha generado ganancias históricas, producto de la licitación del Canal del Fútbol (CDF), en más de US$ 2.000 millones, la venta de los derechos de la selección chilena, en US$ 120 millones, y una política de control de gestión y reducción de costos.

Ante este  escenario, con una ANFP con recursos para invertir, directivos de los clubes locales han comenzado a mirar con atención el sillón de Salah. Y es que en caso de que decida no lanzar su candidatura, dejará una corporación que en 2017 cerró con utilidades por $7.521 millones fundamentalmente por el alza de 16,8% en los ingresos en comparación con el año anterior.

El futuro nuevo presidente de la ANFP inaugurará el nuevo complejo deportivo de Juan Pinto Durán. La actual mesa se comprometió a dejar en marcha este proceso. Según trascendió, existiría interés por parte de la institución por terrenos ubicados en la comuna de La Pintana en la zona sur de Santiago.En el segundo semestre está contemplado licitarse la arquitectura y diseño del complejo deportivo.

Por otro lado, la nueva mesa directiva deberá enfrentar desafíos como la Copa América de 2019 que se realizará en Brasil, en donde La Roja buscará defender su corona. Además, comenzarán las clasificatorias del Mundial Qatar 2022 y la selección femenina participará en el Mundial de Francia.

Por ahora Salah opta por la reserva sobre su continuidad. No obstante en la última reunión del Consejo de Presidentes señaló que "por el bien del fútbol chileno, independiente de quién siga al mando de esta institución, debemos trabajar para que este proyecto perdure en el tiempo".

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El arribo

4 de enero de 2016. A su llegada Salah enfrentó un escenario nada alentador. Su equipo directivo estuvo durante un año cumpliendo funciones ejecutivas porque la ANFP estaba descabezada y había desconfianza en el equipo de la anterior administración, cuenta una fuente conocedora del caso. Más aún. No contaba con fondos suficientes para efectuar cambios y poco a poco la nueva mesa enfrentó demandas laborales que hasta la fecha aún siguen su curso en tribunales.

Mientras en el plano futbolístico la situación no era para nada positiva. Jorge Sampaoli, técnico que encabezó el proceso que llevó a la Selección Chilena a obtener su primera Copa América se sentía rehén en La Roja y pedía dejar el banquillo. 20 días después del arribo de Salah a la presidencia de la ANFP, el ex técnico de Universidad de Chile dejó su cargo.

Frente al descalabro interno y tras la mediática salida de Sergio Jadue, los clubes encendieron las alarmas frente a una eventual intervención que realizaría el propio gobierno. De hecho, el mayor temor de los dirigentes fue que perdieran su personalidad jurídica y terminar el escándalo con una disolución, cuenta otra fuente que pide reserva de su identidad. Por lo mismo, la idea de inmediato fue conformar una lista que entregara certezas ante las autoridades. Inmediato fue conformar una lista que entregara certezas ante las autoridades.

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