“Como Estado hemos fallado”: la gestión de la crisis por el Covid-19 obliga a líderes mundiales a múltiples mea culpa
Ante el descontrol de la pandemia, algunas autoridades e instituciones se han visto obligadas a pedir perdón por la estrategia que han utilizado para enfrentar la crisis. El Presidente de Perú, Francisco Sagasti; la canciller alemana, Angela Merkel, y la Unión Europea son algunos de los que han reconocido sus errores.
A más de un año del inicio del combate al Covid-19, que ha dejado más de 138 millones de contagios y casi tres millones de decesos en el mundo, las secuelas del coronavirus no solo siguen impactando a las familias y los sistemas de salud ante nuevas oleadas, sino que también han puesto en jaque a los líderes mundiales por el manejo de la pandemia. Así, varias autoridades se han visto obligadas pedir perdón por la crisis que desató el virus en sus países.
El último de ellos fue el Presidente de Perú, Francisco Sagasti. “Pese a los esfuerzos que estamos haciendo y el del personal de salud, no ha sido suficiente para bajar los catastróficos efectos de la pandemia en el país. La pandemia ha demostrado que como Estado hemos fallado. Asumiendo mi responsabilidad como autoridad quiero expresar una disculpa a las personas que han perdido un ser querido o un conocido en esta pandemia”, sentenció el mandatario el jueves pasado, durante una visita de trabajo al Hospital Dos de Mayo, de Lima.
El mandatario peruano, que asumió el Ejecutivo en noviembre pasado, acusó a sus antecesores de que aún con el crecimiento económico que vivió el país en los últimos años no se “aprovechó para fortalecer el sistema sanitario”.
El último año los peruanos han enfrentado diversos episodios lamentables debido al manejo del Covid-19. Según el Ministerio de Salud, a la fecha el país registra más de 1,6 millones de casos positivos y 55 mil fallecidos. Además, tiene la segunda tasa más alta de mortalidad por millón de habitantes en la región, con 1.665 decesos, una tasa solo superada por Brasil (1.678).
El colapso sanitario dejó en evidencia las deficiencias del sistema de salud, pero además los familiares de contagiados se han visto obligados en las últimas semanas a “peregrinar” y hacer largas filas para conseguir tanques de oxígeno y salvar a sus seres queridos ante la escasez de este insumo en los hospitales y centros médicos.
A esto se sumó el denominado “Vacunagate”, el escándalo protagonizado por más de 100 autoridades, familiares y sus amigos -entre ellos el expresidente Martín Vizcarra, la ministra de Salud Pilar Mazzetti y la canciller Elizabeth Astete- que fueron inoculados anticipadamente y en secreto a fines del año pasado con vacunas donadas por China , lo que generó dimisiones y duras críticas. Ello, porque hasta ahora solo han sido administradas 1,08 millones de dosis en el país.
Las disculpas por el manejo de la pandemia también surgieron en Europa. La canciller alemana, Angela Merkel, que durante la primera ola del virus fue alabada por su gestión, debió dar marcha atrás a la orden de un confinamiento estricto para Semana Santa, la misma que había anunciado menos de 48 horas antes.
“Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse y, si es posible, a tiempo. Sé que esta propuesta ha causado una incertidumbre adicional, lo lamento profundamente y por ello pido el perdón de todos los ciudadanos”, aseguró la líder alemana el 24 de marzo, tras anular una cuarentena de cinco días durante el feriado, que cerraría el comercio y los lugares de culto.
En esa línea, ya en abril de 2020, cuando la primera ola del coronavirus azotó con fuerza a Italia, transformando al país en el epicentro de la pandemia en Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ofreció “sentidas disculpas” al gobierno italiano en “nombre de Europa por no estar cuando lo necesitaban”.
“Demasiados Estados miembros no acudieron a tiempo cuando Italia necesitó una mano al comienzo” del brote de coronavirus, dijo Von der Leyen.
En los primeros meses de la pandemia, cuando el virus no se había extendido por todos los rincones del planeta, una Unión Europea (UE) dividida discutía enviar dinero para paliar la crisis sanitaria. Según la BBC, en ese momento Alemania, Holanda y Francia rechazaron destinar insumos médicos a Italia, por lo que aceptaron la ayuda de China.
Sin embargo, otros líderes mundiales han descartado hacer un mea culpa por el manejo de la pandemia. En medio de una tendencia de alza de contagios en Francia y después de críticas por la lentitud de la campaña de vacunación, el Presidente francés, Emmanuel Macron, defendió su estrategia de evitar un confinamiento total en enero.
El 25 de marzo, al término del Consejo Europeo, Macron dijo que “tuvo razón” de no confinar a Francia. “No tengo que hacer ningún ‘mea culpa’, ni remordimiento alguno, ni que sea un fracaso”, señaló en referencia a las decisiones tomadas por el Elíseo para frenar el avance del virus y apuntó que sus protocolos no implicaron un fracaso frente al Covid-19.
Según el diario El País, el primer ministro de Eslovaquia, Igor Matovič, renunció hace dos semanas en un intento por poner punto final a la crisis que desató después de impulsar la compra de la vacuna rusa Sputnik V para “compensar” la escasez de inmunizantes distribuidos por la UE, especialmente tras las denuncias de complicaciones en pacientes inoculados con la vacuna de Oxford/AstraZeneca.
Por otra parte, al llegar a la Casa Blanca, el nuevo mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, no se disculpó por el actuar de su antecesor, Donald Trump, pero sí corrigió la estrategia que había establecido el republicano. Trump, quien minimizó el impacto del Covid-19, antes de salir del poder admitió a CNN que la mayoría de los decesos podrían haber sido evitados.
Biden, quien utiliza frecuentemente la mascarilla y mantiene el distanciamiento social, recibió la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus el 13 de enero. Además, el plan de la Casa Blanca es que para las celebraciones del 4 de julio el país alcance los niveles de vacunación necesarios para que los estadounidenses puedan reunirse en pequeños grupos familiares.
Pese a los cuestionamientos a Trump, el diario The Washington Post sostiene que el republicano no habría sido el peor líder en la lucha contra la pandemia, ya que hay varios candidatos que han intentado superarlo.
En ese sentido, el diario estadounidense recuerda que el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, convocó varios actos multitudinarios después de los primeros contagios. Incluso, uno de los eventos fue denominado “Amor en tiempos de Covid-19″. El Post también destaca al mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, que lejos de disculparse por su cuestionada gestión para frenar el avance del virus, que mantiene al país en estado de crisis y que generó nuevas variantes de la enfermedad, cambió por cuarta vez a su ministro de Salud. Incluso, tras superar su contagio con el Covid-19, convocó a sus seguidores a manifestarse contra las medidas sanitarias.
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