Congreso ecuatoriano aprueba pedir fuerzas especiales extranjeras contra el crimen organizado

Fuerzas armadas inspeccionando en Guayaquil. Foto: Reuters.
Fuerzas armadas inspeccionando en Guayaquil. Foto: Reuters.

El país sudamericano, que lleva ya 13 meses en un “conflicto interno” contra distintas bandas dedicadas al narcotráfico y extorsión, vivió su mes más sangriento en enero de 2025, luego de una leve caída en la cantidad de homicidios durante 2024.


“Para que después no diga que no lo ayudamos”: los congresistas ecuatorianos, la mayoría de oposición, aprobaron la propuesta del presidente Daniel Noboa para pedir a países aliados el envío de “fuerzas especiales”. Esto, con el fin de combatir el crimen organizado, que se ha vuelto el principal problema del país en los últimos años, y que el gobierno ya considera un “conflicto interno”.

La propuesta de pedir fuerzas aliadas vino de Daniel Noboa, que en un comunicado oficial hace dos semanas anunció la medida como parte de la estrategia de seguridad nacional bajo la declaratoria de “guerra interna”. Así, la idea sería incorporar fuerzas especiales extranjeras, aunque aún no se ha definido bien de dónde vendrían, ni cómo se incorporarían o cómo entrarían al país.

Los asesinatos siguen aumentando en Ecuador, donde en tan solo seis años se multiplicaron por casi ocho veces: pasaron de 6 por cada 100.000 personas en 2018 a 38 en 2024, tras alcanzar un récord histórico en 2023 con 47 asesinados por 100.000 habitantes.

El presidente Daniel Noboa entregando equipos a la Policía Nacional. Foto: Reuters.
El presidente Daniel Noboa entregando equipos a la Policía Nacional. Foto: Reuters.

Aunque los expertos aseguran que los trámites para pedir que fuerzas extranjeras entren al país son largos, e implican meses de negociaciones y convenios, Daniel Noboa no quiere quedarse sin intentarlo. La Cancillería ecuatoriana ya recibió la instrucción para realizar “acercamientos” con países aliados, con el fin de “coordinar esfuerzos y establecer acuerdos de cooperación que permitan el despliegue temporal de tropas extranjeras en el territorio ecuatoriano”, según indica un comunicado de la presidencia ecuatoriana.

Sin embargo, el invitar a ejércitos extranjeros a Ecuador no ha sido una idea extensa de polémica. Sabiendo que habría resistencia por parte del Legislativo, que es de mayoría opositora, el Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que la lucha contra la delincuencia organizada “es una prioridad nacional que no admite postergaciones ni dilaciones burocráticas”.

Así, este miércoles, con 121 votos a favor la Asamblea Nacional aprobó el plan del Ejecutivo, aunque según indicó Gisela Garzón, de Revolución Ciudadana, el documento en la práctica “no tiene valor”. Con la votación, el Legislativo declaró como “enemigos del Estado” a las bandas criminales que trabajen en alianza con carteles internacionales.

Expresidente ecuatoriano Rafael Correa en Esmeraldas. Foto: Reuters.
Expresidente ecuatoriano Rafael Correa en Esmeraldas. Foto: Reuters.

2010 fue la última vez que militares extranjeros pisaron el terreno ecuatoriano, ya que en ese entonces, en la Base Aérea de Manta, el país había recibido soldados estadounidenses. En ese entonces, el presidente Rafael Correa eliminó la base reformando el artículo 5 de la Constitución ecuatoriana, que hoy dice: “Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras”.

De todos modos, hay países que han mostrado su interés en colaborar con Ecuador. Ya en 2024, cuando Daniel Noboa declaró la “guerra interna” a los grupos armados, tanto Argentina como Brasil se ofrecieron para enviar personal de seguridad que colaborase contra el crimen transnacional. Sin embargo, ninguna de esas ofertas se ha concretado.

Refiriéndose a las posibles ayudas extranjeras, el ministro de Gobierno, José de la Gasca, mencionó como posibles cooperantes a Italia y Argentina. “Estamos poniendo la lucha, estamos poniendo los muertos en las calles por un problema que es global, así que qué mejor que los países también se solidaricen”, indicó el ministro.

Como indican desde Primicias, el anuncio del gobierno tomará mucho más tiempo de lo indicado en concretarse, “esto debido a que el ingreso de personal militar o policial extranjero debe tener un marco regulatorio claro y que haya pasado por el filtro de la Corte Constitucional”.

Militares asegurando local de votación en Ecuador. Foto: Archivo.
Militares asegurando local de votación en Ecuador. Foto: Archivo.

El debate sobre si es legal que ingresen fuerzas extranjeras incluye una posible reforma al artículo 5 de la Constitución. El exministro de Defensa Luis Lara habló con Infobae y criticó la iniciativa de Noboa, asegurando que es “un insulto a la capacidad de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”. “Esta es una propuesta inconsulta que viola la soberanía nacional y atenta abiertamente contra la Constitución”, declaró.

El diagnóstico del ministro de Guillermo Lasso es duro contra el nuevo gobierno: todo es improvisación en su actuar contra las pandillas, y la declaratoria de guerra interna “nunca tuvo una planificación adecuada ni un plan militar integral para combatir a los grupos de delincuencia organizada, el narcotráfico y el terrorismo”.

Solo en enero de 2025 en Ecuador hubo un total de 781 homicidios: 276 más de los que se vivieron en el mismo mes, pero en 2024. Así, el país vivió el mes más violento de su historia desde que se tienen registros. En las causas están masacres por disputas de territorio entre bandas criminales, sicariato y asaltos, además de balas perdidas.

Este empeoramiento de la situación de seguridad llega en un momento crítico para Daniel Noboa, que durante enero tuvo la primera vuelta de las elecciones, y que en abril tendrá el balotaje contra la correísta Luisa González. Después de asumir el poder en noviembre de 2023, Noboa declaró una “guerra interna” contra una veintena de grupos delictivos, que pasaron a ser denominados como terroristas.

Durante 2024, de hecho, hubo una baja en la cantidad de homicidios que se vivió en el país, pero a partir de enero 2025 volvieron a subir los asesinatos, por lo que el presidente Noboa está en busca de otras recetas que puedan detener a los grupos delictivos.

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